Una preciosa matriz de eulogias vuelve a Jerusalén | Custodia Terrae Sanctae

Una preciosa matriz de eulogias vuelve a Jerusalén

Jerusalén, 10 octubre de 2011

El Museo arqueológico del Studium Biblicum Franciscanum ha recibido recientemente en depósito un importante objeto. Se trata de una matriz de piedra para la producción de eulogias que presenta impresos en sus dos lados escenas bíblicas que tienen como protagonias al patriarca Abrahán y al profeta Daniel.
Las eulogias son generalmente pequeños frascos en cerámica o metal destinados a contener una modesta cantidad de aceite procedente de las lámparas que arden en lugares santos. Los peregrinos, sobre todo los de las iglesias de Oriente, son proclives a llevar consigo estas eulogias, como recuerdo de sus viajes. Sin embargo, hoy en día se trata casi siempre de pequeños frasquitos de vidrio que se pueden comprar en las tiendas de recuerdos de la Ciudad Santa.

Eulogias antiguas se conservan en numerosas colecciones y museos. El grupo más representativo es el formado por las dieciséis «ampollas» de Monza. La mayor parte de ellas representan el edículo constantiniano del Santo Sepulcro en una de sus caras, y el Calvario en la otra. Se cree que fueron entregadas como regalo del Papa Gregorio Magno a la reina de los longobardos, Teodolinda, en torno al año 600 d.C. Su lugar de procedencia es, claramente, la Tierra Santa aunque la manufactura artística está generalmente asignada a la zona siria. También en nuestro museo de Jerusalén se encuentran algunas eulogias, en plomo o cerámica, con representaciones del Santo Sepulcro o del Calvario.

La novedad principal de estas recientes adquisiciones reside en el hecho de que el objeto donado no es precisamente una ampolla sino más bien la matriz para su producción. Según las informaciones que se poseen, la matriz fue encontrada en Jerusalén, en la zona de Siloam, hace algunas decenas de años, aproximadamente. La procedencia de la misma demuestra, fuera de toda duda, que la ciudad de Jerusalén era un importante centro de producción de tales ampollas. Esta conclusión se confirma con otros dato que también nos toca de cerca. La mitad de otra matriz, encontrada a no mucha distancia de la primera, se descubrió en el curso de unas excavaciones llevadas a cabo en el interior del cementerio latino del monte Sión a principios del siglo XIX, y también esta pertenece a nuestro museo. El fragmento encontrado es muy parecido en cuanto a material, forma y medidas, pero no presenta iconografía alguna. Estaba destinado, por tanto, a dar forma solamente a la parte posterior de la ampolla, o se trata quizá de un trabajo inconcluso.

El nuevo molde muestra en un lado a Abrahán con aureola y barba larga. El nombre del personaje se especifica en el escrito circular: «Eulogia de Abrahán». La escena representada es aquella clásica del patriarca en el momento de ofrecer en holocausto a su hijo Isaac (Gen 22,1-14). La Biblia especifica que Dios indicó en repetidas ocasiones a Abrahán que realizara el sacrificio de un cordero en lugar del de su hijo. El hecho habría ocurrido sobre el monte Moria, que la tradición judía identifica con el lugar del Templo pero la tradición cristiana, en cambio, con el Gólgota, estableciendo de esta forma una relación directa con la muerte de Jesús, nuevo Isaac y nuevo cordero, inmolado sobre el altar de la cruz. El segunda lado del molde muestra al profeta Daniel, también identificado por una inscripción que se repite dos veces y que va acompañada del apelativo «agios», es decir, «santo», además de incluir una cruz. Daniel, vestido al estilo persa, está de pie con las manos alzadas en gesto de oración mientras los leones, amenazantes pero inofensivos, se sientan a sus pies (Dn 6,1-29). El episodio demuestra cómo Dios puede librar de la muerte a sus fieles. Es interesante anotar que estas dos escenas se pueden ver, hasta nuestros días, en los modernos mosaicos de la capilla de la Crucifixión.

El objeto ha sido donado al Museo por un generoso coleccionista texano, el señor Erich Spangenberg, gracias también a la intermediación desinteresada de uno de los más conocidos vendedores de antigüedades de la Ciudad Vieja.