El lunes 7 de noviembre, en la curia del convento de San Salvador de Jerusalén, se inauguró la exposición “Testigo de la resurrección”, organizada por el CRELEB (Centro di Ricerca Europeo Libro Editoria Biblioteca) de la Universidad Católica y por Pro Terra Sancta en el contexto del proyecto “Libros, Puentes de Paz”, concebido por Edoardo Barbieri, profesor titular de Historia del Libro y Bibliología en la Universidad Católica de Milán. El evento tiene como objetivo proponer al público un viaje temporal para descubrir el Santo Sepulcro a través de los testimonios de los peregrinos que han dejado rastro de él en sus diarios y memorias. Los protagonistas, por tanto, son los itinerarios de peregrinación del siglo XV al XX, seleccionados del fondo ITS dedicado a los itinerarios en Tierra Santa y conservado en la Biblioteca General de la Custodia.
«La idea surgió al ver las obras de restauración del pavimento de la basílica del Santo Sepulcro, iniciadas en la primavera de 2022 – explica el profesor Edoardo Barbieri –. Nos preguntamos: ¿cómo cuenta la biblioteca de la Custodia la historia del Sepulcro? Por eso nos pusimos a buscar libros y manuscritos que trasmitieran relatos y descripciones de este lugar, para ofrecer un panorama de las numerosas evoluciones experimentadas por el Santo Sepulcro desde el punto de vista de los peregrinos que han llegado aquí a lo largo de los siglos. Nuestro objetivo se enmarca de lleno en el ámbito de la iniciativa “Libros, Puentes de Paz”, mediante la cual el patrimonio de la biblioteca se comunica de forma sencilla y eficaz al público más amplio y se convierte en instrumento y oportunidad de encuentro entre personas que pertenecen a distintas culturas».
Cómo se organiza la exposición “Testigo de la resurrección”
«El material se divide en 3 partes -continúa el profesor Barbieri –. Las historias de peregrinación, es decir, las palabras que trasmiten las narraciones de los peregrinos, las descripciones más centradas en la basílica y, finalmente, los estudios, con un acercamiento más técnico y científico a la construcción y a su estructura. El recorrido que se ofrece debería ayudar a reflexionar sobre la importancia que muchas generaciones cristianas han atribuido a este monumento, corazón de la cristiandad».
Entre los textos y manuscritos expuestos al público, destacan la copia del manuscrito de fray Niccolo de Poggibonsi, que peregrinó a Tierra Santa a mediados del siglo XIV, el diario de Berhnhard von Breydenbach, que inició la producción de libros ilustrados con uno de los libros de viajes más maravillosos del siglo XV, y el tratado sobre los edificios y planos de los lugares de Tierra Santa de 1609 de fray Bernardino Amico de Gallipoli, guardián del convento de Jerusalén en 1576, cuyas preciosas ilustraciones son fruto de minuciosas mediciones y observaciones realizadas in situ por el autor, importantes porque proporcionan una representación realista y detallada de los santos lugares.
«La sinergia entre el CRELEB, la biblioteca de la Custodia de Tierra Santa y la asociación Pro Terra Sancta está dando abundantes y buenos frutos – subraya fray Rosario Pierri, decano del Studium Biblicum Franciscanum –. Pensando en esa fructífera actividad, me vino a la mente el versículo 13, 52 del evangelio de Mateo: “Pues bien, un escriba que se ha hecho discípulo del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando de su tesoro lo nuevo y lo antiguo”, porque una biblioteca como la de la Custodia, tan rica y abundante, necesita expertos que sean capaces de aprovechar tanto cosas nuevas e inéditas, desconocidas incluso para los de la profesión, como cosas antiguas, aunque ya sean conocidas».
El peregrino tras las huellas del Dios encarnado
«El título “Testigo de la resurrección”, – continúa fray Rosario Pierri – lo encuentro muy afortunado: se refiere a un único lugar que alberga dos, ambos grabados en la memoria de los discípulos de Jesús: el Gólgota y el sepulcro. Llama la atención la cantidad de testimonios de peregrinos que han llegado y visitado este lugar a lo largo de los siglos, dejándonos algunas descripciones que son de importancia fundamental para nosotros. El peregrino cristiano busca y recorre un itinerario que le lleva a seguir las huellas de Jesús, y esta inmersión total es la que constituye lo característico de la peregrinación cristiana aquí, a Tierra Santa, cuyo corazón palpitante está representando por la basílica del Santo Sepulcro».
También fray Lionel Goh, director de la Biblioteca General de la Custodia, se suma a la satisfacción por la calidad de la muestra y por la finalidad que persigue: «La biblioteca es como un tesoro silencioso: el objetivo y la misión de quién se encarga de ella no es solo la mera conservación de la memoria escrita, sino también la posibilidad de ponerla a disposición y hacerla accesible para las nuevas generaciones de hoy. Esta exposición representa una etapa importante en un proceso de valorización de los valiosos fondos antiguos y modernos de las bibliotecas franciscanas en Tierra Santa».
La exposición “Testigo de la resurrección” permanecerá abierta al público del 7 al 11 de noviembre, de 9 a 18 horas, y siempre habrá voluntarios para guiar, en varios idiomas, las visitas a las tres diferentes áreas temáticas.
Silvia Giuliano
