Vigilia y Nochebuena en Belén: crónica de un evento religioso y social | Custodia Terrae Sanctae

Vigilia y Nochebuena en Belén: crónica de un evento religioso y social

Belén, 24-25 de diciembre de 2011

Esta es la crónica de la noche santa de Belén, una noche tan larga que, por decirlo de alguna forma, comienza de día. En el corazón de la Tierra Santa, el aspecto religioso lleva consigo una gran complejidad en cuanto a ritos, protocolos y eventos de la vida social y política que no se pueden entender por separado.

1) El prólogo, en Jerusalén
La santa noche de Belén comienza en Jerusalén. Hacia mediodía, las personalidades de la parroquia de Jerusalén, con su mujtar, el Sr. Jakob Amer, a la cabeza, se reúnen con el patriarca latino para acompañarle hasta Belén. El patriarca, Mons. Fuad Twal, les recibe junto con los canónigos, el párroco de Jerusalén, el P. Feras Hejazin, y los obispos, Mons. William Shomali y Mons. Kamal Batish, que, tras los discursos y saludos de rigor, se felicitarán mutuamente y desearán a todos los presentes una Feliz Navidad.

2) La caravana hacia Belén
Se forma luego una larga caravana de automóviles (más de sesenta) que, escoltada por la policía israelí, llega hasta el monasterio greco-ortodoxo de Mar Elías, que marca el límite de la parroquia de Jerusalén. Aquí les esperan los miembros de los organismos municipales vecinos de Bait Sahur y Bait Jalaa junto con miembros de sus respectivas comunidades y con el P. Ibrahim Faltas, responsable del protocolo en las relaciones de la Custodia de Tierra Santa con la Autoridad Nacional Palestina. Esta es una de las escasas ocasiones en las que se permite que los automóviles con matrícula palestina puedan pasar a territorio bajo control israelí. Tras los saludos protocolarios, el cortejo sigue avanzando para volver a detenerse otra vez en la Tumba de Raquel (límite original del municipio de Belén), donde le esperan los representantes de las asociaciones católicas guiados por el párroco de Belén, el P. Marwan Di'des. Se asciende por la carretera en automóvil y, superada la última barrera, la larga caravana de coches –que para entonces alcanza ya el centenar- se dirige lentamente hacia la Basílica de la Natividad. Es un gran día de fiesta para Belén y todos sus habitantes salen a la calle para pasear, encontrarse, intercambiarse felicitaciones y saludar a su paso al patriarca y a los demás ministros que vienen a celebrar la Navidad. Por las calles hay también cristianos de otras localidades, como Jericó, Jerusalén y Ramallah, venidos para vivir aquí este ambiente de alegría junto con sus familiares y amigos de Belén. Para Belén, la Navidad es también una manifestación de identidad colectiva, un momento de afirmación, subrayado también por el patriarca en su homilía de la misa nocturna: «Podemos estar orgullosos porque, entre todos los continentes y entre todos los lugares del mundo, Dios ha elegido precisamente nuestra tierra, Palestina, este lugar, como patria del Salvador».

3) Llegada a la Plaza del Pesebre e ingreso del patriarca en la Basílica de la Natividad
La caravana llega finalmente a la Basílica de la Natividad con un retraso de unos noventa minutos que ha causado algún malhumor entre las personalidades presentes que, situadas a tiempo en la plaza siguiendo el rígido protocolo del status quo, han debido esperar todo este tiempo al frío; pero, sobre todo, porque debido al retraso, será necesario cancelar la liturgia prevista de las primeras vísperas de Navidad.
Entre una gran nube de fotógrafos y periodistas procedentes de todo el mundo, el patriarca es recibido por las autoridades municipales; entre ellas, el alcalde Victor Batarse, el gobernador, Abdelfatah Hmavel y el jefe de la policía, Khaled Tamini. A continuación se procede con el ingreso solemne en la basílica. Delante de la «Puerta de la Humildad» se celebran los ritos introductorios presididos por el guardián de Santa Catalina, fray Stéphane Milovitch, bajo la atenta mirada de los representantes de la Iglesia greco-ortodoxa y de la armena.

4) Conclusión del ingreso del patriarca en la iglesia de Santa Catalina y procesión a la Gruta de la Natividad
El patriarca y su séquito entran en la Basílica de la Natividad y hacen su ingreso en la iglesia de Santa Catalina pasando por el claustro de San Jerónimo. La liturgia se concluye con el saludo del párroco de Belén y la bendición del patriarca. Tras un breve descanso llega la hora de la procesión a la Gruta de la Natividad presidida por el guardián, el P. Stéphane, con la asistencia del patriarca, Mons. Twal. Con los bellísimos himnos y cantos latinos propios de esta procesión como fondo, se inciensa la estrella que señala el lugar de la encarnación del Verbo y el pesebre donde fue depositado el Niño Jesús.

5) Cena con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás
Cada año, los frailes menores de la Custodia de Tierra Santa invitan a la Casa Nova, para la cena de Navidad, al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, de tal forma que este momento fraterno se ha convertido ya en una tradición, incluyéndose en el protocolo de eventos navideños de Belén. En ausencia del custodio de Tierra Santa, el P. Pierbattista Pizzaballa, que estaba presidiendo las celebraciones litúrgicas en Nazaret, ha sido el vicario custodial, fray Artemio Vítores, quien ha hecho los honores. Hablando en italiano y valiéndose de la traducción al árabe realizada por el P. Ibrahim Faltas, el P. Artemio ha recordado el significado de la Navidad para san Francisco y ha dado las gracias al presidente Abás por haber aceptado también este año la invitación y, sobre todo, por sus esfuerzos en pro de la esperanza, la paz y la libertad para Palestina. A continuación ha tomado la palabra el patriarca, Mons. Fuad Twal, para dar las gracias a los frailes menores franciscanos por su hospitalidad y deseando al presidente Abás que pueda continuar en su empeño político por la paz en Palestina, aquella paz anunciada por los ángeles en Belén la Noche de Navidad y dirigida a todos los hombres de buena voluntad. En la cena estaba presente también el primer ministro del estado insular de Saint Vincent y Grenadine Gonzales, un representante de los Emiratos Árabes, el primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina, Salam Fayyad, y el ministro de Asuntos Exteriores de Jordania, Mansur Yuda, que ha transmitido el saludo del rey Abdallah y ha recordado el apoyo activo de su país a favor de las iglesias cristianas. A continuación ha tomado la palabra el presidente Mahmud Abás, que ha dado las gracias a los franciscanos por esta fiesta que se repite todos los años y ha manifestado sus deseos de paz, amor y serenidad a todos los cristianos de Palestina. «Nosotros seguiremos trabajando por la paz para Palestina y para el mundo árabe –ha dicho el presidente- al mismo tiempo que queremos tener relaciones de buena vecindad con Israel. Todos deben comprender que la paz nos conviene a todos».

6) Santa misa de Nochebuena
Y llega finalmente el momento más esperado, la santa misa que representa de manera real la encarnación y la pasión de Cristo, renovando el prodigio de la salvación por la misericordia de Dios. La misa ha estado precedida por el «Nacimiento de Greccio», un momento de oración que recuerda la invención de los nacimientos y el significado de la Navidad para san Francisco. Luego, la liturgia ha comenzado con el Oficio de Lecturas y la misa con el canto del Gloria al son de las campanas y el descubrimiento de la tradicional imagen del Niño de Belén por parte del primer sacristán, fray John Bomah. Los cantos han seguido, interpretados por el coro Yasmeen del Instituto Magníficat y por el coro de la Custodia de Tierra Santa, dirigidos por Hania Soudah Sabbara y con el P. Armando Pierucci al órgano, que también ha compuesto los cantos de la misa (Gloria, Sanctus y Agnus Dei), interpretados hoy por primera vez. A estos coros se ha unido el de Santa Ángela de Budapest, venido en compañía de una representación diplomática húngara encabeza por el viceprimer ministro, Zsolt Semièn, que se ha unido al resto de representaciones diplomáticas consulares tradicionalmente presentes en la misa de medianoche. El presidente Abás ha estado presente desde el comienzo de la misa hasta la conclusión de la homilía del Patriarca (por ser musulmán, abandona la iglesia antes de la liturgia eucarística junto con los miembros musulmanes de su gabinete; los cristianos, sin embargo, han estado presentes). La santa misa ha estado presidida por el patriarca Twal, rodeado por los obispos Mons. Shomali y Mons. Batish, del Patriarcado latino; el obispo de la iglesia siro-católica, Mons. Melki; el arzobispo de la Iglesia armenia católica, Mons. Minassian; el exarca armenio católico, Mons. Telekian, y el obispo emérito de Vigevano, Claudio Baggini, junto a decenas de sacerdotes procedentes de Tierra Santa y de todo el mundo. Al mismo tiempo que se celebraba la misa solemne en la iglesia de Santa Catalina, la parroquia de Belén con sus sacerdotes ha celebrado la santa misa de Navidad en la Gruta. Al finalizar la misa en Santa Catalina, el patriarca ha tomado en sus manos la imagen del Niño Jesús colocada bajo el altar para llevarla en procesión, junto con todos los frailes y los concelebrantes, hasta la Gruta de la Natividad; aquí, la imagen ha sido depositada en primer lugar sobre la estrella y, luego, en el pesebre en una emocionante liturgia que, por motivos de espacio, está reservada para pocas personas pero que es posible ver gracias a las imágenes tomadas por la televisión palestina. A continuación, en la Gruta se han celebrado misas a lo largo de toda la noche.

Texto de fray Riccardo Ceriani
Fotos del ingreso del patriarca, de Marco Gavasso
Fotos de la misa de Nochebuena y Procesión a la Gruta, de Giovanni Zennaro y Alice Caputo