“Mirad la humildad de Dios”: Novena de Navidad con los frailes de la Custodia

“Mirad la humildad de Dios”: Novena de Navidad con los frailes de la Custodia

El viernes 15 de diciembre, los frailes franciscanos de la Custodia de Tierra Santa empiezan la Novena de Navidad. En la iglesia de San Salvador de Jerusalén, cada tarde a las 19:00, durante la celebración de las vísperas, se propone una breve meditación sobre el tema de la humildad.

Humildad y fraternidad

“El hilo conductor de las meditaciones está tomado de una expresión de San Francisco que se encuentra en la Carta a toda la Orden: ‘Mirad, hermanos, la humildad de Dios’. Este será el centro de las meditaciones de la Novena de Navidad”, explica fray Piermarco Luciano, vicario del convento de San Salvador. Otra característica de la Novena de este año es que las meditaciones se han encargado a tres frailes en lugar de a un solo predicador. “Francisco insiste mucho en la fraternidad – explica fray Piermarco –, por eso hemos pensado organizar esta Novena para subrayar este aspecto”. Cada fraile abordará el tema desde un ángulo distinto y con diferentes recursos: Antiguo Testamento, Nuevo Testamento y fuentes franciscanas.

El Antiguo Testamento

Las tres primeras meditaciones se han encomendado a fray Sérgio Góis, del 15 al 17 de diciembre inclusive. “Desarrollaré mis meditaciones a partir de tres textos del Antiguo Testamento – señala –. La primera será sobre el llamado protoevangelio, el pasaje del Génesis 3,15 donde en las palabras de Dios a la serpiente vemos que la caída del hombre no es una situación definitiva, por tanto, ya hay una esperanza”. Luego será el turno del profeta Isaías, “que habla de un niño que nacerá y de un rey que reinará para siempre: es la promesa de la venida del Mesías”. El tercer día la meditación se centrará en la invitación a alegrarse que el profeta Zacarías dirige a Jerusalén porque: “Mira que viene tu rey, justo y triunfador, pobre y montado en un borrico, en un pollino de asna” (Zac 9,9). “Estos tres textos – subraya fray Sérgio – muestran nuestra condición humana, asumida por Dios con la encarnación, la promesa mesiánica y la venida del Rey, de manera única, en humildad”.

El Nuevo Testamento

Del 18 al 20 de diciembre, las meditaciones de la Novena partirán de algunos pasajes del Nuevo Testamento, siguiendo siempre con el tema de la humildad. Predicará fray Gerson Rodríguez. “La primera reflexión está inspirada en la invitación de Jesús a aprender de Él, que es manso y humilde de corazón (Mt 11,29)”. El centro de la segunda meditación es el himno cristológico de San Pablo en la Carta a los Filipenses (Fil 2,5-8), un himno que nos es muy querido porque lo cantamos todos los sábados durante las vísperas.  Meditaremos sobre el hecho de que Jesús, aun siendo de naturaleza divina, se hace siervo, como escribe San Pablo. Aunque podría manifestar abiertamente su divinidad, prefiere mostrarla a través del servicio”. Las palabras de San Pablo a los Corintios (2Cor 8,9) son las elegidas para la última reflexión de fray Gerson, la sexta de la Novena: “(Jesucristo), siendo rico, se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza”. En la encarnación del Hijo de Dios “nos es dada la filiación divina, el don del Espíritu Santo, para que podamos vivir y hacer presente la nueva humanidad que Jesús ha manifestado”.

La Navidad de Greccio

Fray Piermarco realizará las tres últimas meditaciones de la Novena de Navidad, del 21 al 23 de diciembre. Los textos de referencia serán las fuentes franciscanas, y se dará especial énfasis a la experiencia de San Francisco en la “Navidad de Greccio”, de la que se celebra el 800 aniversario. No es solo un aniversario, sino una gracia que continúa a través de la indulgencia especial que el Papa ha concedido a los fieles que visiten las iglesias franciscanas y recen ante los belenes que se han montado en ellas del 8 de diciembre de 2023 al 2 de febrero de 2024.

La obsesión de San Francisco era Jesús” dice fray Piermarco, que a través de sus meditaciones mostrará cómo esta pasión también se realizó plásticamente en Greccio, que en aquel 1223 se convirtió en “una nueva Belén” (Tommaso da Celano, Vida primera, XXX,84-87). “Esta es la particularidad de la Navidad de Greccio: Francisco incluye la misa dentro de la recreación de la venida histórica de Jesús. Así nos hace comprender que, cada vez que se celebra la Eucaristía, es Navidad”. Como dirá en la Primera Admonición: “Ved que diariamente se humilla, como cuando desde el trono real descendió al seno de la Virgen; diariamente viene a nosotros él mismo en humilde apariencia; diariamente desciende del seno del Padre al altar en manos del sacerdote. Y como se mostró a los santos apóstoles en carne verdadera, así también ahora se nos muestra a nosotros en el pan consagrado”.

Constructores de paz

Esta Navidad llega en un momento en que la Tierra Santa vuelve a ser puesta a prueba por un conflicto sangriento. “La guerra existe porque no se acoge la Navidad” dice fray Piermarco. “Es una gran responsabilidad del hombre la de acoger, no tanto un don de Dios, sino a Dios mismo que se hace don. Dice San Juan que a quienes lo recibieron, Dios les dio el poder de convertirse en hijos suyos y una de las características de los hijos de Dios es trabajar por la paz. Cada vez que hay una guerra significa que no hay suficientes hijos de Dios. Es una llamada para que nosotros acojamos verdaderamente este don, para convertirnos en constructores de paz”.

Marinella Bandini