Faltan solo cuatro días para la celebración ecuménica por la finalización de las obras en la tumba de Jesús y en la basílica de la Resurrección resuena el ruido de las aspiradoras. Tanto de día como de noche, los equipos de la profesora Moropoulou se esfuerzan en las últimas tareas en el Edículo y sus alrededores. Todo debe estar preparado el miércoles a las 10 de la mañana, cuando entre grandes fastos las Iglesias reunidas en oración contemplarán el resultado de 10 meses de intenso trabajo.
A la cabeza de la asamblea se encontrarán los representantes de las tres Iglesias que firmaron el acuerdo que ha hecho posible realizar estas obras: S.B. Teófilo III, Patriarca greco-ortodoxo, Francesco Patton, Custodio de Tierra Santa, S.B. Nourhan Maougian, Patriarca armenio apostólico. Junto a ellos, monseñor Pierbattista Pizzabala, actualmente administrador apostólico. Fue él quien firmó el acuerdo mientras era Custodio de Tierra Santa.
Naturalmente, todos los auxiliares patriarcales de las Iglesias del Santo Sepulcro, coptos, sirios y etíopes estarán también allí, así como los representantes de otras denominaciones cristianas de Tierra Santa, además de distinguidos invitados que se unirán a la fiesta. En primer lugar, el Patriarca de Constantinopla Bartolomé I. La última vez que estuvo en Jerusalén fue con motivo de la visita del papa Francisco en 2014, después de 50 años de su predecesor Atenágoras. Su presencia en este lugar y en esta fecha refleja el impulso ecuménico que las Iglesias han querido vivir con ocasión de las obras. Se rumorea que la Santa Sede enviará un representante de alto rango.
Se sabe que Roma sigue atentamente sobre el terreno los avances ecuménicos que se están produciendo estos últimos años en Medio Oriente. Y con respecto a Jerusalén, un comunicado de la Custodia ha anunciado este sábado que el Papa ha hecho un donativo muy importante para las obras del Santo Sepulcro y de la Natividad, en concreto una contribución de un millón de dólares para ambos proyectos. El comunicado de la Custodia de Tierra Santa especifica que la aportación de 500.000 dólares destinada a las obras del Santo Sepulcro será para futuros trabajos. De hecho, la víspera del día en que finalmente se pudo ver el Edículo libre de sus «muletas», se confirmó que las Iglesias han llegado a un acuerdo para iniciar una segunda fase de las obras, solicitada por la profesora Moropoulou para asegurar la sostenibilidad de la primera fase.
El Edículo que guarda los restos de la tumba de Jesús como un cofre ha sido consolidado, reparado, estabilizado, limpiado, pero las causas de su fragilidad aún no han sido eliminadas completamente y, en concreto, no lo ha sido el tema de la humedad crónica.
Como es sabido, la ciudad de Jerusalén está literalmente construida sobre roca. Lo que sin embargo a menudo se ignora es que en Jerusalén llueve tanto como en Londres y que estas aguas, una vez alcanzan el nivel de la roca, al no poder fluir, se estancan o ascienden por capilaridad o se evaporan produciendo un alto grado de humedad en todas las viviendas de la ciudad, incluida la basílica. A esto se añaden las bolsas de agua del subsuelo del edificio causadas bien por las ruinas de edificios anteriores, bien por las pérdidas de las viejas canalizaciones. Así se unen todos los ingredientes para que, a pesar de las obras realizadas en el Edículo, el agua y la humedad reanuden su lento pero seguro trabajo de erosión.
Mientras tanto, el miércoles 22 de marzo, a las 10 de la mañana, los escasos invitados presentes no despreciarán este momento de alegría. Puede no gustar mucho el estilo barroco otomano en que fue construido el edificio, pero sin embargo admirarse el resultado de las obras.
En el centro de la rotonda grisácea, el Edículo se alza orgulloso, sin lámparas de aceite ni otras decoraciones de las Iglesias (que se repondrán más adelante) con la frescura de un recién nacido. Hay que confesar que el cambio es asombroso y la visita merece la pena. Las fotos darán testimonio de ello pronto pero, por el momento, no se han retirado las vallas que rodean el sitio.
Aun cuatro días, la tensión aumenta entre los equipos que se suceden y crece la ansiedad febril entre los fotógrafos deseosos de tomar las mejores fotos. Continuará.
Marie-Armelle Beaulieu
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Sobre la financiación de las obras
Las obras han concluido sobre la base de un presupuesto que las ha valorado en 3,5 millones de dólares. A día de hoy, no se ha revelado a la prensa que si se ha superado o no esta cantidad.
Han sido financiadas por las tres principales denominaciones cristianas del Santo Sepulcro: los greco-ortodoxos, los franciscanos y los armenios. A su participación se han añadido ayudas públicas del gobierno griego y de benefactores privados. El Fondo mundial para los monumentos (World Monuments Fund, WMF) ha desempeñado un importante papel en la recaudación de los fondos necesarios.
En la región, el rey Abdalá II de Jordania ha hecho una “makruma”, una donación real benéfica, y las autoridades palestinas no han querido ser menos, participando también.
Para la nueva fase de las obras se ha estimado, desde ahora, un gasto de seis millones de dólares. Habrá que quitar todo el pavimento alrededor del edículo, rehacer todas las canalizaciones, restaurar todas las piedras del pavimento y sustituirlas por otras del mismo estilo, consolidar los cimientos del edículo garantizando la estabilidad sísmica del conjunto. Posiblemente, este trabajo dará la oportunidad de realizar excavaciones arqueológicas, que se registrarán como la continuación de las realizadas por el padre Virgilio Croboz ofm en los años 60.
