Jericó – Iglesia del Buen Pastor | Custodia Terrae Sanctae

Jericó – Iglesia del Buen Pastor

Situada cerca del río Jordán, Jericó es una de las ciudades más antiguas del mundo, cuyos restos se remontan a más de 8000 años antes de Cristo.  Aquí es donde el Señor Jesucristo devolvió la vista a Bartimeo y convirtió al rico Zaqueo ejerciendo, a favor de ambos, su ministerio como Buen Pastor.  Por eso, la iglesia latina local está dedicada precisamente al Buen Pastor.
 

Jericó es la ciudad que Josué, hacia el año 1200 a. C., conquistó de manera pacífica (Jos 2,1-4,24) gracias a las famosas trompetas que, en la simbología bíblica, manifiestan la intervención de Dios: el asedio en Jericó del pueblo de la Alianza mosaica fue un don de Dios. En esta antiquísima ciudad, la ciudad fortificada más antigua conocida hasta la fecha en Oriente, que se remonta a 8.000 ó 9.000 años, se sitúa el Tel- Es-Sultan, una pequeña colina de 15 metros en la que, en los años 1955-56, miss Kenyon dirigió unas excavaciones arqueológicas.
Jericó es también el lugar evangélico en el que Jesús curó a dos hombres enfermos: Bartimeo, herido en su físico por la ceguera, y Zaqueo, herido en su alma por sus pecados (Lc 18-19). Los pocos sicomoros que aún se encuentran en la actual Jericó recuerdan a los peregrinos el sicomoro sobre cuyas ramas se subió Zaqueo para ver a Jesús. La pequeña iglesia católica latina está dedicada a Jesús, el Buen Pastor, porque, tanto para Bartimeo como para Zaqueo, Jesús fue efectivamente un auténtico Buen Pastor. Es la iglesia parroquial de una pequeña comunidad de alrededor de 200 árabes cristianos. A pocos pasos se encuentra la iglesia ortodoxa, que cuenta con unos 250 fieles. Dos escuelas católicas (una masculina y otra femenina) reúnen a todos los hijos de las familias católicas y ortodoxas, y a un buen número de niños musulmanes (Jericó cuenta con unos 25.000 habitantes árabes musulmanes).

Jesús dijo a los judíos: “Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. Pero el asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en ellas y las dispersa, porque es asalariado y no le importan nada las ovejas. Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí, como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre y doy mi vida por las ovejas. También tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a ésas las tengo que conducir y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño, un solo pastor. Por eso me ama el Padre, porque doy mi vida, para recobrarla de nuevo. Nadie me la quita; yo la doy voluntariamente. Tengo poder para darla y poder para recobrarla de nuevo; esa es la orden que he recibido de mi Padre.” 
(Jn 10, 11-18)

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Guía: A Dios Padre, que envió a su Hijo al mundo para que fuese el Buen Pastor, dirigimos nuestra acción de gracias.
Todos: Señor, te damos gracias.

1. Recordamos la curación física del ciego Bartimeo y todos los demás milagros que se narran en los Evangelios. Te bendecimos, Señor, Padre nuestro, por haber hecho habitar en esta Tierra a Jesús, el Buen Pastor.
2. Recordamos la conversión moral del rico Zaqueo y la conversión de tantos otros pecadores durante la vida terrena de Jesús. Te alabamos, Señor, Padre nuestro, por la Encarnación de Jesús, el Buen Pastor.
3. Por todos los bautizados que se benefician del sacramento de la Reconciliación cuando están en pecado y que se santifican gracias a Jesús, Buen Pastor. Te damos gracias, Señor, Padre nuestro.
4. Por todos los hombres que escuchan la voz de Jesús, el Buen Pastor, y que pueden vivir en la luz y en la paz, te bendecimos, Señor, Padre nuestro.
5. Por todos los sacerdotes, diáconos y fieles que se esfuerzan por seguir el ejemplo de Jesucristo para ser buenos pastores de aquellos hombres que aún no están en el “redil” de la Iglesia. Te damos gracias, Señor.

Guía: Dios, Padre nuestro, te damos gracias por habernos concedido la gracia y la alegría de venir en peregrinación hasta Jericó, por habernos hecho revivir la prodigiosa historia de la curación de Bartimeo, el ciego, y de la conversión de Zaqueo. Ayúdanos a reconocerte y serte siempre agradecidos, Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Convento del Buen Pastor
Jaffa Street 
P. O.B. 23 - Jericó 
PALESTINIAN AUTHORITY
Tel.: +972. 2 232.25.32 
Fax: +972. 2 232.60.62 
E-mail: jerichoparish@hotmail.com

Horarios
Verano: 8.00-12.00, 14.00-18.00
Invierno:8.00-12.00, 14.00-17.00