El jueves 2 de septiembre, el Custodio de Tierra Santa, fray Pierbattista Pizzaballa, ha firmado un acuerdo oficial histórico en Belén. Se trata de la restauración del techo de la basílica de la Natividad de Jesús.
En presencia del Primer ministro palestino, M. Salam Fayyad y de M. Ziad al-Bandak, consejero del Presidente Mahmoud Abbas para los asuntos cristianos y al mismo tiempo presidente del Comité para la restauración de la Iglesia, el Custodio de Tierra Santa, el Patriarca greco-ortodoxo Teófilos III y el representante del Patriarcado armenio, Torkom II Manoogian, han estipulado un acuerdo para la restauración. De hecho, en la basílica de la Natividad, así como en todos los santuarios que se rigen por el Status Quo, no se puede realizar ninguna labor de restauración sin un acuerdo previo de los tres “co-propietarios”.
El acuerdo ha sido posible gracias a la insistencia del Presidente Mahmoud Abbas, que ya en noviembre de 2008 había exhortado a las distintas Iglesias para que se llegara a un entendimiento. Uniendo el gesto a la palabra, el Presidente de la Autoridad palestina ha puesto además a disposición un fondo de un millón de dólares –según las noticias rápidamente difundidas por la Agencia France Presse (AFP).
El Custodio de Tierra Santa, por su parte, ha declarado al Franciscan Media Center: “Es el comienzo de una nueva forma de estar juntos en Belén. La Basílica, bellísima, antiquísima, que necesitaba restaurarse y se había convertido en el símbolo de nuestra incapacidad para hablar, sin embargo, espero que ahora se convierta en un lugar nuevo donde las Iglesias demuestran que saben colaborar”.
En la firma del acuerdo estaba presente también el profesor Remigio Rossi, jefe del grupo de expertos internacionales que se encarga de la restauración. Los trabajos deberían durar unos 150 días, aunque no se sabe aún con certeza la fecha de inicio.
Urgencia de la restauración
Quien haya visitado la basílica en los días de lluvia, seguramente se habrá sorprendido a la vista de los charcos que se formaban aquí y allá por todo el pavimento. El techo, abandonado a su suerte desde la última restauración en 1832, estaba notablemente dañado y esto ha causado también el deterioro de los restos de los mosaicos y de los frescos.
Hay que recordar que la basílica de Belén no es sólo uno de los Santos Lugares más importantes de la Cristiandad, sino también una de las más antiguas iglesias del mundo. Construida a principios del s. IV por el emperador Constantino, y reestructurada por el emperador Justiniano en el s. VI, la basílica fue respetada en tiempos de las invasiones de los persas de Cosroes, en el s. VII, porque los Reyes Magos que están en ella representados portaban vestidos orientales.
El esqueleto de la estructura actual del techo data de los años 1435-1479, la mayor obra de restauración que ha conocido esta iglesia. En el informe que la Unesco dedicó al techo de la basílica de la Natividad, en el año 2000, los expertos afirmaban que la longevidad de un techo se estima generalmente en torno a los 150 años. Estaban sorprendidos del hecho de que éste hubiera resistido tres veces más.
Mab
En presencia del Primer ministro palestino, M. Salam Fayyad y de M. Ziad al-Bandak, consejero del Presidente Mahmoud Abbas para los asuntos cristianos y al mismo tiempo presidente del Comité para la restauración de la Iglesia, el Custodio de Tierra Santa, el Patriarca greco-ortodoxo Teófilos III y el representante del Patriarcado armenio, Torkom II Manoogian, han estipulado un acuerdo para la restauración. De hecho, en la basílica de la Natividad, así como en todos los santuarios que se rigen por el Status Quo, no se puede realizar ninguna labor de restauración sin un acuerdo previo de los tres “co-propietarios”.
El acuerdo ha sido posible gracias a la insistencia del Presidente Mahmoud Abbas, que ya en noviembre de 2008 había exhortado a las distintas Iglesias para que se llegara a un entendimiento. Uniendo el gesto a la palabra, el Presidente de la Autoridad palestina ha puesto además a disposición un fondo de un millón de dólares –según las noticias rápidamente difundidas por la Agencia France Presse (AFP).
El Custodio de Tierra Santa, por su parte, ha declarado al Franciscan Media Center: “Es el comienzo de una nueva forma de estar juntos en Belén. La Basílica, bellísima, antiquísima, que necesitaba restaurarse y se había convertido en el símbolo de nuestra incapacidad para hablar, sin embargo, espero que ahora se convierta en un lugar nuevo donde las Iglesias demuestran que saben colaborar”.
En la firma del acuerdo estaba presente también el profesor Remigio Rossi, jefe del grupo de expertos internacionales que se encarga de la restauración. Los trabajos deberían durar unos 150 días, aunque no se sabe aún con certeza la fecha de inicio.
Urgencia de la restauración
Quien haya visitado la basílica en los días de lluvia, seguramente se habrá sorprendido a la vista de los charcos que se formaban aquí y allá por todo el pavimento. El techo, abandonado a su suerte desde la última restauración en 1832, estaba notablemente dañado y esto ha causado también el deterioro de los restos de los mosaicos y de los frescos.
Hay que recordar que la basílica de Belén no es sólo uno de los Santos Lugares más importantes de la Cristiandad, sino también una de las más antiguas iglesias del mundo. Construida a principios del s. IV por el emperador Constantino, y reestructurada por el emperador Justiniano en el s. VI, la basílica fue respetada en tiempos de las invasiones de los persas de Cosroes, en el s. VII, porque los Reyes Magos que están en ella representados portaban vestidos orientales.
El esqueleto de la estructura actual del techo data de los años 1435-1479, la mayor obra de restauración que ha conocido esta iglesia. En el informe que la Unesco dedicó al techo de la basílica de la Natividad, en el año 2000, los expertos afirmaban que la longevidad de un techo se estima generalmente en torno a los 150 años. Estaban sorprendidos del hecho de que éste hubiera resistido tres veces más.
Mab