El 15 de enero, en la evocadora Sala Clementina del Palacio Apostólico Vaticano, el Santo Padre Francisco recibió a la delegación del Studium Biblicum Franciscanum (SBF) de Jerusalén, con motivo de su centenario.
El Studium Biblicum Franciscanum, actualmente Facultad de Ciencias Bíblicas y Arqueología de la Universidad Pontificia Antonianum de Roma, fue fundado el 7 de enero de 1924 en el santuario de la Flagelación de Jerusalén.
El papa Francisco dio una calurosa bienvenida a los participantes en la audiencia privada, profesores, alumnos y exalumnos del Studium. Asistieron también el Custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton, fray Rosario Pierri, decano del SBF y fray Claudio Bottini, profesor emérito, que entregó al Papa una preciosa linterna bizantina adornada con símbolos, en una caja de madera de olivo con incrustaciones de nácar, tallada por un artesano de Belén. Esta linterna forma parte de la colección del Museo Arqueológico del Terra Sancta Museum.
«El amor por los textos bíblicos – afirmó el papa en su discurso – es para ustedes un amor fundado en la voluntad misma de San Francisco, para el cual el conocimiento de la Palabra de Dios, e incluso su estudio, no son cuestiones de mera erudición, sino experiencias de naturaleza sapiencial, cuya finalidad, en la fe, es ayudar a los hombres a vivir mejor el Evangelio y hacerlos buenos».
El Santo Padre animó y exhortó a continuar la misión del Studium sin perder de vista el tipo de acercamiento a la Escritura destinado a una misión más amplia en el corazón de la Iglesia. «Que el estudio riguroso y científico de las fuentes bíblicas – continuó el Papa – esté para ustedes siempre unido al contacto con la vida del pueblo santo de Dios y orientado a su servicio pastoral, en armonía y en beneficio de vuestro carisma específico en la Iglesia. Estudio, meditación, reflexión sobre la Biblia y los textos bíblicos, todo ello en el seno de la Iglesia, que es el santo pueblo fiel de Dios en camino».
El tono del Papa se hizo más sombrío al hablar del conflicto en curso: «La situación actual de Tierra Santa y de los pueblos que la habitan nos implica y nos duele. Es muy grave en todos los sentidos. Es muy grave. Debemos rezar y actuar incansablemente para que esta tragedia termine. Que esto los impulse aún más a profundizar las razones y la calidad de su presencia en esos lugares martirizados, de su presencia allí, en el martirio de ese pueblo, en el que están arraigadas las raíces de nuestra fe».
«El encuentro con el Papa ha sido estimulante – afirmó fray Francisco Patton al final de la audiencia –. El amor por la Palabra de Dios es exactamente lo que llevó a Francisco a Tierra Santa hace ocho siglos: el sintió un amor especial por la Palabra nacida de María y también por la Palabra escrita. Desde hace 100 años, gracias al SBF, podemos estudiarla precisamente en Tierra Santa, en el entorno donde la Palabra se hizo carne: por esta razón nuestra facultad adquiere un valor totalmente distinto. Y a este valor increíble y único del SBF se une otro aspecto esencial, que es la investigación arqueológica, que continúa con métodos científicos y modernos: y excavar significa buscar la verdad y profundizar en nuestra fe».
Silvia Giuliano
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