Undécima edición del Concierto por la Vida y por la Paz | Custodia Terrae Sanctae

Undécima edición del Concierto por la Vida y por la Paz

Belén, 21 de diciembre de 2011

Ayer por la tarde se celebró, en una iglesia llena de gente y de operarios televisivos, la undécima edición del Concierto por la Vida y por la Paz organizado por la asociación italiana del mismo nombre.

Esta edición ha tenido una dedicatoria especial a Su Excia. Mons. Pietro Sambi, desaparecido el mes de julio pasado, principal promotor del concierto desde el año 2001 (y en los años sucesivos) y gran defensor de la importancia de esta iniciativa. De esta forma, el mensaje de paz que se ha intercalado entre las notas de los instrumentos musicales y las refinadas voces de artistas excepcionales ha superado los límites territoriales convirtiéndose en un acontecimiento histórico ligado a la Navidad en Belén y conocido a nivel internacional.

Además, que haya sido una orquesta palestina, la Palestinian Youth Orchestra, la que se haya exhibido en vez de las distintas orquestas italianas que han participado en el evento desde hace años ha cargado este mismo mensaje de un significado seguramente más llamativo. La Palestinian Youth Orchestra (PYO), formada por jóvenes músicos palestinos que viven en Palestina y otros países y que se reúnen cada año para participar en conciertos e ir de gira por todo el mundo, ha obtenido ya una cierta fama y reconocimiento por su ejecución y la promoción de la música compuesta por artistas locales.

Entre el público estaban presentes distintas autoridades políticas, como el cónsul italiano en Jerusalén, Luciano Pezzotti, y religiosas, como el custodio de Tierra Santa, fray Pierbattista Pizzaballa ofm y el nuncio apostólico, S. Excia. Mons. Antonio Franco; había además numerosas familias con sus hijos, muchos jóvenes y algún turista llegado «por casualidad».

La música ha sido la protagonista que ha llenado esta vez la iglesia de Santa Catalina, incluyendo desde el clásico y tradicional hasta el moderno, dejándose guiar por el maestro Juan David Molano y sirviéndose, de vez en cuando, de las voces solistas de Petra Magoni, Sanaa Moussa y Enrico Nadai, del pianoforte de Fadi Deeb, del oboe de Nicola Barbagli, del violín y de la viola de las hermanas Laura y Sara Marzadori y del contrabajo de Ferruccio Spinetti.

Una tarde especial que ha concluido con una conocida canción navideña cuyas palabras conocemos todos y cantamos de memoria, de forma mecánica, como quien la sabe de siempre, como quien siempre la ha sabido. Y así, un día, la paz «se infundirá» en nuestros corazones, como si siempre hubiera estado ahí.

Texto de Maria Grazia Sanna
Fotos de Giovanni Zennaro