El domingo 27 de diciembre Nazaret estaba de fiesta para celebrar la Sagrada Familia y la apertura de la puerta santa de basílica de la Anunciación. El patriarca latino de Jerusalén y el custodio de Tierra Santa estaban presentes.
La de la Anunciación no es, en la diócesis, la primera puerta Santa que se abre con ocasión del Año de la Misericordia. La puerta de Getsemaní inauguró este Año el 13 de diciembre, seguida de la de la parroquia de Gaza, el 20 de diciembre, y la puerta de la iglesia de Santa Catalina de Belén, que precedió a la Misa del Gallo del 24 de diciembre.
Desde las 9.30h, los fieles se han reunido ante la puerta lateral que conduce a la gruta. ‘Cul sana wa ántum bijáir’ («Feliz Navidad» en árabe) se deseaban los nazarenos unos a otros. Pronto, el patio decorado con mosaicos de la Virgen procedentes de todo el mundo vio cómo llegaban en procesión el patriarca, Su Beatitud Mons. Fuad Twal, acompañado por Su Excia. Mons. Kamal Hana Bathish, obispo auxiliar y vicario general emérito, y Su Excia. Mons. Giacinto Bulos Marcuzzo, vicario patriarcal para Israel. El custodio, fray Pierbattista Pizzaballa, y su vicario, fray Dobromir Jasztal, les precedían en compañía de numerosos franciscanos. Tras el canto de las oraciones, el patriarca ha golpeado tres veces con un martillo la puerta, abriendo sus batientes. Los fieles se han unido después a la procesión dirigiéndose hacia la planta superior, donde se ha celebrado la misa.
«Dos motivos nos invitan hoy a la alegría: la apertura de la puerta santa por el Año de la Misericordia y la fiesta de la Sagrada Familia de Nazaret», ha empezado diciendo el patriarca. «Pero las circunstancias no son alentadoras», ha dicho recordando las consecuencias de la guerra en las familias. «Ante esta violencia y este odio, la respuesta del Papa ha sido su ofrecimiento, ofrecer un año entero de oración por la misericordia por nosotros, nuestras naciones y países respectivos. En esta ocasión, tanto la Custodia de Tierra Santa como el Patriarcado latino han organizado un programa de oración, encuentros y conferencias sobre la misericordia para todo el año. Debemos vivir plenamente este Año de la Misericordia, especialmente aquí, en Nazaret, porque aquí la misericordia divina se hizo carne para nosotros a través del misterio de la Encarnación», ha concluido.
Al finalizar la misa, todos los fieles se han unido en procesión hacia el santuario de la iglesia de San José, llamado también «Hogar de la infancia», para renovar sus promesas a la Sagrada Familia.
NH
La de la Anunciación no es, en la diócesis, la primera puerta Santa que se abre con ocasión del Año de la Misericordia. La puerta de Getsemaní inauguró este Año el 13 de diciembre, seguida de la de la parroquia de Gaza, el 20 de diciembre, y la puerta de la iglesia de Santa Catalina de Belén, que precedió a la Misa del Gallo del 24 de diciembre.
Desde las 9.30h, los fieles se han reunido ante la puerta lateral que conduce a la gruta. ‘Cul sana wa ántum bijáir’ («Feliz Navidad» en árabe) se deseaban los nazarenos unos a otros. Pronto, el patio decorado con mosaicos de la Virgen procedentes de todo el mundo vio cómo llegaban en procesión el patriarca, Su Beatitud Mons. Fuad Twal, acompañado por Su Excia. Mons. Kamal Hana Bathish, obispo auxiliar y vicario general emérito, y Su Excia. Mons. Giacinto Bulos Marcuzzo, vicario patriarcal para Israel. El custodio, fray Pierbattista Pizzaballa, y su vicario, fray Dobromir Jasztal, les precedían en compañía de numerosos franciscanos. Tras el canto de las oraciones, el patriarca ha golpeado tres veces con un martillo la puerta, abriendo sus batientes. Los fieles se han unido después a la procesión dirigiéndose hacia la planta superior, donde se ha celebrado la misa.
«Dos motivos nos invitan hoy a la alegría: la apertura de la puerta santa por el Año de la Misericordia y la fiesta de la Sagrada Familia de Nazaret», ha empezado diciendo el patriarca. «Pero las circunstancias no son alentadoras», ha dicho recordando las consecuencias de la guerra en las familias. «Ante esta violencia y este odio, la respuesta del Papa ha sido su ofrecimiento, ofrecer un año entero de oración por la misericordia por nosotros, nuestras naciones y países respectivos. En esta ocasión, tanto la Custodia de Tierra Santa como el Patriarcado latino han organizado un programa de oración, encuentros y conferencias sobre la misericordia para todo el año. Debemos vivir plenamente este Año de la Misericordia, especialmente aquí, en Nazaret, porque aquí la misericordia divina se hizo carne para nosotros a través del misterio de la Encarnación», ha concluido.
Al finalizar la misa, todos los fieles se han unido en procesión hacia el santuario de la iglesia de San José, llamado también «Hogar de la infancia», para renovar sus promesas a la Sagrada Familia.
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