Una Domus Ecclesia en Kfar Shemhariahu (Herzelia) | Custodia Terrae Sanctae

Una Domus Ecclesia en Kfar Shemhariahu (Herzelia)

12 Noviembre de 2008

No, no es un hallazgo arqueológico sino una realidad bien viva. Se trata de la residencia del embajador nigeriano, el Sr. Dada Olisa que, desde el 2 de junio de 2007, puso a disposición de la comunidad católica, la mayoría compuesta por filipinos e indios que prestan servicio en la zona de Herzelia, Herzelia Ha Pituah y Nof Yam. Durante muchos años el servicio pastoral se desarrolló en el gimnasio del American International School (AIS), que se encontraba en Kfar Shemhariahu. Algunos sábados, por aquel tiempo, se registraba la presencia de doscientos a trescientos fieles, y en las fiestas se llegaba a los cuatrocientos o más. Pero desde que el AIS se ha traslado a la zona de Netania, es difícil y costoso reunir a los inmigrantes del llamado tercer mundo.

La hospitalidad del embajador nigeriano ha llegado como una providencia, por la que damos gracias al Señor. Quisiera hacer notar que, aunque no tiene estructuras materiales, esta comunidad, que está realmente en un camino continuo, se reúne la víspera del día del Señor, el sábado por la tarde, animada de motivaciones de fe muy profundas.

Un fraile, o alguien en su lugar, pasa a recoger a la señora Jossy Frabros. Ella siempre es puntual, con una maleta donde lleva todo lo necesario para la celebración de la santa misa. Llegan a la casa del embajador, se prepara el altar de campaña, muy pobre, y se transportan las sillas desde el garaje al bellísimo jardín de la residencia. Mientras la señora Jossy da clases de catecismo a algunos niños en lengua inglesa, el coro ensaya los cantos que debe interpretar; los lectores mientras tanto se preparan para leer bien las lecturas del día. Algunas personas, esperando el inicio de la misa, se preparan para la misma sentadas en las escaleras del jardín.

La misa se celebra con toda solemnidad. Es interesante destacar cómo este pueblo en camino, sobre todo aquellos que han decidido realizar este servicio, lo desarrollan siempre con una humana indiferencia, es decir, con el corazón sólo para el Señor, sin considerar ni dejarse influir por el variable número de los presentes. Al final de la misa todos vuelven a las casas de las familias donde prestan servicio. Muchos de ellos han tenido sólo algunas horas libres, que han querido dedicar con todo el corazón al Señor como acción de gracias.

Los frailes de Jaffa, desde que se trasladó el AIS, han hecho todo lo posible para encontrar otro lugar para acoger estas reuniones de oración. Se han dirigido a varios centros sociales, al Municipio de Herzelia, al Ministerio del Interior, a través de la Oficina para las Religiones, con el fin de que se pusiese a disposición de estos cristianos algún lugar. Todo ello con la aprobación y conocimiento de los superiores. Desgraciadamente, hasta ahora, no ha habido ningún resultado positivo.

Estas palabras mías quieren ser un agradecimiento al Señor por la fe y la perseverancia de estos pobres que nos enseñan a rezar, sin siquiera estructuras estables. Al mismo tiempo quieren manifestar el más sincero reconocimiento al señor embajador de Nigeria, S.E. Dada Olisa, que con tanta disponibilidad ha abierto las puertas de su casa a estos fieles, marchando en contra de la actual corriente de lo políticamente correcto. Que el Señor le bendiga a él y toda su familia, y sobre todo, bendiga su país, Nigeria.

Este servicio de celebración de la santa misa en Kfar Shemhariahu lo realizan generalmente los actuales frailes de Jaffa, pero sería injusto no recordar a los demás frailes que, durante tantos años, han ofrecido el mismo servicio, movidos por el amor a los pobres, desarrollando este ministerio sin sentirlo como uno más, a pesar de ser una sobrecarga a sus obligaciones oficiales. Recuerdo a fray Antonio Luto, fray Philip Pavich, fray Raffaele Bonnano, fray Mark Hurst, fray Brian McTommoney, fray Peter Vasko, fray Davide M. Jaeger, fray Abdel Masih F. Fahim, fray Cormac McAtteer, fray Stanko Perovich, fray Fabian Thom, fray Malaky Brogan, fray Athanasius Macora, fray Benjamin Owusu y fray Andrew Arhin. Espero no olvidarme de ninguno. Alguno ya está disfrutando de la gloria en el cielo.

El fraile de Tierra Santa debe ser testigo del amor de Dios y prestar el servicio de la caridad con una amplitud de 360 grados en toda la Iglesia, sin tener en cuenta la nacionalidad, etnia o grupo social. Éste es su adn. Éste era el deseo de san Francisco, totus catholicus, sobre todo aquí, en Oriente.

fray Arturo Vasaturo ofm
Director del colegio de secundaria Tierra Santa de Jaffa