Los Terra Santa Schools
Entre las actividades de la Custodia tiene particular importancia la educativa y formativa que se dirige hacia la población local y a los laicos y religiosos procedentes de todo el mundo. Desde 1550 los franciscanos, con la apertura de la primera escuela parroquial en Belén seguida después por las de Jerusalén y Nazaret, inauguraron una larga tradición en la formación educativa para los jóvenes.
Actualmente las escuelas son quince, en tres continentes distintos, con casi 10.000 alumnos.
La atención de la Custodia se ha dirigido también al proceso de educación para la tolerancia y el respeto pacífico de los distintos credos, de emancipación de la mujer en la sociedad y de la extensión de la alfabetización para todos, incluidos los más pobres.
Studium Biblicum Franciscanum
Junto a la oferta formativa de las escuelas, la Custodia promueve su propia actividad de investigación y formación científica a través del Studium Biblicum Franciscanum. El SBF es una institución científica para la investigación y la enseñanza académica de la Sagrada Escritura y de la arqueología de los países bíblicos. Fue fundado por la Custodia de Tierra Santa en 1901 y funciona ininterrumpidamente desde 1924. Desde 1960 forma parte de la Universidad Pontifica Antonianum de Roma. En 2001 se convirtió en Facultad de Ciencias Bíblicas y Arqueología. Tiene su sede en Jerusalén en el Convento de la Flagelación y comprende dos ciclos de especialización, Licenciatura y Doctorado en Ciencias Bíblicas y Arqueología. Al SBF está unido un primer ciclo para la formación teológica, realizado en el Studium Theologicum Jerosolymitanum, situado en el Convento de San Salvador.
Centro Muski
Otro Instituto importante es el Muski, o centro de estudios orientales de El Cairo, que centra sus estudios e investigaciones sobre las comunidades cristianas de Oriente Medio. La actividad principal del Muski es la de sus publicaciones, que representan una preciosa documentación para el Cristianismo en Oriente Medio. El centro dispone de una biblioteca única en su género: más de treinta mil volúmenes y una buena colección de manuscritos orientales en árabe, siríaco, copto, armenio, turco y persa.
Nota sobre la fundación del Convento de Mouski
El 21 de Abril de 1632, Giovanni Donato, Cónsul de Venecia, ofreció al Padre Paolo da Lodi, quien poco menos de un año antes fue nombrado Custodio de La Tierra Santa (22 de Agosto de 1631), una residencia fija para los Franciscanos en el Cairo. Los Franciscanos habían sido capellanes para la colonia Veneciana en la misma ciudad por muchos años. Con este fin, el comerciante Veneciano Domenico Savio permitió a los Frailes usar su casa, "junto al coro de la capilla Veneciana”. La Embajada estaba ubicada en el distrito de Mouski, el famoso bazar del Cairo, ahora en la Calle Bendaka 12 (venecianos).
El 16 de Enero de 1633, el mismo Cónsul hizo una concesión similar a los Frailes en Alejandría, “considerándola perfectamente correcta para proteger a los Padres Franciscanos que vienen aquí por el Cristianismo y luego continúan hacia Jerusalén…”
De esta manera los Franciscanos fueron capaces de llevar a cabo sus actividades con mayor regularidad. Al paso del tiempo, el gran flujo de europeos propiciado por Mohammed Ali y sus sucesores, hicieron del convento de Mouski la parroquia Latina más grande del Cairo, con tres sucursales: San José, Bulacco y Meadi, las cuales luego se convirtieron en parroquias independientes. La parroquia de Mouski tuvo su apogeo en la última década del siglo 19 y a inicios del siglo 20, con cerca de 20.000 devotos, la mayoría italianos, pero también muchos Malteses, austriacos, Eslavos, franceses y de nacionalidades Orientales. La Iglesia de Mouski, la cual ha sido sans catedral desde 1858, fue un punto de referencia para todos estos grupos étnicos, como prueban los vastos archivos de la parroquia, cuyos registros más tempranos se remontan a 1611. Durante las preparaciones para las celebraciones de Pascua, al momento de la parroquia magnífica, los sermones Cuaresmales se predicaron en cinco lenguajes: italiano, maltés, francés, alemán, eslavo. Mucha actividad pastoral era emprendida alrededor del Santuario de Nuestra Señora, declarada Reina de Egipto por el Cardenal Gustavo Testa en 1939.
Con la creación de las tres parroquias de San José, Bulacco y Meadi (1920), la parroquia de Mouski dejó de ser la más grande. El número de devotos disminuyó tras de la Segunda Guerra Mundial. La Revolución Egipcia (1952) y especialmente la ocupación del Canal de Suez (1956), provocó un éxodo enorme. Hoy en día la parroquia Latina tiene contadas familias.
La Custodia de la Tierra Santa, para revivir el gran convento, decidió fundar un Centro Franciscano para Estudios Cristianos Orientales.
El Centro Franciscano para Estudios Cristianos Orientales
Información General
El Centro Franciscano para Estudios Cristianos Orientales fue inaugurado en el convento de Mouski el 16 de Septiembre de 1954. Los fundadores fueron el Padre Veneciano Giacinto Faccio, en ese entonces Custodio de la Tierra Santa, y el primer Director, Padre Martiniano Roncaglia. Asistieron a la inauguración el primer Presidente de la República Egipcia Mohammed Naguib, El Nuncio Apostólico, y varias dignidades civiles y religiosas. La Custodia de la Tierra Santa venía durante mucho tiempo abrigando el deseo de fundar una obra de esta índole Tras de la Revolución Egipcia en 1952, el gran monasterio de Mouski – una vez la gran parroquia Latina del Cairo – se había quedado vacía. Fue ahí que nuestro Centro de Estudios fue fundado, para hacer un buen uso de este convento.
Al inicio los propósitos no estaban muy claros. Incluso se habló de una Universidad Católica, y fueron publicados temas de literatura Árabe y Estudios Islámicos. No obstante, pronto se establecieron dos objetivos: a) continuar la investigación en historia de la Tierra Santa, siguiendo las huellas del Padre Girolamo Golubovich; b) Incrementar los estudios relacionados con las comunidades Cristianas en el Oriente Medio. Estos son aun los propósitos del Centro en estos tiempos.
El Centro ha tenido siempre dos actividades principales: a) el contacto con el mundo cultural Cristiano y no-Cristiano; b) la publicación de estudios e investigaciones sobre estas comunidades.
La intención del Padre Giamberardini, el segundo Director del Centro, fue adquirir un especialista para cada comunidad. Con el tiempo se hizo claro que esta idea estaba bien fundada. De hecho, los sectores mejor desarrollados son aquellos que afortunadamente tienen este tipo de especialistas. Al momento, las secciones más exitosas son la Cóptica, Árabe-Cristiana, Armenia y Tierra Santa.
Biblioteca
La biblioteca tiene dos grandes sectores: el general (teología, historia, geografía, arte, etc.) y de temas especiales, por ejemplo la herencia cultural de las otras comunidades Cristianas Orientales; Copta, Árabe - Cristiana, Siríaca, etc. Estas secciones especiales están categorizadas bajo la sección Árabe Cristiana, en otras palabras, el material religioso-cultural Cristiano escrito en árabe.
El núcleo inicial de la Biblioteca se compuso de libros más útiles para la misión del Centro, reunidos de los varios conventos de la Custodia. Al paso del tiempo llegaron más libros ya sea comprados directamente o donados, o por suscripciones a revistas y colecciones. Ocasionalmente se hacen adquisiciones locales y también desde la feria del libro del Cairo (cada año, a finales de enero).
Nuestra biblioteca actualmente puede considerarse como una de las mejores del Cairo, única en su género por su especialización. Cuenta con más de 50.000 volúmenes, así como una buena colección de revistas y manuscritos Árabe-Cristianos y Occidentales (más de 1.000), así como otra colección de manuscritos Islámicos (esperando ser clasificadas).
Cuatro grandes pinturas de gran valor, con escenarios de Venecia, posiblemente del siglo XVIII (una representa el Palacio Ducal), aun evocan la “Serenissima”.
Publicaciones
La principal actividad del Centro al momento es la investigación. El trabajo del personal del Centro y sus asistentes es publicado ya sea en el periódico Studia Orientalia Cristiana Collectanea (SOC), llamado por facilidad SOC Collectanea, que ya ha alcanzado el Volumen 37, o en las series Monográficas.
Collectanea se publica desde 1956 y recoge distintos artículos publicados en italiano, francés, árabe y copto. Se distribuye a través de Brepols International. Los números anteriores al año 2007 están disponibles a través de la Librería Terra Santa de Milán (tfno: 02 34 91; e-mail: libreria@edizioniterrasanta.it o bien contactando con el distribuidor: www.brepols.net).
Las publicaciones del Padre Gabriele Giamberardini (fallecido en 1978) – quien puede ser considerado pionero en estudios Coptos Cristianos, constituyen una colección de primera clase. Además del mundo Copto (traducción al Cóptico de “El Destino de los Muertos”, 1965; San Giuseppe nella tradizione copta [San José en la Tradición Copta], 1966; II Culto Mariano in Egitto [El Culto Mariano en Egipto], 1975-58; etc), el Padre Giamberardini también estuvo interesado en la historia de los Franciscanos en Egipto (Lettere dei Prefetti Apostolici [Cartas de los Prefectos Apostólicos], 1960; Cronaca della Missione Francescana [Crónica de la Misión Franciscana], 1962, etc.). Tras de su partida, la guerra de 1967, la guerra en Líbano, y la falta de personal, las publicaciones disminuyeron considerablemente, y se recuperaron primero en los 80’s, y de ahí aun más en los inicios de los 90’s, gracias a la llegada de un nuevo investigador (El Padre L. Cruciani) y la sistematización del proceso editorial. Algunas de las mejores publicaciones recientes incluyen: La Cronaca di Santa Caterina [Crónicas de Santa Catalina], 1994; edición bilingue (Árabe-Latin) de la Ley Canónica en iglesias Católicas Orientales, 1995; La monumental Summa Teologica de Ibn al’Assal’s (siete volúmenes) 1999; finalmente, en el 2003, La Storia della Chiesa Copta [La Historia de la Iglesia Copta], 3 volúmenes. La sección Armenia tiene varios estudios y textos sobre Eliseo el Armenio, biografías de Georges de Skevra, y de éste último, el comentario sobre Isaiah, documentos sobre las masacres de 1915 en Mardin, etc.
En su libro Gli Ebrei Caraiti tra etnia e religione, en la página 16, Emanuela Trevisa Semi, de la Universidad de Venecia, hace reconocimiento de la asistencia que recibió: “Los Padres del Centro Franciscano del Cairo para Estudios Cristianos Orientales demostraron una voluntad verdaderamente fraternal para ayudarme tanto materialmente en el contacto con la comunidad Caraita en el Cairo, como al recuperar - de su valiosa y misteriosa biblioteca – textos que nunca pensé que encontraría en el Cairo”
Consultores
Desde su inicio, dada la falta de personal, el Centro se ha valido de consultores externos, cuya asistencia es un apoyo altamente valioso para el Centro. Podríamos mencionar al querido Kush Burmester, Otto Meinardus, Prof. Khater y, últimamente el Prof. B. Pirone de Escuela de Estudios Orientales de Nápoles, Prof. Serra de la Universidad de La Sapienza en Roma, Sr. Alberto Elli, etc.
Otras actividades
El personal del Centro no solo trabaja en investigaciones y publicaciones, sino que también asume otra actividad muy importante: asisten a los lectores. Gracias a nuestro Centro se han escrito muchas tesis de licenciatura y doctorado. Innumerables estudiantes de los seminarios religiosos e institutos del Cairo, encuentran libros y asistencia en nuestra biblioteca. También profesores y estudiantes de universidades Egipcias, la mayoría Musulmanes, pueden encontrar apoyo y asistencia de nuestra parte. Estamos satisfechos de señalar la progresividad del mundo Árabe hacia los estudios Cristianos. Se ha dado particular atención al periodo Bizantino y a las Cruzadas. Con nuestra asistencia, en 1982, una tesis sobre San Efrén se presentó en la Universidad de Al-Azhar. La Universidad del Cairo y otras más han presentado tesis sobre Bizancio al mando de Heráclito (1985), hablando del Enoticon, Monoteletismo, etc.; el Crisma de Oriente y su influencia en las relaciones entre el Oriente y el Occidente; la teoría del conocimiento de San Buenaventura; el “ Contra Celsum” de Orígenes Actualmente se está realizando una traducción al Árabe de los Anales de Caffaro, uno de los primeros historiógrafos de las Cruzadas, con la asistencia de un profesor de la Universidad de Tanta, etc.
Studium Theologicum Jerosolimitanum
El Studium Theologicum Jerosolymitanum está vinculado al SBF como primer ciclo de Teología y tiene su sede en el convento de San Salvador. Está encaminado principalmente a la formación de los candidatos al sacerdocio. Fundado en 1866, el STJ ha recibido cientos de estudiantes provenientes de numerosas naciones y distintos continentes y ha tenido un continuo y progresivo crecimiento.
STUDIUM THEOLOGICUM JEROSOLYMITANUM
Fundado por la Custodia de Tierra Santa (CTS) en 1866 en el convento de San Salvador como seminario mayor para la formación de sus propios candidatos al sacerdocio, el Studium Theologicum Jerosolymitanum (STJ) ha recibido cientos de estudiantes provenientes de numerosas naciones y distintos continentes y ha tenido un continuo y progresivo crecimiento.
El 2 de marzo de 1971 la sagrada Congregación para la Educación Católica concedió al antiguo seminario la afiliación al Pontificio Ateneo Antonianum (desde el 2005 Ponticia Università Antonianum-PUA) de Roma con la denominación de Studium Theologicum Jerosolymitanum y la facultad de conferir el grado de bachillerato en sagrada Teología.
El 15 de marzo de 1982 la misma Congregación constituyó el STJ como parte integrante (I Ciclo) del Studium Biblicum Franciscanum (SBF), sección jerosolimitana de la Facultad de teología de la PUA, dándole así una estructura universitaria. Agregado en 1987 el bienio filosófico, con sede en el convento de Santa Catalina en Belén y en el 2004 transferido a Jerusalén, el STJ comprende el entero Ciclo Institucional o I Ciclo de la facultad de Teología. Como institución universitaria en la Iglesia el STJ recibe además de los seminaristas franciscanos a eclesiásticos y laicos, mujeres y hombres que cuentan con los requisitos necesarios.
STUDIUM THEOLOGICUM JEROSOLYMITANUM
St.Saviour’s Monastery
S. Francis road, 1
P.O.B. 186
91001 Jerusalem (Israel)
Phone number: 972 (0)2 6266787
E-mail: moderatore.stj@custodia.org
segreteria.stj@custodia.org
Skype: segreteriastj
Bibliotecas y archivo histórico de la Custodia
Bibliotecas de la Custodia
Aunque todos los conventos de la Custodia tienen su propia biblioteca, las hay de más o menos importancia según su antigüedad y contenido. Citamos las de Alepo (Siria), Alejandría y el Cairo en Egipto, Belén, Nazaret, Ain Karem y Harissa (cerca de Beirut), todas ellas del siglo XVII. Las de Nicosia y Lárnaca (Chipre) son un poco anteriores, al menos en sus primeros fondos (siglo XVI). Todas poseen obras de valor, sobre todo en materia de orientalismo: gramáticas y diccionarios de lenguas orientales, los Padres, teología, apologética, catequesis, historia, geografía, etc. Entre las bibliotecas más recientes cabe citar: la del convento de Bab Tuma, en Damasco, incendiada el año 1860, pero reconstruida y bien dotada; la del Instituto Bíblico Franciscano de la Flagelación, en Jerusalén, que, fundada en el 1929 con libros cedidos de la biblioteca central de San Salvador, se ha enriquecido continuamente; y la más reciente, que es la del Centro de Estudios Orientales del Cairo. La más importante por antigüedad es la biblioteca del convento principal de la Custodia de Tierra Santa, San Salvador en Jerusalén.
Antigüedad de la Biblioteca central de la Custodia
A cura di fra Franco VALENTE OFM
Según las informaciones proporcionadas por los analistas del Jerusalem Public Lending and Referente Libraries, las bibliotecas más antiguas de Jerusalén son: la del Patriarcado Greco Ortodoxo, fundada en el 1865; la de la École Biblique de los padres Dominicos, del año 1890; la de la Universidad Hebrea, del año 1892; y la de la American School, del año 1901. Se excluyen, naturalmente, los archivos.
Ahora bien, los fondos más antiguos de la actual biblioteca central de la Custodia de Tierra Santa están formados por libros y manuscritos que formaban parte de la biblioteca del convento del Monte Sión, del cual fueron expulsados los franciscanos en el año 1551. Es evidente, por tanto, que la biblioteca central de la Custodia es mucho más antigua que todas las bibliotecas mencionadas anteriormente. Podemos dividir su vida en dos fases: la anterior a 1551 y la posterior a los años 1560-61.
La biblioteca del Monte Sión
En personas que se dedican al estudio, la oración y al ministerio sagrado es natural suponer un gran amor por los libros y su afán por procurárselos. Esto explica la formación de las bibliotecas conventuales desde los inicios de la Orden franciscana, en el siglo XIII.
La Casa Madre de los Franciscanos de Tierra Santa, el convento del Monte Sión, edificado en el 1335, no podía ser una excepción. Los religiosos allí residentes formaban una comunidad bastante numerosa: al inicio eran doce, pero pronto el número ascendió a veinte e incluso más. Provenientes de todos los países de Europa, se procuraron importantes manuscritos y, después de la invención de la imprenta, a mitad del siglo XV, los primeros libros salidos de las prensas.
Así se formó una biblioteca conventual. La Biblioteca y la Farmacia del Monte Sión eran bien conocidas de los numerosos peregrinos que los Franciscanos hospedaban y guiaban en la visita a los Santos Lugares.
Esta antiquísima librería del Monte Sión constituye por tanto el fondo más precioso de la biblioteca de San Salvador. Es cierto que con el correr de los siglos muchos libros y manuscritos se han perdido, aunque creemos que la parte principal esta reunida y conservada en la biblioteca de San Salvador.
Los manuscritos constituyen la parte más antigua. Entre los que han llegado a nuestras manos, uno de los más valiosos es una obra de medicina del más grande y original de todos los médicos musulmanes, Abu Bakr Muhammad IBN ZAKARIA AL RAZI (865-925), llamado comúnmente Liber Almansoris, por el nombre de su mecenas Mansur ibn Ishaq al-Samani. Es un gran manuscrito in-folio, de fines del siglo XIII o inicios del XIV, con la traducción latina de la obra árabe, ornada de bellas miniaturas en rojo y azul, y con numerosas y antiguas notas marginales. Fue por mucho tiempo utilizado por nuestros médicos y enfermeros del Monte Sión.
Otro manuscrito importante es el Mamotrectus o Correctorium de la Biblia, del franciscano Giovanni MARCHESINI da Regio, en dos ejemplares, del siglo XIV. También es precioso el pequeño códice que contiene diversos tratados de San Bernardino de Siena (De contractibus et usuris y De restitutione) y de san Juan de Capistrano (De matrimonio), copiado hacia el año 1518 por Frate Ugo de Aquitania, franciscano del Monte Sión, con dos preciosas miniaturas que representan a los dos santos.
Sin embargo no se debe pensar que todos los manuscritos de la biblioteca custodial provengan de aquélla del Monte Sión. La mayoría fueron adquiridos gracias a los esfuerzos de fra Agustín ARCE, que fue responsable de la biblioteca por casi cuarenta años (desde 1936).
El otro fondo importante de la biblioteca custodial está constituido por los incunables. Casi todos provienen de la biblioteca del Monte Sión. Tratan de todas las materias que formaban el bagaje cultural del hombre culto de entonces: Biblia, Derecho, Teología, Filosofía, Literatura, Medicina, Casuística, Ascética, Historia, Predicación, Decretos y Constituciones Clementinas, Apologética… Van del 1472 al 1500, última fecha de los incunables. Hay textos y comentarios de la Biblia, de los Padres, de los Escolásticos como Alessandro di Hales, san Buenaventura, Duns Scoto, santo Tomás de Aquino, Nicolaus de Ausmo, etc. El incunable más antiguo de nuestra biblioteca es el Opus Quadragesimale de Roberto CARACCIOLO (Venecia, 1472). Dignos de mención son: los Sermones de San Efrén (Brescia, 1490), el Fortalicium Fidei del franciscano Alfonso de Espina (Norimberga, 1494), la Historia Ecclesiastica de Eusebio (Mantova, 1479) y el De Civitate Dei de san Agustín (Venecia, 1475).
La otra grande especialidad de la biblioteca del Monte sión son las obras de medicina. Dado que había en el convento una farmacia y una enfermería, célebres para los religiosos y peregrinos, se fueron reuniendo las obras de medicina y cirugía más importantes del tiempo. El lector encontrará su descripción detallada en la obra del P. ARCE Miscelánea de Tierra Santa tomo I, en el capítulo Libros antiguos de medicina en la Biblioteca de San Salvador (Jerusalén, 1950), páginas 251-317.
Antes de concluir esta nota sobre la biblioteca del Monte Sión, vale la pena recordar que varios peregrinos dicen haber encontrado muchos de los libros que buscaban, entre ellos: Tucher (1479-80) en su Pilgerfahrt, en el Reyssbuch de Feyrabend, p. 306; Baumgarten 81507) en su Peregrinatio, p.99, etc.
Del Monte Sión al convento de la Columna
La biblioteca del Monte Sión fue transportada poco a poco, en el año 1560-61, al nuevo convento llamado entonces de la Columna (deir el-`Amud) y ahora San Salvatore. Dispuesta sobre el pequeño claustro del convento primitivo, que aún se puede ver, allí permaneció hasta finales del siglo XIX, en que fue construida la nueva biblioteca al este de la sacristía, que era primitivamente el coro y el presbiterio de la primera iglesia de San Salvador.
La biblioteca permaneció en aquel local hasta que fue necesario encontrar un nuevo sitio para hacer lugar a los nuevos libros, y para hacerla accesible al público. Después de dos años de trabajo, de 1975 a 1977, la nueva sede estuvo lista: una bella sala en la planta baja del convento de San Salvador, con una longitud de 28,20 metros y una profundidad media de 14 metros.
En el momento del traslado al nuevo convento, la biblioteca podía contar con algún centenar de volúmenes: manuscritos, incunables y libros del 1500, nada comparable a la biblioteca moderna. No hay que asustarse por el número tan reducido de libros y códices, pues sabemos que la biblioteca del Sacro Convento de Asís, que era la más rica del mundo después de la de los Papas de Aviñón, tenía en 1381 poco más de 700 volúmenes; y la biblioteca vaticana, cuando NICCOLÒ V la organizó en el 1447, no tenía más de 350 códices latinos, más alguno en griego y árabe, número que pasó a 1160 un poco después, y a 3.500 manuscritos y obras impresas en el 1481, cuando SIXTO IV agrandó el local.
También la biblioteca custodial ha visto aumentar constantemente, aunque a un ritmo menos rápido, sus fondos de manuscritos y obras impresas. Un siglo después de la instalación en sus nuevos locales contaba con cerca de 2.500 libros; a mediados del siglo XIX llegaba a los 12.000; en 1936 eran cerca de 20.000. Hoy (2007) llegan a más de 40.000 obras. Además recibe, por abono y de forma gratuita, muchas e importantes revistas de teología, liturgia, derecho canónico, misionología, orientalismo, historia de la Iglesia, hagiografía, franciscanismo, etc.
Este notable enriquecimiento se debe a varios motivos. El principal es la preocupación constante de enriquecerla por parte de sus responsables. Entre éstos se debe mencionar a fra Cipriano de Treviso († 1883),el historiador fra Girolamo GOLUBOVICH († 1941), el ya citado fra Agustín ARCE y fra Sabino DE SANDOLI († 2001).
Los Comisarios de Tierra Santa, sobre todo el de Madrid y el de París, y los padres Delegados de Tierra Santa en Roma han aportado muchas obras de gran valor. También los libros dejados por los religiosos difuntos y los regalos por particulares y de sociedades científicas han contribuido en gran medida al engrandecimiento y enriquecimiento de la biblioteca.
Principales tesoros
Además de los manuscritos y algunos incunables de los que hemos hablado, la biblioteca de San Salvador posee numerosas obras raras y preciosas de los siglos XVI y XVII; grandes colecciones, como las dos Patrologie, griega y latina, del MIGNE; los Acta Sanctorum de los Bolandistas, en 70 volúmenes in-folio, y muchas otras grandes obras; las principales enciclopedias; muchos de los grandes diccionarios de teología, liturgia, arqueología, Sagrada Escritura, espiritualidad, derecho canónico, historia y geografía eclesiástica, etc.; y sobre todo, la sección de PALESTINOLOGÍA, que comprende una rica cosecha de Itinerari di Terra Santa. Éste es su más específico y precioso tesoro: se trata de hecho, de algunos centenares de diarios de viaje, del incunable de Breidenbach hasta nuestros días.
Las secciones de la biblioteca son: Palestinología, Custodia de Tierra Santa, Oriente Cristiano, Judaica et Talmudica, Islamica, Armeniaca, Arabica, Historia de las Cruzadas, Historia del Medio Oriente, Historia de la Iglesia, Historia civil, Geografía, Teología dogmática, Teología moral, Bíblica, Patrología, Cristología, Eclesiología, Concilios, Mariología, Pastoral, Predicables, Liturgia, Espiritualidad, Catequética, Apologética, Derecho canónico, Franciscanismo, Hagiografía, Biografía, Literatura de varias lenguas, Literatura griega y latina, Arte, Ciencias naturales y Medicina, Enciclpedias, Léxicos y Gramáticas, Incunables, Manuscritos, y otras secciones menores.
La biblioteca de San Salvador tiene, evidentemente, muchas secciones, aunque está especializada de modo particular en lo que atañe a la historia y los itinerarios de los santuarios de Tierra Santa y lo relativo al franciscanismo en cuanto a las fuentes y estudios.
En todas las épocas, la biblioteca ha estado visitada y utilizada por los estudiosos. Basta citar a CHATEAUBRIAND, SALZBACHER y a los grandes bibliógrafos de Palestina TOBLER y RÖHRICHT.
Bibliografía
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Id., The Central Library of the Custody of the Holy Land Jerusalem, in Miscelánea de Tierra Santa III, Jerusalem, 1975, 444-456.
Id., La Bibliothèque Centrale de la Custodie de Terre Sainte, in Miscelánea de Tierra Santa IV, Jerusalem, 1982, 423-432.
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Id., Itinerarios raros y preciosos de Palestina. Extractos, aportaciones y notas criticas, Jerusalem, 1963.
GOSSELIN N., La bibliothèque des Frères de la Corde au Mont Sion, in ACTS, Jerusalem, 30 (1985) II 377-400.
MISTRIH V., Catalogue des manuscrits arabes du couvent de St. Sauveur des Frères Mineurs à Jérusalem, in Studia Orientalia Christiana Collectanea, Cairo - Jerusalem, 33 (2000) 115-226.
A cura di fra Franco VALENTE OFM ex direttore della biblioteca di San Salvatore
El archivo histórico de la Custodia
El archivo histórico de la Custodia de Tierra Santa tiene una historia de más de siete siglos. Se trata del archivo católico más antiguo de los existentes en Tierra Santa y documenta no sólo las vicisitudes de la institución religiosa in loco sino también la presencia católica en muchas regiones del Oriente Próximo. A causa de su atormentada historia, el archivo ha cambiado de nombre en el curso de los siglos y sólo en 1975 adoptó la denominación actual de “Archivo Histórico de la Custodia de Tierra Santa”. Precisamente en la primavera de aquel año se finalizaron los trabajos de restauración y adaptación de los locales destinados a su uso exclusivo en el convento de San Salvador, donde hoy se conserva.
Historia del Archivo de la Custodia de Tierra Santa de Jerusalén
La historia de un archivo es un poco la historia de los inicios de la institución de que forma parte y de la que es expresión.
El archivo histórico de la Custodia de Tierra Santa tiene una historia de más de siete siglos y puede honrarse de haber sido visitado por Pío X y Chateaubriand, que aparecen mencionados en sus escritos. Se trata del archivo católico más antiguo de los existentes en Tierra Santa y documenta no sólo las vicisitudes de la institución religiosa in loco sino también la presencia católica en muchas regiones del Oriente Próximo.
A causa de su atormentada historia, el archivo ha cambiado de nombre en el curso de los siglos y sólo en 1975 adoptó la denominación actual de “Archivo Histórico de la Custodia de Tierra Santa”. Precisamente en la primavera de aquel año se finalizaron los trabajos de restauración y adaptación de los locales destinados a su uso exclusivo en el convento de San Salvador, donde hoy se conserva.
Durante sus dos primeros siglos de vida el archivo se hallaba en el convento del Monte Sión, lugar que los franciscanos consiguieron en los comienzos de su presencia en Tierra Santa. De aquel período se tienen testimonios escritos que se refieren al archivo con el nombre de capsa privilegiorum y se localizaba en la celda del P. Custodio. Cuando, en 1551, los franciscanos tuvieron que abandonar el Cenáculo y establecerse en el convento de San Salvador, el archivo se trasladó con ellos y empezó a enriquecerse sin parar por los distintos archiveros que se fueron sucediendo.
La función de archivero, como oficio bien definido y distinto de los demás, aparece por primera vez en 1868 y en 1882, siendo establecido oficialmente sólo a partir de 1918. Esta discontinuidad, junto con otros factores como la negligencia, destrucciones y el deterioro natural, han causado algunas lagunas en el archivo. Tales lagunas, no obstante, permiten a los estudiosos reconstruir la historia, no sólo partiendo del material presente sino también de los documentos fragmentarios o incluso de los que faltan.
El tipo de documentación que se ha ido archivando durante siglos, así como la que se ha ido descartando, nos dice mucho de la vida de la Custodia y de la evolución de los problemas que se han ido afrontando en Tierra Santa.
El material del archivo se puede dividir en dos períodos históricos, correspondientes a las sedes en las que se encontraba: el período del Monte Sión, de los siglos XIV al XVI, y el período del convento de San Salvador, desde el siglo XVII hasta nuestros días.
Del primer período se han conservado sobre todo documentos de carácter jurídico de procedencia ajena a la Orden. Se trata de bulas pontificias y de documentos públicos y privados en árabe referentes a autorizaciones, reconocimientos oficiales, sentencias de tribunales, actas de compra-venta, títulos de propiedad y de derechos civiles y eclesiásticos. Del tipo de material conservado se deduce que los frailes en sus primeros dos siglos estaban principalmente preocupados por el dato jurídico, pues esto era lo que les permitía vivir y subsistir en Tierra Santa.
En el segundo período, a partir del siglo XVII, la Custodia evolucionó creando organismos en su interior, como por ejemplo los Comisariados de Tierra Santa que en aquel siglo recibían su plena definición jurídica. El archivo, consecuentemente, ha registrado toda esta evolución. Las exigencias de estas nuevas instituciones han hecho necesaria una catalogación de los documentos más precisa y vigilante.
El Fondo de los Firmanes
El "Fondo de los Firmanes" es uno de los fondos más ricos e importantes del Archivo Histórico de la Custodia de Tierra Santa que se conserva en el convento de San Salvador.
Está formado fundamentalmente por documentos de carácter histórico-jurídico cuyo estudio permite conocer con profundidad las vicisitudes de los franciscanos y la historia del Catolicismo en Tierra Santa bajo el Imperio Otomano.
Como su propio nombre indica, el fondo contiene, entre otros, los firmanes decretados por el sultán turco a lo largo de la dominación otomana.
¿Qué es un firmán?
El término firmán etimológicamente viene del persa ({farmán}). Puede significar orden, autoridad, voluntad, deseo, permiso... Es decir, indica algo abstracto que debe realizarse. Con el paso del tiempo, la palabra {farmán} pasó a designar al mismo escrito, al documento con el que se imparte una orden. Al principio, el término se usaba para todo tipo de documentos, sólo en época tardía entró a formar parte del lenguaje administrativo.
El “Fondo de los Firmanes” no contiene sólo firmanes del período otomano. En él se encuentran documentos, tanto en lengua árabe como en turco, referentes a las propiedades y derechos, procedentes en su gran mayoría de autoridades e instituciones civiles, tanto locales como del gobierno central.
Los documentos más antiguos se remontan al siglo XIII, la mayoría de ellos en papel y sólo unos pocos en pergamino. Entre los documentos que datan de principios de 1517 se encuentran los procedentes del gobierno egipcio. Del período que va desde 1517 hasta la segunda década del siglo XX son todos documentos emanados del gobierno turco de Estambul. Los más recientes son del período del mandato inglés. No faltan documentos de carácter privado, aunque siempre de tipo jurídico, como compra-ventas, donaciones, transacciones y declaraciones de distinto tipo.
El documento más antiguo de todos es una {hogget} –sentencia- motivada por una controversia jurídica entre los franciscanos y Giacomo Zummi, que reivindicaba la propiedad de un terreno en el Monte Sión. El documento, con fecha de 31 de julio de 1247, resolvió la disputa en favor de los franciscanos. El segundo más antiguo es un firmán de 1257, emanado del rey sarraceno Yusuf, tataranieto de Saladino, que permitía a los franciscanos recubrir con plomo la cúpula de la iglesa del Monte Sión.
Ésta es la peculiaridad de los firmanes: los documentos reflejan parte de la vida cotidiana de los franciscanos en Tierra Santa, muchas veces hecha de injusticias y tensiones, soportadas a lo largo de los siglos para conservar la catolicidad, el derecho a visitar, a rezar y celebrar la liturgia en los santuarios de Tierra Santa.
Aquí puedes ver los Firmanes del Archivo
El Instituto Magníficat
El Instituto “Magníficat” de Jerusalén es una Escuela de Música que nació, en el corazón de la Ciudad Vieja de Jerusalén, en 1995 por decisión del Capítulo de la Custodia franciscana de Tierra Santa.
Única en su género, promueve el estudio de la música ofreciendo una preparación profesional siendo, sobre todo, un lugar de diálogo y de educación pacífica para la convivencia donde chicos y chicas musulmanes, cristianos y judíos estudian juntos, unidos por la pasión común por el arte de la música. El Instituto Magníficat tiene también como misión el servicio litúrgico en los Santos Lugares (como por ejemplo en la Basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén y la Basílica de la Natividad en Belén). Además, el Instituto ofrece un ciclo de enseñanza académico de alto nivel que permite el acceso a diplomas y reconocimientos universitarios europeos.
La escuela en este momento tiene más de 200 jóvenes alumnos y cerca de 18 profesores, con un éxito creciente. En el Magníficat se enseña: piano, violín, viola, violoncello, órgano, canto, guitarra, composición, flauta, percusión, música coral, solfeo e Historia de la Música.
Terra Sancta Organ Festival
El Terra Sancta Organ Festival es una forma de testimoniar la presencia de las comunidades cristianas en Oriente Medio y Levante también en el campo de la música y de la cultura. Aquí, la música de órgano representa una contribución artística de excelencia, percibida como específicamente cristiana, ya que el órgano de tubos está presente casi exclusivamente en las iglesias. El festival también es una ocasión para promover el mantenimiento de los órganos y el estudio de este instrumento, necesario para la liturgia.
La particularidad del Terra Sancta Organ Festival es que se desarrolla en las iglesias y santuarios de Tierra Santa y en los lugares donde los franciscanos de la Custodia de Tierra Santa están presentes desde hace siglos.
Terra Sancta Museum
El primer museo de los franciscanos se abrió en 1902 en una sala del convento de San Salvador en Jerusalén. La larga historia del museo continuó en el convento de la Flagelación en Jerusalén, donde se trasladó y se inauguró el 10 de febrero de 1931. Después de más de cien años desde su fundación, un proyecto de renovación total ha convertido el museo franciscano en el Terra Sancta Museum.
La misión del Terra Sancta Museum es hacer que el mundo conozca las raíces del cristianismo y la historia de la presencia cristiana en Tierra Santa, a través de las extraordinarias colecciones arqueológicas e histórico-artísticas de los franciscanos de Tierra Santa.
Actualmente el museo está compuesto por tres secciones:
- Una sección multimedia (inaugurada en 2016) que consiste en una instalación multimedia que permite descubrir el Via Crucis en la vía Dolorosa. En el convento de la Flagelación en Jerusalén, el visitante se sumerge en un ambiente de luces, sonidos, ruido ambiental, historias y animaciones, y se transporta al tiempo de Herodes en el que se desarrollaron los dramáticos acontecimientos de la pasión, muerte y resurrección de Cristo.
- Una sección arqueológica (inaugurada en 2018), ubicada también en el convento de la Flagelación, en la vía Dolorosa de Jerusalén. En seis salas, el visitante puede encontrar hallazgos ligados a las instituciones políticas del periodo herodiano, a la vida cotidiana en tiempos del Nuevo Testamento hasta las primeras experiencias del monacato. La sección arqueológica incluirá también colecciones extraordinarias especializadas, procedentes de Egipto y Mesopotamia.
- Una sección histórica (cuya inauguración está prevista en 2020), que se albergará en el convento de San Salvador en Jerusalén. Desde septiembre de 2016 un comité científico internacional dirigido por Béatrix Saule (directora emérita del Museo del Castillo de Versalles) trabaja en una estrategia común para la recaudación de fondos y la creación de este nuevo museo. Estará compuesto por colecciones raras y extraordinarias de escultura, pintura, orfebrería (cálices y candelabros), códices miniados de 1400 y 1500, ajuares, vestiduras litúrgicas y valiosos documentos de archivo, frascos de farmacia raros y armaduras, objetos en su mayoría donados durante siglos por las casas reales europeas, las repúblicas italianas y el Estado de la Iglesia para mostrar su devoción a los Santos Lugares y ayudar a la Custodia.