Siete hábitos marrones se dirigen, a través de la puerta de Jaffa, a la nueva entrada del Museo de la Torre de David – Museo de Jerusalén, en la Ciudad Santa. Son los frailes franciscanos de la Custodia de Tierra Santa, invitados a una visita guiada al museo, cuyo nuevo montaje se inauguró a principios de junio.
Gestos que hablan
Los frailes fueron recibidos por la directora y conservadora del Museo de la Torre de David, Eilat Lieber, junto con los responsables de varias secciones. Un gesto para agradecer a la Custodia de Tierra Santa la colaboración en la puesta en marcha del museo, pero también para mostrar el rostro dialogante del museo, que acabó en el ojo del huracán por albergar la conferencia (después retirada) “¿Por qué (algunos) judíos escupen a los gentiles?”. En Jerusalén, el tema de los ataques a los cristianos está de actualidad, como mostró también un reportaje de televisión el pasado sábado, que documentó varias agresiones. “Aquí sois bienvenidos – dijo Lieber –. Como Museo de la Torre de David estamos comprometidos en promover el entendimiento, el diálogo y la tolerancia entre las comunidades y los habitantes de esta ciudad. Estamos convencidos de que la cultura tiene el poder de construir comprensión y diálogo. Jerusalén pertenece a todos”.
La visita
Tras un momento de diálogo y presentaciones mutuas, un guía acompañó a la pequeña y variada delegación de frailes – todos de países distintos – por las salas del museo. Las dedicadas a las tres religiones – judaísmo, cristianismo e islam – representaron el núcleo de la visita, junto a la sala multimedia que explica con imágenes y música las fiestas de las tres religiones. La Custodia ha contribuido a la parte de las festividades cristianas y los cantos litúrgicos. Durante la visita, que se desarrolló en un ambiente de gran cordialidad, también se detuvieron en algunas piezas que la Custodia – a través del Terra Sancta Museum – ha prestado para la exposición permanente.
Vías de diálogo
Una delegación del Museo de la Torre de David será recibida en el convento de San Salvador el próximo viernes, para una visita a la sede de la Custodia. No solo un intercambio de cortesías sino también un deseo de verdadero conocimiento mútuo.
Marinella Bandini