La Custodia de Tierra Santa celebra San Francisco de Asís | Custodia Terrae Sanctae

La Custodia de Tierra Santa celebra San Francisco de Asís

La solemnidad de San Francisco de Asís es celebrada cada año con especial alegría por los franciscanos de la Custodia de Tierra Santa. Después de la novena a San Francisco, los frailes se reunieron en el convento de San Salvador en Jerusalén, corazón de la Custodia, el domingo 3 y el lunes 4 de octubre. 

La fiesta del santo fundador comenzó con las primeras vísperas del 3 de octubre, presididas por el Custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton. En su homilía, el padre Custodio se centró en algunos capítulos de la “Regla no bulada”, que este año cumple su octavo centenario. “Para San Francisco, toda nuestra vida debe ser una liturgia de alabanza, un “culto vivo, santo y agradable a Dios”, como diría San Pablo en el capítulo XII de la “Carta a los Romanos” (cfr Rm 12,1) – dijo fray Patton –. San Francisco está dispuesto a vivir incluso la muerte terrenal como parte de esta liturgia viva a través de la cual rendimos gloria a un Dios que es uno y trino, relación de amor, fuente de la vida de cada persona y cada criatura, meta y destino, a través de la experiencia de la muerte vivida como tránsito pascual, “puerta de la vida” en Dios (cfr 2Cel 217: FF 810)”.

Fray Francesco Patton recordó después que seguir las enseñanzas y las huellas de Nuestro Señor Jesucristo no está solo reservado a los frailes o a los consagrados, sino que es para todas las personas que desean vivir el sentido y el contenido de su bautismo.

El mismo día, diecinueve jóvenes frailes renovaron sus votos de pobreza, castidad y obediencia, y a ellos se dirigió el Custodio: “Os deseo que seáis capaces de vivir nuestra forma de vida, nuestro caminar tras las huellas de Jesús, para alabanza y gloria de la Trinidad y como un crecimiento continuo en esta relación de amor con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Un momento importante de la celebración fue la lectura del Tránsito de San Francisco, el pasaje extraído de las Fuentes Franciscanas que narra los últimos momentos de la vida del santo, durante el que solo las velas de los fieles iluminaron la iglesia.

La misa solemne por San Francisco de Asís

El lunes 4 de octubre, día de la solemnidad de San Francisco, frailes franciscanos, fieles y autoridades se reunieron en la iglesia de San Salvador de Jerusalén. La misa fue presidida por el prior del convento de San Esteban, el dominico fray Martin Staszak, una tradición que es signo de comunión entre las dos órdenes, que se repite también con motivo de la fiesta de su fundador Santo Domingo.

Tomás de Celano nos enseñó que la alegría era una de las características de la vida de San Francisco – dijo fray Martin Staszak en su homilía –. Podríamos objetar que la pobreza y las privaciones también formaban parte de su vida, pero cuando hablamos de la alegría de San Francisco, no nos referimos a la diversión. Quizá deberíamos cambiar nuestro concepto de alegría, porque la alegría de San Francisco no era utilitaria, no estaba destinada a divertir a la gente”. El Cántico de las Criaturas es un testimonio de la alegría de San Francisco, donde se ve que, según el santo, “también la muerte pertenece a la vida, no es una enemiga, sino una hermana”. El dominico explicó que la alegría de San Francisco podría parecer una contradicción, si se mira la pobreza y los sufrimientos que padeció. “La vida de San Francisco es la vida de un santo que es una nueva creación en Cristo y el mismo objetivo debe tener la vida de cada uno de nosotros: no es conseguir una diversión superficial, sino tener la dignidad de una nueva creación para alcanzar una alegría que el mundo no puede dar”.

Autoridades religiosas y civiles presentes

Se encontraban presentes varias autoridades, a las que el Custodio de Tierra Santa quiso dar las gracias individualmente. Entre las religiosas, se citan: Su Beatitud Pierbattista Pizzaballa, Patriarca latino de Jerusalén; Su Excelencia monseñor Giacinto-Boulos Marcuzzo; Su Excelencia Yasser Ayash, Vicario patriarcal greco-católico melquita, Su Excelencia Mar Yacoub Ephrem Semaan, Exarca patriarcal sirio-católico de Jerusalén. 

Participaron también en la solemnidad de San Francisco de Asís monseñor Mauro Lalli, responsable de asuntos exteriores de la Nunciatura Apostólica en Jordania y don Natale Albino, Secretario de la Nunciatura Apostólica en Israel. El Custodio de Tierra Santa también agradeció a los cónsules generales presentes: René Troccaz, Cónsul General de Francia; Giuseppe Fedele, Cónsul General de Italia; Alfonso Lucini Mateo, Cónsul General de  España; Wilfried Pfeffer, Cónsul General de Bélgica; Evangelos Vlioras, Cónsul General de Grecia; y Diane Corner, Cónsul General del Reino Unido. 
 

Beatrice Guarrera