El 5 de Junio, en la curia de la Custodia, se inauguró la exposición “Memorias de San Salvador: convento, parroquia, museo”, abierta al público hasta el 25 de julio.
Esta exposición, que ha sido posible gracias al apoyo de la AFD (Agence française de développement) y del NDC (Ngo for Development Center), fue encargada y concebida por el Terra Sancta Museum y pretende resaltar el estrecho vínculo secular que une a los frailes franciscanos con la ciudad de Jerusalén.
A través de tres recorridos temáticos y de la exposición de fotos de archivos, instrumentos de trabajo, trajes, obras de arte, exvotos y quince paneles explicativos, se recorre una parte de la historia transcurrida tras los muros del gran convento franciscano, en contacto con el mundo árabe cristiano.
Desde el siglo XVI, la presencia de los frailes en San Salvador se desarrolló en dos direcciones: el convento y la parroquia, ambos lugares de cohesión con la realidad árabe local. En la primera parte de la exposición el enfoque es sobre los antiguos talleres de San Salvador – la sastrería, la farmacia, la imprenta – que nacieron de la necesidad de crear lugares de formación y difusión del conocimiento, espacios donde hasta el siglo XIX los aprendices, procedentes también de otros pueblos, y los huérfanos a cargo de la Custodia eran guiados y formados por los mismos frailes. Un ejemplo es la Franciscan Printing press, que inició su actividad en 1847 y de inmediato se distinguió por ser la primera imprenta en Jerusalén que publicó en lengua árabe. En esta ocasión, es posible admirar un pequeño Catecismo de 1847 impreso en italiano y árabe.
En la segunda parte, en cambio, la atención se centra en el desarrollo de la actividad pastoral de San Salvador, la primera parroquia católica de Jerusalén, donde desde el siglo XVI, por necesidades de la comunidad local, ya había sacerdotes de lengua árabe. Finalmente, cierran la muestra algunas valiosas obras palestinas (tercera parte), tesoros que se expondrán en la futura sección histórica del museo, ubicada precisamente en el interior del convento.
«Este lugar, por sí solo, da testimonio de la estrecha relación que los franciscanos han tenido y siguen teniendo con la ciudad vieja de Jerusalén y sus habitantes – subraya fray Ibrahim Faltas, en calidad de director de la Oficina de Escuelas de la Custodia de Tierra Santa –. San Salvador es mucho más que un convento: es una parroquia, una biblioteca, un archivo, una escuela y pronto un museo que continuará afirmando la identidad árabe cristiana de esta ciudad. Es aquí donde reside la importancia de este evento de hoy, por el que quiero agradecer especialmente a George Al’Ama, director del centro y eminente miembro del comité científico del TSM, y a fray Stéphane Milovitch, director de Bienes Culturales de la Custodia de Tierra Santa y motor del Terra Sancta Museum».
En el tiempo que dure la exposición se ofrecerán visitas en varios idiomas, con especial atención a la orientación hacia el público joven de lengua árabe, en colaboración con la asociación Pro Terra Sancta, a la que se han encargado las actividades didácticas del museo.
Silvia Giuliano