Una fiesta de la Visitación marcada por la actualidad | Custodia Terrae Sanctae

Una fiesta de la Visitación marcada por la actualidad

Es en Ain Karem, en el lugar de la Visitación, donde la Custodia de Tierra Santa ha celebrado la visita de María a su prima Isabel.
Acogidos por fray Wladyslaw Brzezinski, guardián del convento, los frailes franciscanos han celebrado la misa de la fiesta en la iglesia superior, dejando la gruta de la Visitación a los peregrinos que se han acercado durante toda la jornada.

El Custodio, fray Pierbattista Pizzaballa, ha presidido la celebración junto a dos obispos, uno canadiense y el otro checo. A los frailes de la Custodia se les ha unido un grupo de 24 franciscanos brasileños, en peregrinación siguiendo las huellas de san Francisco en Italia y en Tierra Santa; una peregrinación inserta en el marco de la formación permanente con el objetivo de reflexionar sobre el don de su vocación. Al viaje se ha invitado a los profesos mayores de 25 años.
En su homilía, fray Pierbattista Pizzaballa ha presentado la interpretación del encuentro de María e Isabel propuesta por el padre Mans, del Studium Biblicum Franciscanum, como un encuentro alegre del Antiguo y del Nuevo Testamento, un abrazo en la historia de la Salvación, un sobresalto gozoso bajo el impulso del Espíritu Santo.
A la aclamación de David ante el Arca de la Alianza: “¿Cómo voy a llevar a mi casa el Arca de Yahvé?” (2 Sam 6, 2-12), responde la exclamación de Isabel ante María, nueva Arca de la Alianza: “¿Cómo es que la Madre de mi Señor viene a mí?”.

El Custodio ha invitado igualmente a la asamblea a seguir el ejemplo de Isabel y de María, que se han prodigado en obedecer la acción creadora de la Palabra de Dios. Porque la Palabra de Dios –ha recalcado fray Pierbattista- es siempre creadora, actúa en profundidad y es una Palabra potente, capaz de hacernos mover. “Dejémonos abrazar por esta Palabra, que hoy en día sigue viva, creadora, que hoy hace nuevas todas las cosas pero que necesita también de nuestra adhesión, con la misma generosidad y la misma premura de Isabel y María”.

Al finalizar la celebración la asamblea se ha dirigido en procesión hasta la gruta de la Visitación para recibir la bendición del Custodio y luego se ha reencontrado en el jardín del convento para disfrutar de un refresco.

Por la tarde, la parroquia de Jerusalén ha celebrado también la clausura del mes mariano con una misa celebrada por el párroco, el franciscano fray Ibrahim Faltas, acompañado de sus vicarios y de dos sacerdotes italianos que hacían de guías para un grupo de Módena. Mons. William Shomali, consagrado hace poco como obispo, se ha unido a la celebración antes de conducir la procesión con el icono de la Virgen desde San Salvador hasta el Patriarcado, pasando por las Escuelas Cristianas.

La alegría de la veneración por la Virgen María no hace olvidar a la numerosa asamblea de fieles los dolorosos acontecimientos que han marcado esta jornada, después de que el ejército israelí haya detenido, con las consecuencias que todos sabemos, los barcos que intentaban forzar el bloqueo de Gaza.

Mientras, por la tarde se han producido algunos incidentes en la Ciudad Vieja. Numerosos negocios han echado el cierre, la música ha cesado por todas partes y los scouts que abrían la procesión mariana, han llegado sin sus instrumentos musicales. Sólo las campanas del Patriarcado y de San Salvador han repicado de forma incesante para recordarnos que nuestra esperanza está en Dios sólo y que María es aquella que ha sabido esperar contra toda esperanza. ¡Que la Hija de Sión vele por todos y cada uno de nosotros!

Mab