En el santuario galileo de Mujeidel se renueva la fiesta de los arcángeles Gabriel, Miguel y Rafael | Custodia Terrae Sanctae

En el santuario galileo de Mujeidel se renueva la fiesta de los arcángeles Gabriel, Miguel y Rafael

Un cálido abrazo de los fieles procedentes de toda Galilea recibió el 29 de septiembre al Custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton, en el convento franciscano de Mujeidel a las afueras de Nazaret, con motivo de la fiesta de los arcángeles. En este lugar, efectivamente, se alza un santuario franciscano construido en 1903 y dedicado al arcángel Gabriel. Bajo la atenta dirección del superior del lugar, fray FadiShallufi, este santuario ha recuperado en los últimos años la importancia y la asistencia que perdió tras la guerra de 1948, época en que el convento de San Gabriel Arcángel de Mujeidel albergaba una parroquia muy activa y una escuela dirigida por religiosas.

El padre Custodio, acompañado por el vicario custodial fray Ibrahim Faltas y por los discretos de Tierra Santa, fray John Luke Gregory y fray Rashid Mistrhi, rindió homenaje al santuario definiéndolo como “un oasis de espiritualidad embellecido por el trabajo y la oración”, en una clara referencia a las iniciativas de la comunidad local dirigidas a la remodelación y mejora del sitio. Aquí, el padre Francesco inauguró algunas obras que los laboriosos fieles locales, en colaboración con el superior del sitio, han contribuido a realizar en los últimos tiempos.

En el patio anexo al pequeño santuario de San Gabriel Arcángel y al pie de la estatua de la Virgen María – inaugurada para la ocasión –, se celebróuna misa en presencia de cientos de fieles procedentes de las parroquias latinas de toda la región.

La misa empezó con la entrada de la imagen del arcángel Gabriel, llevada en procesión. A continuación, el superior del lugar, fray FadiShallufi, dio las gracias y la bienvenida al Custodio y a los discretos presentes en nombre de toda la comunidad local. Luego, extendió la bienvenida a fray WojciechBoloz, guardián del convento de la Santísima Anunciación de Nazaret, a fray Ricardo Bustos, guardián del Monte Tabor, y a fray Carlos Molinas, director de la Casanova de Nazaret. Con esta intervención, fray Fadi quiso expresar al padre Custodio, llegado para la ocasión desde Jerusalén, la cercanía de los franciscanos de Galilea y de sus comunidades.

En su comentario a las lecturas, fray Patton, que presidió la celebración eucarística, explicó el significado de la fiesta de los arcángeles: “Esta fiesta nos sugiere, ante todo, que Dios nos ama, se interesa por nosotros y por eso nos manda sus mensajeros que nos traen sus grandes anuncios y nos hacen sentir que Dios está cerca en la situación concreta que nos toque vivir y con las necesidades que tengamos”. La palabra “ángel”, reiteró, significa precisamente “mensajero” y en este contexto debemos preguntarnos qué mensaje actual nos traen los tres arcángeles y, sobre todo, cómo nosotros, conscientes de la sabiduría de este anuncio, podemos hacernos a su vez mensajeros en el mundo y para el mundo: “Si recibimos el anuncio y la amistad de los santos arcángeles Gabriel, Miguel y Rafael, entonces también nosotros seremos llamados “ángeles”, es decir, mensajeros de ese mismo anuncio”.

De Gabriel, que anunció el nacimiento de Jesús, podemos aprender a llevar el mismo anuncio de salvación “para despertar y mantener viva la fe en el corazón de las personas que encontremos”; de Miguel, que nos resulta cercano en su lucha contra el Maligno y contra el mal, aprendemos a estar cerca de los más frágiles, ayudándoles “a no perder la esperanza en la gracia del Señor y en la posibilidad de vencer al mal y al pecado en nuestras propias vidas”; de Rafael, que nos trae la medicina de Dios, aprendemos a convertirnos en “anunciadores del amor que cura, del amor que redime y del amor que salva”.

Al final de la celebración, el padre Custodio premió a algunos fieles locales que en los últimos tiempos se han distinguido por su generosidad y su contribución a la mejora del santuario, haciendo posible la remodelación de los jardines y de los espacios adyacentes al convento. Los protagonistas de este momento compartido fueron dos familias locales, los esposos Abtesamy RyadJbaly, y Sami y Hala Nassar. Junto con ellos, dos parroquianos de Nazaret recibieron de manos del Custodio un icono que representa la Anunciación, por la ayuda prestada en el montaje y preparación del evento.

Hoy, este santuario ya no es parroquia, pero es un lugar donde se realizan muchas actividades, entre ellas retiros espirituales; semanalmente tienen lugar actividades pastorales en las que participan fieles de toda Galilea, con el propósito de despertar y educar a las personas en la profundización en la Sagrada Escritura y para entender cada vez mejor el espíritu de la peregrinación.

 

Filippo De Grazia