Un chapuzón en la piscina puede ayudar a desarrollar el cuerpo, pero también la mente. Es el reto que la Custodia de Tierra Santa lanza con el nuevo centro deportivo y cultural “Capital de la Resurrección”, inaugurado el lunes 3 de julio en Jerusalén. Estuvieron presentes varias autoridades, entre ellas el delegado apostólico para Jerusalén y Palestina, el Patriarca Latino de Jerusalén, el Custodio de Tierra Santa y los representantes de los organismos que han financiado la construcción del centro.
El centro se encuentra en el interior del Terra Sancta School, en el complejo del convento de San Salvador. Se trata de un espacio único dentro de los muros de la Ciudad Vieja de Jerusalén. Las obras empezaron entre 2017 y 2018, con motivo de la restauración de la escuela. Las excavaciones también han sacado a la luz restos de una iglesia de época bizantina. Por ello, en el polideportivo se ha instalado una pequeña exposición de los hallazgos arqueológicos encontrados en el lugar y algunas hornacinas que permiten asomarse y sumergirse en un pasado que sigue siendo la base sobre la cual construir el presente.
“Este centro es un recurso que se ofrece a los jóvenes de la Ciudad Vieja para que puedan desarrollar su potencial interno y permitirles crecer” explicó el Custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton. El deporte enseña el esfuerzo y el compromiso, la colaboración y la confrontación. Valores reforzados por la oferta cultural: la del centro pero también la de la escuela en la que se integra. “Educar en la cultura significa ayudar a los jóvenes a cultivar su apertura al mundo, a descubrir su historia y apreciar sus raíces”.
“Hoy inauguramos un centro donde los visitantes pueden zambullirse en las profundidades de Jerusalén”, afirmaba fray Ibrahim Faltas, vicario de la Custodia de Tierra Santa y director del Terra Sancta School. El proyecto ha sido realizado gracias a la financiación de la Unión Europea, del consulado general de Francia en Jerusalén, de la Agencia Francesa para el Desarrollo y la organización palestina NGO Development Center. Los representantes de estas organizaciones subrayaron su total apoyo a proyectos como este, destinados al desarrollo de los jóvenes y de la sociedad palestina.
En el mural a la entrada del centro, Cristo abraza simbólicamente la Ciudad Vieja de Jerusalén. El nombre “Capital de la Resurrección” recuerda la historia y la misión de Jerusalén, pero también indica que “a través del deporte y la cultura, los jóvenes de esta ciudad tienen la posibilidad de una nueva vida”. Jerusalén – dijo fray Ibrahim – “no es sepulcro sino Resurrección, no es humillación sino dignidad, no es violencia sino paz, no es esclavitud sino libertad”. Una propuesta “que ofrecemos como regalo al servicio de Jerusalén y de sus habitantes”. El acto finalizó con la iluminación de las cúpulas del Santo Sepulcro durante unos minutos.
Marinella Bandini