Alumnos, profesores y colaboradores del Studium Biblicum Franciscanum de Jerusalén (SBF) y del Studium Theologicum Jerosolimitanum participaron el jueves 5 de octubre en la celebración solemne con motivo de la apertura del curso académico 2023-24, en la iglesia de San Salvador de Jerusalén.
El Studium Biblicum Franciscanum, fundado el 7 de enero de 1924 en el santuario de la Flagelación, celebra su centenario durante este curso académico. Para religiosos, consagrados y laicos de todas partes del mundo, el Studium es un lugar único donde profundizar en la Sagrada Escritura en la tierra donde fue revelada.
La santa misa, concelebrada por el Custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton, junto con fray Matteo Munari, profesor de exégesis del SBF, fue presidida por S.E.R. monseñor Rafic Nahra, vicario patriarcal para Israel y obispo auxiliar del Patriarcado Latino de Jerusalén. En su homilía, monseñor Rafic invitó a los asistentes a interpretar el comienzo del nuevo año a la luz de las lecturas escuchadas (el libro de Nehemías y la misión de los 72 discípulos en el evangelio de Lucas) y a la luz de la solemnidad de San Francisco, cuya fiesta se celebró ayer.
«Acabamos de escuchar el evangelio que habla de la misión – dijo monseñor Rafic –. Cuando llegué aquí a Tierra Santa en 2004, tenía una carta de nombramiento en la que estaba escrito “misión de estudio”, y en ese momento no tenía muy claro cómo ambos términos podían ir juntos. Hay que entender que todo lo que hacemos con el Señor Jesús es una misión: significa que cada uno de nosotros es enviado por Jesús a un puesto diferente, es Él quien nos envía y nos guía en el mundo. Los docentes tienen la misión de trasmitir la inteligencia de la fe, pero quizá sería mejor decir trasmitir la inteligencia de la vida a la luz de la fe. Para los estudiantes, sin embargo, es importante el deseo de la misión, que es lo que dará a vuestro estudio su pleno sentido porque, solo cuando el estudio se hace con verdadero deseo, puede transformarnos en amigos de Jesús».
Al final de la misa toda la comunidad presente invocó a la Santísima Virgen María Inmaculada, sede de la sabiduría y patrona de la orden franciscana, encomendándole no solo el camino de investigación, enseñanza y estudio del año que está empezando, sino también los centros de estudio, profesores, alumnos y colaboradores.
La invocación a María fue realizada por fray Rosario Pierri, decano del Studium Biblicum Franciscanum, que en su discurso final subrayó que este año académico es «un año especial: el SBF comenzó su actividad como centro de estudios el año académico 1923-24. Desde entonces ha funcionado sin interrupción, salvo durante el periodo de la Segunda Guerra Mundial, hasta la actualidad». Por eso, el decano, al recordar las principales citas del curso académico, quiso compartir la importancia de recordar, «para reflexionar sobre los motivos por los que se creó el SBF y conmemorar el trabajo que esta escuela ha realizado a lo largo del tiempo y la semilla que ha sembrado por todo el mundo con sus investigaciones arqueológicas y exegéticas y con la formación de generaciones de estudiosos de la Sagrada Escritura» (aquí el texto completo del profesor Pierri).
Silvia Giuliano
