Cuatro novicios de la Custodia de Tierra Santa realizaron la primera profesión de los consejos evangélicos (votos temporales) a manos del Custodio, fray Francesco Patton. Se trata de fray Mark Kabbabeh, fray Manuel Isaù Kingombe, fray Winfred Mensah y fray Luis Alejandro Mora López. La ceremonia, presidida por el Custodio, tuvo lugar el sábado 31 de agosto en La Verna (Italia). También profesaron sus votos temporales a manos de su provincial tres novicios de la Provincia Egipcia de los Frailes Menores.
Fragilidad y responsabilidad
En su homilía, el Custodio se centró en un aspecto de la “llamada” que con frecuencia no sale a la luz: “Dios nos ha elegido tal como somos, personas frágiles y limitadas”. Ser conscientes de esto no es mortificante, “al contrario, da valor a toda vuestra persona, porque nunca podréis atribuiros a vosotros mismos lo que solo pertenece a Dios”. Eso no significa que uno no deba hacer su parte. “A cada llamada le corresponde un servicio, una responsabilidad, que es proporcional a nuestras capacidades. Dios nos da confianza, ¡una confianza enorme! Solo hay una cosa que no está permitida, que nos dejemos vencer por el miedo de equivocarnos y por este motivo no hagamos nada”.
Tres nudos
Después de la homilía, cada novicio se arrodilló ante su provincial y en sus manos pronunció la fórmula de la profesión temporal, comprometiéndose a “vivir durante un año en obediencia, sin nada propio y en castidad” según la Regla de San Francisco (de la que recibieron una copia en el momento de la profesión) y las Constituciones generales de la Orden de Frailes Menores. Como signo exterior de este compromiso, cada fraile se ciñó por primera vez la cuerda atada a la cintura con tres nudos, cuerda que durante el año de noviciado es sencilla, sin nudos.
La formación franciscana
La primera profesión se lleva a cabo al final del año de noviciado. Todos los años, hasta que son admitidos a la profesión perpetua, los profesos temporales renuevan sus votos. Tras la profesión temporal, el itinerario de los frailes de la Custodia normalmente continúa en Tierra Santa. Allí realizan estudios filosóficos y teológicos y profundizan en la vida franciscana.
Los “hábitos de la prueba”
El domingo 1 de septiembre en Montefalco (Italia), casa de postulantado de la Custodia de Tierra Santa, ocho jóvenes vistieron los “hábitos de la prueba”, es decir, el hábito franciscano, compuesto por túnica, capucha y cordón. La ceremonia tuvo lugar durante la oración de las segundas vísperas y dio inicio al año de noviciado, que se llevará a cabo en La Verna. Se hallaban presentes algunos frailes de la Custodia procedentes de Tierra Santa, amigos y familiares y algunos jóvenes que dentro de unas semanas empezarán el año de postulantado en Montefalco. En esta fase, los que aspiran a entrar en la Orden tienen la posibilidad de conocer de manera directa la vida franciscana, viviendo en fraternidad, pero permaneciendo en estado laical.
Marinella Bandini