Procesión diaria en Belén en los lugares de la Natividad

Procesión diaria en Belén en los lugares de la Natividad

Los frailes de la Custodia de Tierra Santa, de manera similar a la procesión del Santo Sepulcro, realizan diariamente otra procesión en Belén, igualmente antigua y a la que asisten numerosos peregrinos.

Es la procesión que se lleva a cabo dentro de la basílica de la Natividad: recorre los lugares más importantes del nacimiento del Salvador, desde la gruta donde nació hasta las grutas que se extienden por la parte subterránea de la basílica.

«Como todas las procesiones de los Santos Lugares, nació con la intención de acoger a los peregrinos y conducirlos, a través de un recorrido concreto, al lugar santo – subraya fray Luis Enrique Segovia, guardián del convento franciscano de Santa Catalina en Belén –. La procesión se celebra de lunes a sábado a las 12:00 por los frailes de la basílica, salvo excepciones debidas a las celebraciones de las demás comunidades, la greco-ortodoxa y la armenia, que gestionan con nosotros este lugar».

La historia de la procesión

La procesión ya está atestiguada en 1623 por fray Tommaso Obicini da Novara (Custodio de Tierra Santa y liturgista), que modifica y actualiza, en su “Processio celebranda ad sanctissimum nascentis Christi presepe in Betlehem”, las oraciones y los himnos del libreto procesional. Esto permite retrotaer la presencia de este rito al siglo XVI, sin lugar a dudas.

La liturgia de la procesión de Belén se estructura no solo sobre los evangelios, sino también sobre citas célebres de San Jerónimo, que vivió mucho tiempo aquí y donde pudo continuar su labor de traducción de la Biblia: en cada estación siempre hay una frase sobre la Navidad extraída de sus cartas, sus comentarios o sus homilías.

Descripción de la procesión diaria

Cada día, la procesión (cuyo Ordo Processionis puede descargarse aquí) incluye la parada y la oración en cuatro estaciones y, para cada una de ellas, está previsto un himno, la incensación y el rezo del Padrenuestro, Ave María y Gloria. Los fieles, en la actualidad un máximo de 30, son invitados a seguir la liturgia con una vela encendida a lo largo de todo el recorrido.

El fraile que preside la liturgia (llamado “hebdomadario”, es decir, el responsable de la celebración del culto en una determinada semana) y los dos ayudantes, junto con el turiferario que se encarga del incienso, encabezan la procesión que empieza en la iglesia de los franciscanos, dedicada a Santa Catalina, y se dirige hasta la gruta de la Natividad.

Aquí se encuentran los primeros 3 altares. La primera parada se realiza en el altar de la estrella, donde nació Jesús: la estrella con la inscripción latina Hic de Virgine Maria Iesus Christus natus est» recuerda aquí el lugar preciso de la Natividad. Después se pasa al Pesebre, donde fue puesto Jesús, y justo enfrente está el altar de los Reyes Magos, donde los latinos celebran la santa misa todos los días.

Al final de la tercera estación se sale en procesión hacia un pasillo (pasaje privado de los latinos) que une la Natividad con las grutas que guardan los otros altares. Mientras que en los siglos anteriores la procesión establecía una parada en cada uno de ellos, hoy solo se elige uno cada día como último punto del recorrido: el hebdomadario es quien decide cuál será el orden semanal a seguir.

Los altares son seis: el dedicado a San José, a los Santos Inocentes, al oratorio y cenotafio de San Jerónimo, a los santos Paula y Eustaquio y al sepulcro de San Eusebio. El sábado, día dedicado tradicionalmente a la Virgen, la procesión concluye de nuevo en la iglesia con la incensación del altar de Santa Catalina.

«A veces hay grupos de peregrinos que quieren rezar en su propio idioma: pero debido al statu quo, que también se aplica aquí, el canto debe hacerse en latín, mientras que las oraciones se pueden rezar en distintos idiomas – subraya fray Enrique –. En la basílica, el sacristán coordina las celebraciones entre franciscanos, ortodoxos y armenios, para facilitar a los peregrinos una visita más ordenada a estos lugares santos. Y esta procesión también se hace por ellos: el recorrido les ayuda cada día a revivir el momento y los lugares del nacimiento y la manifestación del Señor Jesús, y los acompaña, con oración y cantos, en la contemplación de este misterio».

La procesión sigue este recorrido:
1. Altar de la Natividad / 2. Estación en el Sagrado Pesebre / 3. Estación en el Altar de los Magos;
4. - Altar de st José
- Tumbas de los Inocentes
- Tumba de San Jerónimo
- Tumba de santos Paula y Eustochio
- Tumba de San Eusebio de Cremona
- Altar mayor de Santa Catalina.

Silvia Giuliano