El papa Francisco en Grecia se encuentra con los refugiados: un testimonio | Custodia Terrae Sanctae

El papa Francisco en Grecia se encuentra con los refugiados: un testimonio

Iniciado en Chipre, el trigésimo quinto viaje apostólico al extranjero del papa Francisco concluyó el lunes 6 de diciembre en Grecia. En dos días y medio, paralelamente a las visitas institucionales, el Papa centró su atención en la presencia de refugiados en la isla de Lesbos donde compartió la meditación sobre el sueño de Dios para lograr “un mundo de paz, donde todos sus hijos vivan como hermanos y hermanas”.

“Para mí, este encuentro ha sido muy importante, porque el papa Francisco dijo desde el principio que quería una iglesia pobre para los pobres y lo está cumpliendo, no con palabras sino con gestos”, comentó fray John Luke Gregory, discreto de Tierra Santa y delegado del Custodio en Rodas (Grecia). Fray John Luke se encarga de la pastoral de migrantes y refugiados en la isla y ha seguido la visita del Papa desde Chipre a Rodas. “Ya sucedió hace cinco años, cuando al final de la visita el Papa se llevó con él a refugiados de Lesbos. Esta vez, he visto esta verdadcon mis propios ojos: a lo largo del camino que conducía al lugar del encuentro, había varios niños y el Papa se paró a saludarlos uno por uno.  A pesar del cansancio, abrazó y acarició a cada niño, y puedo decir que este es un gesto muy importante para el mundo”.

En su segunda visita a Grecia en cinco años, el papa Francisco visitó también esta vez un centro de acogida para refugiados en Mitilene (Lesbos), primera línea de la afluencia masiva de migrantes en 2015.  Ya en 2016 el programa del Papa incluyó la visita a la isla de Lesbos y la oración con el patriarca Bartolomé, líder espiritual de los 250 millones de cristianos ortodoxos del mundo y con Jerónimo II, arzobispo de la Iglesia greco-ortodoxa, con quienes se ha reunido de nuevo en esta última visita.

En su primer día en tierra griega, el Papa se reunió con la presidenta de la República, KaterinaSakellaropoulou, el primer ministro KyriakosMītsotakīs, autoridades, sociedad civil y cuerpo diplomático, pero también con obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, seminaristas y catequistas.

Tras las visitas oficiales, el domingo 5 de diciembre se dedicó a los refugiados, con los que se reunió en el “Reception and Identification Centre” (Centro de Recepción e Identificación) de Mitilene. La jornada terminó en Atenas con un encuentro con S.B. Jerónimo II.  Después del encuentro con los jóvenes en la escuela San Dionisio de las hermanas ursulinas en Maroussi (Atenas), el Santo Padre dejó Atenas para regresar a Roma.

Fray John Luke, que continúa su trabajo diario apoyandoa los migrantes, junto con los frailes que viven en la comunidad de Rodas, se mostró muy feliz por esta visita del Papa por dos motivos: fortalecer la relación con la Iglesia ortodoxa, y dar voz a los migrantes y refugiados, a menudo olvidados y dejados al margen. “Hace algunos días”, contó fray John Luke, “el alcalde de Rodas me dijo que han pasado 25.000 personas por nuestra isla: un número enorme. Y para todas estas personas, la Iglesia católica, es decir, nosotros, hemos estado en primera línea para responder a todo tipo de necesidades cotidianas, y yo soy el primer testigo”.

“En su homilía en el estadio de Nicosia, el Papa dijo una cosa que me gustó mucho: debemos aprender a llevar juntos las heridas. Esta es realmente una bella síntesis de su encíclica “Fratellitutti”, porque cada uno de nosotros tiene sus heridas y, compartiéndolas, ya no nos sentimos solos”, continuó fray John Luke. “Esta es tambiénuna actitud esencial para la atención a los migrantes y a los refugiados, que se sienten solos y abandonados

Acogida y apertura hacia aquello de lo que huyen” concluyó fray Gregory. “Estas son las actitudes más importantes que,en mi opinión, el Papa ha trasmitido perfectamente”

 

Giovanni Malaspina