Un Pentecostés por la paz | Custodia Terrae Sanctae

Un Pentecostés por la paz


Mientras el custodio de Tierra Santa estaba en Roma, organización la oración por la paz con los presidentes Abás y Peres, los frailes de la Custodia de Tierra Santa han iniciado la festividad de Pentecostés en Ain Karem, acompañando a su hermano hispanoamericano Marlon Méndez Pavón, que ha recibido el hábito franciscanos de manos del vicario custodial, fray Dobromir Jasztal.
La fiesta siguió al día siguiente, domingo 8 de junio, con la celebración de la misa pontifical presidida por fray Dobromir. El latín y el árabe se han alternado en la iglesia de San Salvador, dedicada a esta fiesta del Espíritu Santo. El párroco de la parroquia latina de Jerusalén, fray Firás, ha pronunciado la homilía. Ha invitado a los fieles a rezar por el encuentro en el Vaticano, explicando lo importante que es confiar en el Espíritu Santo, el único «que puede llevar a cabo un cambio completo en nuestras almas, empujándolas a la misericordia y a la paz». Prometiéndonos su Espíritu, Dios ha querido ser fiel al hombre y no alejarse de él. Y eso Dios no lo hace solo un día al año, por Pentecostés, sino todos los días. «Está en nosotros ser fieles a Dios y a los hombres», ha exhortado fray Firás en esta fiesta en la que se celebra el nacimiento de la Iglesia universal. Y, más que en ningún otro lugar, Jerusalén es el reflejo de esta Iglesia que se expresa en tantas lenguas y ritos.
De diversidad y ecumenismo se ha hablado también en el Cenáculo, donde los frailes se han reunido, antes de su rezo de las vísperas, con la comunidad armenia, que ha ido también a rezar en este día de apertura excepcional de la sala superior del Cenáculo (que se abre solo dos veces al año). En este reducido espacio del Cenáculo, una asamblea numerosa se ha reunido para invocar «al Espíritu creador, consejero y dador de dones» (Veni Creator).
Al ecumenismo se ha unido, a última hora de la tarde, el diálogo interreligioso impulsado por el Santo Padre durante su reciente venida a Tierra Santa. Como ya se ha dicho, los dos jefes de Estado, palestino e israelí, en compañía del patriarca Bartolomé y del Papa, se han reunido en los jardines vaticanos. Testimoniando un profundo respeto unos hacia otros, el encuentro ha estado jalonado de oraciones por la paz, testimonios e intermedios musicales invitando a la meditación. El evento, muy seguido en Tierra Santa, ha coronado y concluido el tiempo pascual. Siguiendo la invitación del Consejo Ecuménico de las Iglesias, «que el Espíritu de Pentecostés pueda revelarse en cada uno de nosotros, ¡para que todos sean uno!».
E.R