Visita del presidente de la república italiana a Belén | Custodia Terrae Sanctae

Visita del presidente de la república italiana a Belén

27 Noviembre de 2008

Una tarde tranquila ha visto llegar al presidente de la República italiana Giorgio Napolitano y a su mujer, Clio, en una Belén en fiestas. Napolitano ha comenzado la jornada con una “lectio magistralis” en la Universidad hebrea de Jerusalén y ha concluido la mañana encontrando al líder de la Autoridad Palestina en Belén, llegando a primera hora de la tarde a la Basílica de la Natividad.

El Custodio, fray Pierbattista Pizzaballa, recibió a la pareja presidencial en la entrada de la plaza de la Natividad. La plaza estaba llena de gente con banderas palestinas e italianas, y los primeros en dar la bienvenida al Presidente han sido los alumnos de los colegios y sus profesores. Napolitano y la señora Clio les han saludado, estrechando numerosas manos e intercambiando los saludos que los estudiantes pronunciaban en lengua italiana, antes de llegar a la entrada de la basílica. Aquí les esperaba Malak (Ángela, en árabe), una pequeña palestina que ha acompañado al presidente y a su mujer durante toda su visita a la basílica, vestida con el vestido típico palestino y los colores palestinos.

El padre guardián, Jerzy Kraj, y las otras dos autoridades religiosas representantes de las comunidades que comparten la basílica de la Natividad han recibido oficialmente a los ilustres italianos. Fray Raffaele Caputo les ha guiado en el interior de la Basílica. Con devoción han visitado la gruta de la natividad y el altar del pesebre, interesándose por la estrella y el altar de los magos.

Después han entrado en la iglesia de Santa Catalina encontrándose con los frailes del convento de Belén y numerosas religiosas italianas. Fray Marcello Badalamenti ha ofrecido a los ilustres huéspedes, en nombre del Noviciado, un pequeño presente. En el altar del Niño Jesús y de la Virgen han encendido, como es tradición, una vela y han permanecido un rato en recogimiento. Una vez ya en el claustro, han tenido ocasión de hacerse una foto con los frailes de la Custodia.

Con un breve saludo a los italianos presentes en la ciudad, y a los que trabajan en el territorio, en la sala de conferencias de la Casa Nova, y con palabras simples para cada italiano con el que se han encontrado ha concluido la breve aunque familiar visita belenita. La atmósfera era de auténtica fiesta, como si una pareja de amigos viniese a saludar a los vecinos, y para los religiosos y religiosas italianos alejados de casa por decenas de años, ha sido ciertamente un alegre encuentro de familia.

A. & M.