Fr. RAMI ASAKHRIE, ofm
Párroco latino de Belén
"Si tienes una sola manera de amar, eres pobre. Pero cuando tienes caminos diferentes: aquí está la riqueza".
Una semana de oración al año para celebrar la unidad de los cristianos. Buscar esta unidad es un compromiso que debe ser siempre válido, y en Tierra Santa en particular se vive todos los días. Un ejemplo es Fr. Rami, párroco latino de Belén. Nacido en Jordania en el seno de una familia ortodoxa, ingresó en la Orden de los Frailes Menores y fue ordenado sacerdote por el rito melquita.
Fr. RAMI ASAKRIEH, ofm
Párroco latino de Belén
"Mi padre y mi madre son ortodoxos. La escuela latina con la iglesia parroquial estaban al lado de casa. Estudiaba allí e íbamos a misa todos los domingos. Crecimos a nivel de educación cristiana, asistiendo a la iglesia latina, pero nuestras celebraciones se han mantenido ortodoxas".
Criado con la mentalidad de “vivir juntos”, sin diferencias. Una apertura a los demás, que también Fr. Rami ha elegido para su ordenación sacerdotal.
Fr. RAMI ASAKRIEH, ofm
Párroco latino de Belén
"Elegí la Iglesia latina, pero soy ortodoxo. Por eso, llegado el momento de la ordenación sacerdotal, se te da a elegir: pasar definitivamente al rito latino o ser "biritual", eligiendo un rito más cercano al tuyo. Y como yo era greco-ortodoxo, elegí el rito católico greco-melquita".
El tema de la última semana de oración fue la estrella que guía a los Reyes Magos a Belén. Y en la ciudad de la Navidad, Fr. Rami cuenta anécdotas de una unidad cotidiana.
Fr. RAMI ASAKRIEH, ofm
Párroco latino de Belén
"Os voy a contar una hermosa historia: mis primos eran los diáconos del nuevo obispo ortodoxo de Belén. Por eso él se siente parte de la familia, a pesar de ser ortodoxo. Algo histórico: lo invité a almorzar a nuestro convento, y comió con nosotros, con el obispo armenio. Mis hermanos estaban sorprendidos. ¿Cómo lo has hecho? Y les dije: para mí es normal, son como hermanos".
La suya es una historia personal con un mensaje especial.
Fr. RAMI ASAKRIEH, ofm
Párroco latino de Belén
"Dios no tiene límites, es infinito en sus formas de expresar el amor y los hombres también tienen su propia forma de expresar el amor por él y por los demás. Esto es en lo que tenemos que centrarnos: ¡las diferencias no son algo malo, son una riqueza"!