Intercambio de felicitaciones de los franciscanos a las Iglesias ortodoxas bajo el signo del compromiso común por la paz

Intercambio de felicitaciones de los franciscanos a las Iglesias ortodoxas bajo el signo del compromiso común por la paz

La mañana del martes 9 de enero, los frailes franciscanos encabezados por el vicario de la Custodia de Tierra Santa, fray Ibrahim Faltas, fueron recibidos por los tres patriarcas ortodoxos presentes en Jerusalén, el griego ortodoxo, el copto y el sirio, para llevarles sus felicitaciones navideñas. Las Iglesias ortodoxas, de hecho, celebraron la fiesta de la Natividad del Señor el domingo 7 de enero.

La visita de felicitación de los frailes tradicionalmente sigue al recibimiento de los jefes de las Iglesias ortodoxas en la curia, que tuvo lugar el 27 de diciembre, para trasmitir sus buenos deseos con motivo de la Navidad de los latinos. Mientras que el próximo 19 de enero será la Iglesia ortodoxa armenia de Tierra Santa la que celebre, el mismo día, la Navidad y la Epifanía.

En estas recepciones mutuas, que siempre representan para las diferentes comunidades cristianas de Jerusalén una ocasión de reunirse y vivir juntas un momento de convivencia fraterna, las distintas confesiones cristianas reiteraron – especialmente este año – su unión y su compromiso común para fomentar el diálogo hacia la paz y la reconciliación de los pueblos de Tierra Santa.

La primera visita fue al Patriarcado greco-ortodoxo, seguida del copto y, finalmente el sirio.

Visita al Patriarcado greco-ortodoxo

Dirigidos por los kawas, el vicario de la Custodia de Tierra Santa y el cortejo de frailes llegaron al Patriarcado greco-ortodoxo, donde los esperaba Su Beatitud, Teófilo III.

Fray Faltas quiso expresar su gratitud «por la relación fraternal que existe entre el Patriarcado greco-ortodoxo y la Custodia franciscana de Tierra Santa», citando a propósito el encuentro histórico del papa San Pablo VI y Atenágoras, Patriarca Ecuménico de Constantinopla, bajo la hospitalidad del gran predecesor de Teófilo III, el Patriarca Benedicto I. Pablo VI reiteró la importancia de la colaboración entre los cristianos, a pesar del peso de la historia y de las numerosas dificultades, sobre todo respecto a las obras de restauración de la basílica del Santo Sepulcro: «Oremos – añadió el vicario – para que el mensaje de la Navidad llegue profundamente al corazón de todos los hombres y mujeres de buena voluntad, y que traiga la paz a esta región, a Oriente Medio y al mundo entero».

«Incluso cuando la tierra del Príncipe de la paz es devastada por la guerra – afirmó el Patriarca greco-ortodoxo – el mundo mira hacia esta Tierra porque aquí nació la esperanza para que la familia humana pueda encontrar la verdadera reconciliación, en un camino de respeto mutuo y comprensión recíproca». «Permanezcamos unidos – exhortó Teófilo III – con un único objetivo, no solo de convertirnos en custodios de los Santos Lugares, sino también de promover el diálogo. Aprovechamos esta oportunidad para reiterar nuestro deseo de paz y de un inmediato alto el fuego». «Estamos también agradecidos – concluyó – por vuestra solícita participación en la renovación de la basílica del Santo Sepulcro, en la que todos estamos implicados».

Visita al Patriarcado copto-ortodoxo

Después fue el turno de las felicitaciones navideñas a los copto-ortodoxos, cuyo Patriarcado está situado en la zona frente al ábside de la basílica del Santo Sepulcro, cerca de la IX estación de la Vía Dolorosa. Los frailes y el vicario fueron recibidos calurosamente por el arzobispo copto-ortodoxo, Antonious.

Al expresar sus saludos, Antonious subrayó que «las reuniones fraternales son un gran regalo para reencontrarnos y meditar juntos sobre la Navidad de Cristo. Recordemos que, igual que Dios hizo surgir a Eva del costado de Adán, la Iglesia nace de Cristo: y en ella, cada uno encuentra su lugar».

Visita al Patriarcado sirio-ortodoxo

Finalmente, los frailes fueron al Patriarcado sirio-ortodoxo, donde los esperaba el obispo Jakub Jack, junto con la comunidad siria.

En primer lugar, el vicario trasmitió la felicitación en nombre de toda la comunidad franciscana y después quiso recordar a todas las víctimas del conflicto y a los que están sometidos a duras pruebas por la guerra en curso, entre ellos, las comunidades que sufren por la falta de peregrinos. «Debemos seguir siempre trabajando y rezando por la paz: la que se construye sobre un deseo sincero de encuentro, de acogida y de fraternidad».

Monseñor Jakub Jack dio las gracias a los franciscanos por su felicitación: «El Señor nos recuerda que tenemos que pasar por muchas dificultades, pero Él venció al mundo. Esta es nuestra fe, que debe hacernos mantenernos firmes incluso en la adversidad».

Silvia Giuliano