Los mártires de Damasco hacia la canonización

I Martiri di Damasco e l’ecumenismo dei martiri

El papa ha dado luz verde a la canonización de los “Mártires de Damasco”, ocho frailes menores y tres laicos maronitas asesinados “por odio a la fe” en Damasco la noche entre el 9 y el 10 de julio de 1860. Se trata de los beatos Manuel Ruiz y 7 compañeros de la Orden de Frailes Menores y de los hermanos Francesco, Abdel Mooti y Raffaele Massabki, fieles laicos. 

El anuncio

El anuncio fue hecho el 23 de mayo en el Vaticano. Llega casi cien años después de su beatificación por Pío XI en 1926, y en vísperas del Jubileo. “Durante la audiencia concedida al cardenal Marcello Semeraro, Prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos – se lee en el boletín difundido por la oficina de prensa de la Santa Sede –, el Sumo Pontífice aprobó los votos favorables de la Sesión Ordinaria de los Cardenales y Obispos para la canonización” de los beatos mártires de Damasco.

El Custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton, recibió con alegría la noticia: “Los mártires de Damasco son una bella imagen de la Iglesia, que supieron vivir el testimonio misionero hasta dar la vida” afirmó.  Por eso, deseó que los nuevos santos sean “un signo de esperanza para toda la Iglesia de Siria, especialmente para nuestra presencia franciscana. “Que estos mártires sean un ejemplo para todos nosotros, los frailes de la Custodia, para que nunca escatimemos en nuestra misión”. Fray Patton destacó la presencia conjunta, en el grupo de mártires, de frailes menores y fieles laicos maronitas: “Que sea un ejemplo de cómo necesitamos colaborar entre los distintos ritos dentro de la Iglesia católica y entre las diferentes Iglesias, para dar a conocer a Jesucristo y salvaguardar la presencia cristiana en Siria, pequeña pero extremadamente significativa e importante”.

La historia de los mártires

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El martirio se sitúa en el contexto de la persecución contra los cristianos por parte de los drusos chiitas, que se extendió desde Líbano a Siria y que provocó miles de víctimas. La noche entre el 9 y el 10 de julio de 1860, un comando druso entró en el convento franciscano del barrio cristiano de Bab Touma y masacró a ocho frailes – Manuel Ruiz, Carmelo Bolta, Nicanor Ascanio, Nicolás M. Alberca y Torres, Pedro Soler, Engelbert Kolland, Francisco Pinazo Peñalver y Juan Jacobo Fernández – y a tres cristianos de rito maronita, los hermanos Massabki. Fue claramente un caso de martirio: de hecho, antes de matarlos, los agresores pidieron a las once víctimas que renunciaran a la fe cristiana y abrazaran el Islam, invitación que fue rechazada con decisión

En Damasco, entre la emoción y la esperanza

La noticia, esperada con inquietud en Damasco, fue acogida con “emoción y esperanza”, cuenta fray Firas Lufti de la Custodia de Tierra Santa, guardián del convento franciscano de Bab Touma, donde tuvo lugar el martirio y donde se conservan las reliquias de los beatos. “Esta noticia – dice fray Firas – llega en un momento en que todo Oriente Medio, incluida Siria, vive momentos de drama y conflicto, guerras y crisis. La santidad es la esperanza de un mundo nuevo. A pesar de los horrores del pecado que el hombre es capaz de escribir, la historia la escribe Dios, que es el Señor de la Historia, junto con sus santos”

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La memoria

Todos los años, el 10 de julio, el calendario litúrgico propio de la Custodia de Tierra Santa conmemora a los “Mártires de Damasco”. En la capital siria, las comunidades latina y maronita suelen celebrar juntas esta ocasión, que une en el martirio a sus hijos. Entre otras cosas, los tres hermanos maronitas eran también terciarios franciscanos. “Este año la celebración de la memoria de los mártires tendrá un sabor muy especial porque será un sabor a santidad – continúa fray Firas – La canonización de los mártires de Damasco dará un nuevo impulso a la vida de la comunidad cristiana: nos da esperanza, nos muestra dónde poner los pies en el camino hacia la santidad, que es la meta de toda persona que dedica su vida a amar a Dios y al prójimo”.

La causa de canonizacíón

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La reanudación de la causa de canonización de los beatos Mártires de Damasco – explica la web de la Orden de Frailes Menores – ha sido posible por la constatación de la creciente fama de los mártires y del número cada vez mayor de signos atribuidos a su intercesión, así como a la difusión de su culto. A esto se asocia el deseo de que la canonización pueda ser un mensaje de diálogo, paz y unidad en el contexto de Oriente Medio.

Con este fin, en 2022 el Santo Sínodo de los Obispos Maronitas presentó al papa Francisco la petición de la canonización de los beatos mártires Massabki. A esta petición se sumaron los Superiores Mayores de la Orden de los Hermanos Menores, el Ministro general y el Custodio de Tierra Santa, solicitando la canonización para todo el grupo de los once mártires de Damasco. El 23 de marzo de 2023, el papa autorizó el procedimiento especial para la redacción y el estudio de la peculiar Positio super Canonizatione. Apenas un año después, el 23 de mayo de 2024, ha aprobado los votos favorables de la Sesión Ordinaria de los Cardenales y Obispos para la canonización y ha anunciado la convocatoria de un consistorio para su canonización. 

Marinella Bandini

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