El domingo después de Navidad, en Nazaret se celebra la solemnidad de la Sagrada Familia. En esta ciudad de Galilea, de hecho, San José estableció el hogar de su familia tras el regreso de Egipto. A la sombra de la basílica de la Anunciación, construida en recuerdo del lugar donde María recibió el anuncio del ángel, se levanta la pequeña iglesia de San José, sobre la que la tradición indica como la casa donde creció Jesús con José y María,”y estaba sujeto a ellos” (Lc 2,51).
El 31 de diciembre, el Custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton, celebró la misa de la Sagrada Familia en Nazaret. Con él, también monseñor Rafic Nahra, vicario patriarcal para Israel, y tres frailes de la comunidad de la Custodia de Tierra Santa, fray Wojciech Boloz, guardián y rector de la basílica de la Anunciación y del santuario de la Sagrada Familia de Nazaret, fray Ibrahim Sabbagh, párroco latino de Nazaret y fray Carlos Molina.
Cientos de personas asistieron ala celebración durante la cual los esposos renovaron sus votos matrimoniales. En su homilía, el Custodio invitó a rezar “por nuestras familias y por todas las familias del mundo”, especialmente “por las familias que están sufriendo a causa de las guerras cercanas y lejanas”. Recordemos de manera especial a nuestros hermanos y hermanas de la parroquia de la Sagrada Familia de Gaza, que están sometidos a duras pruebas por la guerra en curso”. Dirigió un pensamiento también para las familias más jóvenes, “para que no se desanimen ante las dificultades del presente, sino que afronten el futuro con fe y esperanza”.
Al finalizar la misa, los fieles fueron en procesión desde la basílica superior – donde se celebró la misa – hasta la cripta de la iglesia de San José, el lugar donde la tradición sitúa la casa de la Sagrada Familia. Un matrimonio joven, que este año celebró su boda y está esperando su primer hijo, llevó el icono de la Sagrada Familia. Aquí se leyó el evangelio de Mateo, que en el capítulo 2 narra el regreso de la Sagrada Familia de Egipto y su establecimiento en Nazaret, “para que se cumpliese lo que habían dicho los profetas: ‘será llamado nazareno’”. Tras incensar el santo lugar, el Custodio impartió la bendición final con el icono de la Sagrada Familia.
Marinella Bandini