Visita pastoral a Tiro y Deir Mimas | Custodia Terrae Sanctae

Visita pastoral a Tiro y Deir Mimas

30 de noviembre. Comienza el tiempo del Adviento, que es tiempo de preparación para la Navidad. Fray Maroun Bassil, de los padres capuchinos, viene a buscarme por la mañana pronto para ir a Beirut a visitar Tiro y Deir Mimas. Según lo decidió la Custodia, después de las fiestas de Navidad, fray Joseph Constantin, ¡el que suscribe la presente!, se hará cargo de estas dos parroquias y esta visita me va a permitir conocer la situación sobre el terreno.

Conozco bien la pequeña parroquia de Deir Mimas, pues he servido en ella cerca de 15 años, mientras que de Tiro conozco sólo el convento en la ciudad antigua, adonde iba a visitar a fray Luca, que era entonces el cura y director de la pequeña escuela.

El viaje hasta Tiro dura casi una hora, con un tiempo muy bueno. El padre me hace visitar los locales, el convento y la escuela. Como en todos los edificios de la zona, los daños de la guerra del 2006 han sido reparados con las ayudas del emirato de Qatar. Todavía faltan por hacer algunas reparaciones. El pequeño convento fue reestructurado por los padres capuchinos.

A las 8:30 h. se celebra la misa, con participación de un pequeño grupo de fieles. Los cristianos frecuentan sus iglesias, cada uno según su propio rito.

Después de la misa retomamos la carretera para acercarnos hasta Deir Mimas, a otra hora escasa de camino. La misa se celebra a las 11 h. También aquí hay pocos fieles, pero quizá sea porque el obispo greco católico celebra los seis meses del aniversario de la muerte del cura melquita Abuna Samir.

Con fray Maroun, visitamos el pequeño convento restaurado por los padres capuchinos, después de los daños sufridos durante la guerra del 2006.

Antes de volver a coger la carretera de retorno pasamos a saludar a algunas familias que están de luto, y que se muestran muy contentas por nuestra visita.

Así, hacia la una de la tarde llegamos de nuevo en Beirut, cada uno a su convento. Es el primer contacto después de seis años de ausencia: los niños han crecido, y he visto el pueblo de Deir Mimas con un aspecto cambiado, mucho mejor.

No he podido encontrar a mucha gente, pero lo intentaré la próxima vez, reuniéndome con los parroquianos para conocer por ellos sus problemas y discutirlos juntos.

Fray Joseph Costantin ofm