En Siria como “peregrinos de esperanza”

Del 29 de diciembre al 3 de enero, una delegación de frailes de la Custodia de Tierra Santa procedentes de algunos conventos de Jerusalén, Belén, Jordania y Líbano visitaron a sus hermanos en Siria. De los aproximadamente 300 frailes que sirven en Tierra Santa, 35 son de origen sirio y están al servicio de los fieles católicos y de los lugares santos de Siria.

El relato para el sitio web de la Custodia es de fray Ibrahim Faltas, vicario custodial, que encabezó la pequeña delegación.

Peregrinos de esperanza

“El domingo 29 de diciembre empezó el Jubileo de la Esperanza en las diócesis de todo el mundo y ese día, como ‘peregrinos de esperanza’, nos pusimos en camino para llegar a nuestros hermanos que han vivido el drama de la guerra en Siria”.

El 30 de diciembre, el grupo llegó a Siria. “Nuestro viaje –cuenta fray Ibrahim– se desarrolló en el espíritu del carisma franciscano: caminamos a través de ciudades y pueblos destrozados, rodeados de una naturaleza ultrajada por la violencia de la guerra. Como hermanos en camino, queríamos llevar solidaridad y apoyo a nuestros hermanos y al pueblo sirio sufriente después de casi 14 años de guerra, muerte, división y devastación.

Más allá de las fronteras

El encuentro con los hermanos de los conventos de Siria “estuvo lleno de emoción. Dimos gracias a Dios por haber podido abrazarnos de nuevo y por poder compartir una nueva etapa de la presencia franciscana en Siria”.

En el viaje hasta Damasco no hubo bloqueos ni controles, “un primer signo de esperanza: el renacimiento del pueblo sirio comienza con la posibilidad de un encuentro entre los hijos de la misma tierra, para derribar las barreras y los conflictos que les han dividido”.

Los frailes celebraron la misa en el altar de los Santos Mártires de Damasco, canonizados el pasado 20 de octubre. “Gracias a la intercesión de estos nuevos santos franciscanos, el pueblo sirio está intentando volver a vivir en paz”.

El encuentro con Al-Jolani

El 31 de diciembre, en el palacio presidencial de Damasco, la delegación de la Custodia asistió al encuentro de los representantes de las Iglesias cristianas con Ahmed Al-Jolani y los nuevos responsables políticos del país, que continuaron garantizando la atención a los derechos esenciales del pueblo sirio.

El vicario de la Custodia y los dos discretos de la Custodia presentes –fray Rashid Mistrih y fray Sandro Tomašević– mantuvieron “una conversación privada con el nuevo líder”. 

“Tuvo palabras de admiración, afecto y respeto, sobre todo hacia el Papa y su compromiso por la paz. Nos dijo que consideráramos a los sirios cristianos no como una minoría, sino como parte integrante e importante de la historia del pueblo sirio”. En la provincia de Idlib, Al-Jolani conoció el trabajo de los frailes y les expresó su estima y respeto. “Manifestó su compromiso para que quienes han abandonado Siria, incluidos muchos cristianos, puedan regresar”.

Fray Ibrahim subrayó “la necesidad de ver pronto cumplidos los propósitos de paz en Siria” y aseguró “nuestra plena disponibilidad para colaborar en iniciativas de reconciliación a favor de la población siria, salvaguardando los derechos de todas las minorías religiosas”.

Para apoyar este deseo, fray Ibrahim entregó a Al-Jolani “un documento en el que la Custodia garantiza la cercanía y el apoyo al proceso de paz por parte de los hijos de San Francisco y asegura el compromiso por la paz de los cristianos sirios”. Los frailes regalaron a Al-Jolani la medalla de la canonización de los Mártires de Damasco, “con el convencimiento de que su intercesión ha contribuido a abrir el camino hacia la paz en Siria”.

Regreso a Knaye

El 1 de enero, solemnidad de la Madre de Dios y Jornada Mundial de la Paz, los frailes celebraron la misa en Knaye, un pueblo cristiano de la provincia de Idlib, bastión de las milicias HTS dirigidas por el actual líder del gobierno de transición. La celebración fue presidida por monseñor Hanna Jallouf, actualmente vicario apostólico de los latinos de Alepo, pero antes párroco en Knaye desde hace más de 20 años y durante toda la guerra. 

A su llegada, fray Hanna y los frailes fueron recibidos con cantos de alegría y el cariño de los parroquianos, y las campanas sonaron a fiesta para la misa. “Los frailes han desempeñado su ministerio fielmente en años complejos y siempre han buscado la vía de la convivencia pacífica a través de la mansedumbre y el diálogo”. Fray Luai y fray Khokaz continúan su misión en esta zona tan pobre, en particular en los pueblos cristianos de Knaye, Yacoubieh y Gidaideh.

Última parada en Alepo, donde los frailes también visitaron el Terra Santa College, alcanzado por un misil el pasado 1 de diciembre. “En la iglesia rezamos al Niño Jesús ante el belén montado por los niños de la parroquia y de otras confesiones cristianas”. También esto es un signo de esperanza: “no hay ninguna referencia a la guerra, al fondo está reproducida la basílica de San Pedro para invitar a todos, en este año jubilar, a recorrer un camino de fe y de esperanza”.

“Al inicio del jubileo, en nuestra visita a las comunidades de Siria, también nosotros hemos sido ‘peregrinos de esperanza’. Ha empezado un nuevo periodo de la historia siria, lo encomendamos al Príncipe de la Paz, y lo seguimos con el corazón abierto a la esperanza”.

Noticias relacionadas

< Volver a todas las noticias
Mantente en contacto

Suscríbase al boletín para estar al día

Subscription Form ES

@custodiaterraesanctae

© 2024 Custodia Terrae Sanctae | CF: 02937380588 |
Privacy Policy
-
magnifiercrosschevron-down