¡Venid, peregrinos! La invitación conjunta del Patriarcado Latino de Jerusalén y de la Custodia de Tierra Santa | Custodia Terrae Sanctae

¡Venid, peregrinos! La invitación conjunta del Patriarcado Latino de Jerusalén y de la Custodia de Tierra Santa

Os invitamos a no tener miedo, y a venir. Este es el llamamiento dirigido a los peregrinos por parte del Administrador Apostólico del Patriarcado Latino, Mons. Pizzaballa, junto al Custodio de Tierra Santa, P. Francesco Patton.

S. E. Mons. PIERBATTISTA PIZZABALLA, ofm
Administrador Apostólico Patriarcado Latino de Jerusalén
En estos días Jerusalén vuelve a estar presente en los medios de comunicación de todo el mundo, desgraciadamente una vez más con imágenes de violencia y división, que han asustado mucho a los peregrinos que tenían programado hacer una peregrinación, “subir aquí a Jerusalén”, como se suele decir.

Junto al Padre Custodio hemos pensado que es bueno deciros a todos vosotros, peregrinos, a todos los que tienen a Jerusalén en el corazón que la peregrinación a Tierra Santa es segura, y que las imágenes que habéis visto por televisión no expresan la verdad de belleza y de tranquilidad y serenidad que es Jerusalén. Os invitamos a repensar nuevamente vuestra peregrinación a Jerusalén, a hacer esta bellísima experiencia de fe y esta importante y maravillosa forma de solidaridad hacia la comunidad cristiana de Tierra Santa.



Fr. FRANCESCO PATTON, ofm
Custodio de Tierra Santa
Os invitamos a venir, os invitamos a confirmar vuestras peregrinaciones con el espíritu de quien desea, a través de la peregrinación, fiarse de Dios. Podéis venir tranquilamente a Tierra Santa. Nosotros vivimos aquí, vemos la situación cada día, los peregrinos son respetados y amados y no hay problemas ni peligros para los peregrinos.

En cambio, a través de este gesto de fe que es la peregrinación, animáis y apoyáis a la pequeña comunidad cristiana que vive aquí en Tierra Santa. Y por ello os invitamos a no tener miedo, y a venir, a hacer la peregrinación en estos lugares donde Jesús nació para nosotros, y lo que celebramos dentro de pocos días en Navidad, los lugares donde Jesús dio su vida por nosotros.