Es un cumpleaños especial el que se festeja hoy en Belén: cumple años una realidad importante de este territorio, la Casa Franciscana del Niño, que hoy celebra los quince años desde su fundación. Todos los frailes, niños, trabajadores, empleados y voluntarios participaron en el evento, que se abrió con una misa celebrada en el gran patio al aire libre, que se asoma directamente al valle de Belén, con una bellísima vista de la basílica de la Natividad.
Fue en 2007 cuando se inauguró en Belén esta casa de acogida diurna y residencial para niños y adolescentes procedentes de entornos sociales y económicos difíciles y de situaciones de extrema vulnerabilidad y deterioro. Desde entonces, los jóvenes empezaron a vivir aquí de manera permanente, de lunes a sábado por la tarde, como si fuera su casa.
El proyecto inicial nació de una intuición del actual párroco de San Salvador de Jerusalén, fray Amjad Sabbara, que en su recorrido anual para bendecir las casas de los feligreses advirtió algunas situaciones que necesitaban ayuda. Así, gracias al interés de fray Marwan Di’des, lo que inicialmente nació como un simple programa extraescolare, se convirtió en un proyecto residencial sostenido por la Fundación Franciscana para la Tierra Santa, con el permiso y el apoyo del Custodio de entonces, S.B. Pierbattista Pizzaballa.
En la actualidad, después de 15 años, la Casa Franciscana del Niño es una realidad sólida ligada a la ciudad de Belén.
Fray Sandro Tomašević, actual director de la casa, explica: «Lo que empezó como un “experimento” ha dado y continúa dando frutos que están a la vista de todos. Por eso, damos gracias al Señor por este importante aniversario. Nuestra casa cuenta con 25 chicos – continúa fray Sandro –. Algunos viven aquí, otros vienen por la tarde a estudiar. Les ofrecemos la ayuda y el apoyo que difícilmente encontrarían en la sociedad o incluso en sus mismas familias, en las que muchas veces son abandonados. En nuestro trabajo diario con estos jóvenes, siempre ponemos en primer término el “cuidado”: intentamos hacer que se sientan en su casa, como una gran familia. Por eso este lugar se llama Casa: una “casa” donde todos tratamos de vivir con una fuerte identidad de familia y donde los chicos, desde el más pequeño hasta el mayor, en el verdadero espíritu franciscano, se implican en las tareas del hogar, en el recibimiento de los huéspedes, en el orden y el mantenimiento de los espacios».
La emoción y la alegría de este día festivo se perciben en las palabras de agradecimiento que fray Tomašević dirigió al final de la misa a los concelebrantes fray Rami Asakrieh, párroco de Belén, y fray George Haddad, pero sobre todo a quienes han hecho posible este aniversario: fray Marwan Di’ides, fundador de la casa, que presidió la misa, por su compromiso constante, sor Marie Matar, de las Hermanas Franciscanas Misioneras de María, cofundadora de la casa y supervisora durante mucho tiempo, y Vincenzo Bellomo, un valioso colaborador que con su continua presencia ha contribuido al desarrollo de la casa. Mención especial recibió William, un chico muy joven premiado por su comportamiento ejemplar durante la semana, en una forma de reconocimiento instituida para estimular a los jóvenes hacia la buena conducta y para animarlos a apoyarse mutuamente en la vida cotidiana.
Vida cotidiana que se lleva a cabo con amor y entrega también por parte de todos los empleados que trabajan en la casa: profesores, trabajadores sociales y empleados de servicios que hoy celebran junto a los chicos de la Casa del Niño este pequeño hito. El pasado mes de febrero, se renovaron los nuevos locales de la cocina y la lavandería de la Casa del Niño, con la ayuda conjunta de la Fundación Franciscana para la Tierra Santa, la asociación Pro Terra Sancta y la Pontifical Mission de Jerusalén, mientras que el año pasado, gracias a la labor del anterior responsable, fray Emad Rofael, se renovó la capilla con pinturas del artista local Antonios Aoun, tituladas “la familia celestial”.
Silvia Giuliano