Unción de enfermos en San Salvador: ¡fiesta de los vivos | Custodia Terrae Sanctae

Unción de enfermos en San Salvador: ¡fiesta de los vivos

El domingo 10 de febrero, anticipándose a la Jornada mundial del Enfermo –jornada instituida por Juan Pablo II hace 21 años-, la parroquia de Jerusalén y la comunidad franciscana de San Salvador se han unido para celebrar la santa misa.
Una gran cantidad de fieles se ha congregado para acompañar a las personas de la comunidad cuya salud es más frágil. La asamblea presente ha rodeado con su oración y afecto a fray Basilio Talatinián ofm y fray Gabriel Baireye ofm; el primero ha celebrado su 100 cumpleaños y el segundo, 99. Estaban también presentes varios frailes franciscanos de la enfermería custodial, llegados para recibir también ellos el sacramento de la unción de enfermos.
En su homilía, el párroco, fray Firas Hiyazin ofm, ha recordado que el sacramento de la unción de enfermos no debe dar miedo; de hecho, no es el sacramento de los muertos sino de los vivos; un sacramento para la curación del cuerpo y del alma. Tal ánimo ha movido a la mayoría de fieles a presentarse para recibirlo, dejándose ungir la frente y las manos con el óleo santo.
Según fray Artemio Vítores, vicario custodial y guardián de San Salvador: «Esta celebración es al mismo tiempo un acto religioso y social. Toda la comunidad parroquial se ha unido a los enfermos para rezar con ellos, ¡incluso los niños!».
Al término de la celebración, todas las instituciones de la ciudad que se ocupan de las personas enfermas, instituciones cristianas de todas las confesiones, judías y musulmanas, han sido honradas con una placa conmemorativa como agradecimiento por cuanto hacen a favor de los más débiles. La mayoría de las comunidades religiosas cristianas han enviado a sus propios representantes: las hijas de la Caridad, las hermanas de la madre Teresa, las hermanas de Dom Polski, las hijas de Nuestra Señora de los Dolores de Abú Dis, las religiosas de San José de la Aparición de los hospitales de San Luis y San José, las religiosas franciscanas del Corazón de Jesús que trabajan en la enfermería custodial, etc. Estaba presente incluso una pequeña delegación del hospital israelí Hadasa del monte Scopus.
La celebración, con mucho recogimiento, se ha caracterizado por la fraternidad y la alegría, y toda la asamblea ha sido invitada, después, a acercarse –por primera vez- a la enfermería para compartir la tarta de cumpleaños de fray Basilio y fray Gabriel.
«Es un hermoso momento de comunión eclesial y de universalismo franciscano. Todos han podido acercarse hasta el último piso del convento, desde el que se ve Jerusalén, para compartir este momento fraterno. Esto es, entre otras cosas, la prolongación normal de una celebración que siempre debería estar acompañada de un momento fraterno», ha explicado fray Artemio.
A la hora del almuerzo, en la intimidad de la fraternidad de San Salvador –que cuenta en total con ochenta frailes- los franciscanos han celebrado de nuevo el centenario de fray Basilio y el 99º cumpleaños de fray Gabriel, sin olvidar tampoco el cumpleaños de fray Armando Pierucci (76 años).