¡Tú también puedes ayudar a mantener los Santos Lugares, tan queridos por toda la Cristiandad, y a las comunidades cristianas de Tierra Santa!
La Custodia de Tierra Santa, a través de la Franciscan Foundation for the Holy Land y la asociación ATS Pro Terra Santa, promueve distintos proyectos para apoyar y ayudar a Tierra Santa y sus comunidades.
Los franciscanos de la Custodia recuerdan todos los días en su oración a todos aquellos benefactores que, de cualquier forma, ayudan a la Tierra Santa.
“Esta tierra es amada y querida por muchos. Todos estamos llamados a cutodiarla, protegerla y sentirla como nuestra. Es el origen de nuestra cultura, nuestra historia, nuestra religión... ¡Por es necesario que todos la ayudemos!”
Fr. Francesco Patton, ofm
La “Colecta para la Tierra Santa”, conocida también como “Collecta pro Locis Sanctis”, nace de la voluntad de los Papas por mantener fuerte el vínculo entre todos los cristianos del mundo y los Santos Lugares.
La Colecta, que tradicionalmente se recoge el día del Viernes Santo, es la fuente principal de ingresos para el sostenimiento de la vida que se desarrolla alrededor de los Santos Lugares.
Los donativos recogidos por las parroquias y los obispos se trasladan luego a los Comisarios de Tierra Santa, los que la envían a su vez a la Custodia de Tierra Santa. Tales donativos son usados para el mantenimiento y sustentación de los Santuarios y los cristianos de Tierra Santa, las piedras vivas de Tierra Santa.
La Custodia, por medio de la Colecta es capaz de mantener y llevar a cabo la importante misión a la que está llamada: custodiar los Lugares Santos, las piedras vivas de la memoria y mantener la presencia Cristiana, las piedras vivas de Tierra Santa, a través de las distintas obras de solidaridad.
Durante todos estos siglos, los Papas no solo han renovado a los franciscanos su confianza, reconfirmándolos en el encargo de legítimos Custodios de los Santos Lugares, que les había sido confiado por la Santa Sede en 1342, sino que también los han apoyado en todos los aspectos de su vida, tanto a nivel religioso, como económico, social y político.
Baste recordar los permisos para ejercer la medicina en el hospital del Monte Sión a favor de las personas enfermas y necesitadas [1] , y en los siglos posteriores [2] , los privilegios, las indulgencias [3] , la defensa de sus derechos, etc.
Son más de un centenar las Bulas papales que se refieren a Tierra Santa y otros tantos los decretos y cartas de la Congregación de Propaganda Fide que ayudan a los hijos de San Francisco en su misión en Tierra Santa [4].
Un aspecto fundamental de este apoyo constante ha sido, y es, “la Collecta pro Terra Santa”, también llamada “Collecta por Locis Sanctis”. Sería demasiado prolijo reseñar todas las intervenciones de los Sumos Pontífices en favor de los Santos Lugares y de las necesidades de los cristianos que viven en el País de Jesús [5]. Nos limitaremos a Pablo VI, quien con su Exhortación Apostólica Nobis in animo (Las necesidades de la Iglesia en Tierra Santa) [6], del 25 de marzo de 1974, ha dado un impulso decisivo en favor de Tierra Santa.
El Papa, en línea con sus Predecesores, exalta la obra de los franciscanos e insiste en la necesidad de una mayor colaboración del mundo cristiano, ya que, especialmente a partir de la mitad del siglo XIX, han aumentado las “actividades sociales, caritativas, culturales y benéficas” en Tierra Santa y los cristianos locales no tienen medios.
El Papa Pablo VI, después de señalar que en la antigüedad “los Hermanos Menores se dirigieron directamente a los grandes y a los humildes para recoger limosnas y los religiosos destinados a esta obra tuvieron el título oficial de Procuradores o de Comisarios de Tierra Santa”, recuerda que en los tiempos modernos las necesidades han aumentado y por eso los Papas se han preocupado de la Colecta “pro Terra Sacta”.
En este contexto el Papa renueva las normas dadas por sus Predecesores y dispone:
En estos últimos decenios ha sido sobre todo la Congregación para la Iglesias Orientales quien se ha interesado, en nombre de la Santa Sede, en poner de manifiesto las necesidades de Tierra Santa y las normas emanadas por Pablo VI, incluidas las que se refieren a los Comisarios [7]. En estos últimos años el 80% de la colecta que reciben los franciscanos ha sido destinada a las obras pastorales y sociales y sólo el 20% a los Santuarios.
Hay que recordar también que la Custodia recibe solamente el 65% de la Colecta, mientras que el otro 35% está destinado a otras instituciones que trabajan en Tierra Santa. Las actividades del Patriarcado Latino, por mandato de la Santa Sede, están sostenidas por los Caballeros del Santo Sepulcro y por otras instituciones.
[1] Cf. Urbano VI, Ad ea quae piorum (11 de junio de 1384).
[2] Cf. Clemente X, Cum sicut (7 de julio de 1670).
[3] Cf. Calixto III, Et si ex debito (10 de enero de 1455).
[4] Cf. P. Verniero, Crónicas. Suplemento, Libro IV, Capp. 52-53, en G. Golubovich, Biblioteca… IX, 148-160, cita alguno de ellos.
[5] Cf. Entre otros, Martín V, Bula His quae pro ecclesiasticarum ( 14 de febrero de 1421), in Bullarium Franciscanum, t.VII, Romae 1904, n.1471, el cual concede “la facultad al Guardián y a los frailes del Monte Sión de instituir procuradores o comisarios de tierra santa, los cuales se encargen de recoger entre los fieles los bienes necesarios”; Calixto III, Et si ex debito (10 de enero de 1455): el Papa da facultad al “Guardián del Monte Sión y a los frailes de Tierra Santa… de enviar frailes a todas las partes del mundo a recolectar limosnas para la conservación de los Santos Lugares”; Sixto V, Nostri Officii (1589): establece que, durante tres domingos o días festivos, los Ordinarios del lugar inviten a recoger ofertas para Tierra Santa; Urbano VIII, Alias felices recordationes (1642), in Bullarium diplomaticum et privilegiorum…, Augusta Taurinorum 1868, t. XV, pp. 320-234, manda que se haga la colecta al menos dos veces al año; Inocencio X, Salvatoris et Domini Nostri (1645), in Ibid. 403-404; Pío VI, Inter cetera (31 de julio de 1778), quien recuerda los servicios de todo tipo que realizan los franciscanos a favor de los necesitados; Leone XIII, Salvatoris ac Domini nostri Jesu Christi (26 diciembre 1887), in AOFM VII (1988) 17-18, quien redujo a un día la colecta que se debía hacer el Viernes Santo u otro día del año, a elección del Ordinario; Pío X, Ad sublevandas Terrae Sanctae necessitates (23 de octubre de 1913); Benedicto XV, Inclytum Fratrum Minorum conditorem (4 de octubre 1918), in AAS X (1918) 437-439, habla de que las limosnas recogidas se entreguen al Comisario de Tierra Santa más cercano quien proveerá de mandarlas cuanto antes al Custodio; Juan XXIII, Sacra Palestinae Loca (17 de abril de 1960) , in AAS LII (1960) 388-390.
[6] Pablo VI, Nobis in animo ( EV 5, 153-187; especialmente los nn. 171-187).
[7] Cf. S. Congregación para las Iglesias Orientales, Como es conocido (Colecta a favor de Tierra Santa) (31de enero de 1979) (EV S1, 692-695); El presente año mariano (Colecta a favor de Tierra Santa) (9 de diciembre de 1987) (EV 10,2400-2403). Todos los años la Congregación escribe una carta, dirigida a todo el episcopado, recordando el deber de la colecta “pro Terra Sancta” y las finalidades específicas.