Tras el gran éxito cosechado en Líbano, la ópera “San Francisco y el sultán” aterrizó en Italia con cinco actuaciones programadas en otras tantas ciudades del 20 al 25 de mayo pasado. Las representaciones tuvieron lugar respectivamente en las catedrales de Monopoli, Bari, Brindisi, en la basílica de Sta. María de los Ángeles en Asís y en la basílica de Santa María en Aracoeli, en Roma. El libreto de la obra es del conocido profesor Bartolomeo Pirone, que asistió en Roma, mientras que la música es del libanés Khalil Rahme.
Concebida y diseñada en Trípoli-Mina (ciudad libanesa donde los franciscanos trabajan desde hace siglos en medio de una población mayoritariamente musulmana) e inspirada en el encuentro entre San Francisco de Asís y el sultán Malek al-Kamil en Damieta en 1219, la ópera “San Francisco y el sultán” ha sido producida por la Custodia de Tierra Santa. Estrenada mundialmente en Líbano en noviembre del año pasado, ha tenido gran éxito, especialmente el 25 de marzo pasado, con motivo de la fiesta de la Anunciación, en el palacio de la UNESCO de Beirut, y ha reunido a libaneses de todas las confesiones religiosas.
El coro de la Universidad Notre Dame, con los solistas libaneses, llegó a Italia el 16 de mayo y, tras algunos días de ensayo, comenzó la gira. En Brindisi se unieron, primero para los ensayos y después para las actuaciones, algunas voces de LA Chorus, los artistas de la orquesta Magna Grecia de Tarento y el solista de Bari Giuseppe Naviglio, que interpretó el papel del sultán.
Las representaciones en las catedrales de Monopoli, Bari y Brindisi tuvieron lugar del 20 al 23 de mayo con el organista italiano Cosimo Prontera y bajo la dirección del maestro P. Khalil Rahme; después de las citas en Puglia – entre todas, las más concurridas y generosas –, la gira hizo escala en Asís. En Umbria el evento se celebró junto a la Porciúncula, cuna del franciscanismo, con el patrocinio del ayuntamiento y una cálida acogida por parte del padre Massimo Travascio, Custodio del convento de la basílica papal de Santa María de los Ángeles, y de la alcaldesa, Dra. Stefania Proietti.
Finalmente, el 25 de mayo tuvo lugar la última velada en Roma, tras haber participado en la audiencia matinal del Papa, que quiso escuchar algunos fragmentos musicales y un canto polifónico a la Virgen. La función vespertina se llevó a cabo en la céntrica basílica de Santa María en Aracoeli, en presencia de altas autoridades civiles y religiosas. Entre los invitados se encontraba también el embajador de Líbano en la Santa Sede, S.E. Farid Al Khazen, el vicario de los maronitas en Roma, S.E. Rafiq El Warshi y el delegado de Su Eminencia el cardinal Miguel Ayuso, el padre Marcus Solo del Consejo Pontificio para el diálogo interreligioso, responsable de la Oficina de Asia.
En las distintas ciudades asistieron, además de los frailes franciscanos y de los comisarios de Tierra Santa, representantes de varias asociaciones, así como amigos vinculados a la Custodia de Tierra Santa y delegados de los no cristianos, especialmente de la comunidad islámica. Puede decirse que la obra ha sido un auténtico imán para los que promueven el diálogo y la fraternidad universal, según la línea trazada por el papa Francisco, que podemos encontrar en los textos del “Documento sobre la fraternidad humana para la paz mundial y la convivencia común” y en la encíclica “Fratelli tutti”.
“No ha sido fácil organizar la gira por Italia, pero la Providencia nos ha ayudado y nos ha permitido superar muchas dificultades” – afirmó fray Quirico Calella ofm, creador y diseñador de la obra, además de superior del convento de San Francisco en Trípoli-Mina (Líbano). “Agradezco especialmente a todas las personas que nos han ayudado tanto con la oración como en la búsqueda de medios materiales para las actuaciones. Entre los benefactores están varias entidades religiosas y civiles, pero también hay donativos individuales y el valioso óbolo de la viuda, de poca cantidad material pero muy significativo y evangélico.
Deseamos que el mensaje de paz y fraternidad lanzado en Damieta hace 800 años por San Francisco en su encuentro con el sultán Malek al-Kamil llegue hasta los confines de la tierra. La vía del diálogo, de la tolerancia, de la fraternidad y de la convivencia pacífica es y sigue siendo el único camino a seguir y la mejor baza para el Líbano, Oriente Medio, Europa y para el mundo entero”.
En el futuro, están previstas representaciones de la ópera en El Cairo, Damasco, Amán y de nuevo en Italia, en algunas ciudades del centro-norte.