El lunes 20 de marzo, en Nazaret, Fr. Francesco Patton, custodio de Tierra Santa, presidió la solemnidad de San José. Numerosos peregrinos y cristianos locales participaron en la celebración.
En su homilía, el Custodio se refirió a los verbos relacionados con la vida de San José: acoger, cooperar y colaborar. También definió a San José como "un hombre que se entregó al silencio, pero que también estuvo muy atento a realizar lo que el Señor le había indicado".
Fr. FRANCESCO PATTON, ofm, Custodio de Tierra Santa
José es el hombre que acoge la voluntad de Dios: acoge a María y al niño que está gestando, pero también a los acontecimientos inesperados de la vida. José es el que protege a María y al niño: los protege de las habladurías aquí en Nazaret; los protege del peligro de Herodes cuando quiere eliminar a los niños; los protege en el tiempo del destierro; y luego también los protege cuando regresan aquí a Nazaret y le enseñará al niño Jesús un oficio, el oficio de carpintero.
Yo diría que José es quien realmente nos enseña a colaborar y no querer ser el centro de todo. Esto será lo que hará su hijo. Después de la santa misa, los frailes se dirigieron en procesión a la cripta, en el lugar donde vivía la Sagrada Familia. Y allí se leyó el acta de Consagración de la Custodia de Tierra Santa a San José.
RABAB ZAITOUN ZAHER
Nazaret San
José es una escuela de fe, de obediencia, de abandono, con confianza y alegría, a la voluntad de Dios, aunque no coincida con la nuestra. San José es escuela de amor, de oración y de escucha del Espíritu Santo y de todos los mensajes que nos llegan de Dios.
(CMC)