Del 17 al 19 de octubre, los frailes franciscanos se reúnen en Jerusalén, en la iglesia de San Salvador, para un triduo de oración en preparación de la canonización de los mártires de Damasco, asesinados por odio a la fe en 1860. Un acontecimiento de extraordinaria importancia para la Iglesia y, especialmente, para la Custodia de Tierra Santa que tendrá lugar el domingo 20 de octubre en la plaza de San Pedro. Los tres días de meditación y oración quieren ser una ocasión para reflexionar sobre el significado del martirio, un tema todavía actual y con profundas raíces en la historia de la Iglesia.
Los tres momentos de reflexión están dirigidos por fray Alessandro Coniglio, profesor en el Studium Biblicum Franciscanum. Fray Alessandro aborda el tema del martirio entendido como testimonio supremo de la fe. Partiendo del Antiguo Testamento, pasando por el Nuevo Testamento y llegando a los escritos de los primeros cristianos, la meditación pretende ilustrar cómo el concepto de martirio es una especie de hilo rojo siempre presente, aunque con diferentes matices y significados.
La canonización de los mártires de Damasco, que tendrá lugar el 20 de octubre, tiene un profundo significado.
“No creo que el papa Francisco haya elegido casualmente el mes de octubre para su canonización. Es el mes misionero, pero también es el aniversario de la guerra en Gaza que parece no querer terminar. La elección de esta fecha es un signo de cercanía por parte del Papa a esta tierra donde el cristianismo está sufriendo gravemente”, afirma fray Alessandro.
Los mártires de Damasco eran en su mayoría misioneros franciscanos que eligieron vivir en Tierra Santa para llevar el testimonio cristiano a la población local. Su historia nos recuerda la importancia de la misión y del anuncio del Evangelio, incluso en contextos difíciles y peligrosos.
“Como frailes – reflexiona fray Alessandro – pero en general como cristianos en Oriente Medio, estamos llamados a permanecer aquí a pesar de la difícil situación. Los mártires de Damasco eligieron quedarse para dar testimonio de que dar la vida hasta la muerte forma parte de ser cristiano”.
El martirio, sin embargo, no es solo un hecho del pasado. El papa Francisco recuerda a menudo que hoy la Iglesia está más perseguida que nunca.
“La gran época de los mártires duró hasta el siglo III d.C. pero, aún hoy, como recuerda el papa Francisco, el martirio está muy presente. Cientos de cristianos mueren en la actualidad por dar testimonio de su fe en todas partes del mundo”, subraya fray Alessandro. Por ejemplo, en Oriente Medio los conflictos y las persecuciones han obligado a muchos cristianos a abandonar su tierra.
En un mundo marcado por guerras y divisiones, el testimonio de los mártires de Damasco es un mensaje de esperanza. Como afirma fray Alessandro: “Los mártires de Damasco eligieron quedarse y continuar dando testimonio del evangelio y de su esencia cristiana, incluso frente a un peligro creciente”. Su elección de permanecer fieles a Cristo, incluso ante la muerte, es un gran ejemplo que nos invita a todos a vivir la fe con valentía y determinación”.
Lucia Borgato