Del 8 al 15 de enero pasados, una delegación de comisarios de Tierra Santa de lengua italiana llevó a cabo una misión en Siria, para conocer directamente la expresión y la acción de la Custodia de Tierra Santa en este país, también sostenida gracias a los propios comisarios.
La idea – explica fray Matteo Brena, presidente de la Conferencia de Comisarios de Tierra Santa de lengua italiana y comisario de Toscana – “nació en el ámbito del último congreso de comisarios de Tierra Santa de habla italiana y estaba programada para octubre de 2023”. El estallido de la guerra aconsejó retrasar el viaje. Eso también implicó reducir el número de participantes de los 11 iniciales a 6: además de fray Matteo, estaban presentes fray Adriano Contran, delegado de la Comisaría del Norte de Italia, fray Sergio Galdi, comisario de Nápoles, fray Valentino Benedetto Ghiglia, vicecomisario deToscana, fray Nicola Lippo, comisario de Sicilia y fray Stefano Tondelli, comisario de Umbria.
Los comisarios visitaron las comunidades franciscanas de Damasco, Alepo y Latakia, mientras que no fue posible llegar a las comunidades del Valle de Orontes. “Nos encontramos con nuestros hermanos franciscanos, que nos presentaron las comunidades cristianas y sus misiones, desde la atención pastoral hasta proyectos de ayuda a los más pobres”, explica fray Matteo. Entre ellas, está el “Franciscan care center” de Alepo, donde los franciscanos tienen un proyecto de arteterapia. “Me impresionó la luz en los ojos de los niños mientras contaban sus sueños. ¡Qué importante es ayudar a los niños a seguir soñando, en un contexto de miseria y pobreza!
Para él es el tercer viaje a Siria desde 2017: “A lo largo de los años he visto agravarse la situación desde el punto de vista económico. Al mismo tiempo, he visto florecer la comunión entre nuestros frailes y he encontrado una comunidad cristiana misionera hacia los más pobres, incluso dentro del mundo musulmán. Es el testimonio de un cristianismo que no se encierra en sí mismo, sino que fermenta dentro de una realidad más amplia”. Para fray Valentino, en cambio, es la primera vez en Siria. Un viaje deseado mucho tiempo: “Ha sido una oportunidad que me ha confirmado en la fe: he visto una población que, desde hace siglos y aún hoy, a pesar del cansancio, las dificultades, el dolor y el enorme sufrimiento, vive la fidelidad a Jesús. Son piedras vivas, sobre las que la comunidad franciscana está construyendo una Iglesia viva, con sabiduría”.
Los comisarios de Tierra Santa regresan a Italia con el deseo de apoyar a las realidades de la Custodia en Siria. Entre las propuestas sobre la mesa, está la de realizar “viajes solidarios” tan pronto como la situación lo permita, “para dar a conocer las comunidades cristianas en Siria y su patrimonio histórico, artístico y espiritual” y, sobre todo, “para conectar a las comunidades entre sí”, ayudando a las comunidades sirias “a sentirse parte de una comunión más grande”. Los comisarios continuarán visitando las comunidades de la Custodia en los distintos países para conocer de primera mano estas realidades y buscar nuevas vías para apoyar el trabajo de la Custodia y a los cristianos de Tierra Santa.
Marinella Bandini