Un nuevo teatro para el Terra Sancta School de Jerusalén

Un nuevo teatro para el Terra Sancta School de Jerusalén

La tarde del miércoles 17 de abril, el Ministro General de la Orden de los Frailes Menores, fray Massimo Fusarelli, y el vicario general, fray Ignacio Ceja Jiménez, asistieron a la inauguración del teatro del Terra Sancta School de Jerusalén.

Espacio expresivo y cultural

Después del centro deportivo “Jerusalén, capital de la resurrección” inaugurado en julio de 2023, al servicio de los estudiantes y de la ciudad vieja, el teatro completa de alguna manera la oferta de la escuela, poniendo a disposición de los niños un espacio expresivo y cultural en donde puedan desarrollar sus talentos y dar voz a sus aspiraciones.

Este fue también el sentido del espectáculo del día de la inauguración. Tras abrir sus puertas, los asistentes se acomodaron en la platea, mientras en el escenario los chicos de las escuelas Terra Sancta de Jerusalén y de Beit Hanina (barrio árabe de Jerusalén) interpretaron danzas tradicionales, cantos y una breve representación sobre el tema de la guerra: de forma teatral, los jóvenes expresaron preocupaciones, miedos, pero también deseos y aspiraciones.

El teatro, don Giuseppe y el Resucitado

El teatro lleva el nombre de don Giuseppe Bellia, un joven italiano que tras una conversión fulgurante se convirtió en sacerdote y amó mucho la Tierra Santa. Uno de sus legados fue la oportunidad de donar a los niños del Terra Sancta School de Jerusalén este teatro. En su saludo de presentación, fray Ibrahim Faltas, vicario custodial y director de las escuelas Terra Sancta, anunció que “el 18 de mayo, en Verona (Italia), el papa Francisco bendecirá una estatua que se colocará en el tejado de la escuela”. Se trata de una representación de Jesús resucitado que abraza a toda la humanidad.

Educación, cultura y paz

“Que, en estos días oscuros, este lugar pueda convertirse en símbolo de resurrección y de vida para toda nuestra comunidad”, deseó el Custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton, en su discurso. “Educar a través de la cultura – subrayó – significa ofrecer a los jóvenes las herramientas que les permitirán desarrollar su potencial, ayudarlos a cultivar la apertura al mundo entero. En el contexto actual, significa también ayudar a los jóvenes a descubrir su propia historia y sus propias raíces culturales, y hacerlos crecer en la cultura de la paz”.

Una intervención de la que se hizo eco la del Ministro General, fray Massimo Fusarelli: “En sus más de 800 años de historia, la Custodia de Tierra Santa siempre se ha preocupado de la educación de las personas que viven en esta tierra. Este teatro se incluye en esta tradición. La educación produce cultura, que es el elemento fundamental de la vida de un pueblo y la base para un desarrollo pacífico. Cuidar la educación es cuidar el futuro de un pueblo”. Fray Massimo deseó que el teatro sea “un instrumento de crecimiento, resurrección a una nueva vida, formación cultural y encuentro para muchos en esta Ciudad Santa, especialmente en este momento”.

Por un crecimiento integral de la persona

El delegado pontificio para Jerusalén, monseñor Adolfo Tito Yllana, habló de la educación como instrumento para ayudar a los jóvenes a “alcanzar su plenitud como personas. Este teatro representa precisamente eso – dijo –: una obra en la que mente, corazón y manos se unen en perfecta sinfonía: la mente para pensar, el corazón para sentir y las manos para hacer”. Monseñor Yllana quiso no solo agradecer a los franciscanos su labor educativa, sino también recordar “el sentido de la presencia cristiana en Jerusalén: estamos aquí para acoger a todos, construimos para crecer, aprendemos para compartir, actuamos a favor de los demás”.

Tras la ceremonia, los invitados se dirigieron al centro deportivo para realizar un breve recorrido por las instalaciones.

Marinella Bandini