Oración y paz. Este fue el mensaje de S.E. monseñor Thomas J. Paprocki, obispo de Springfield (Illinois), durante la misa por la paz en Tierra Santa que tuvo lugar el domingo 15 de octubre en el convento franciscano de Washington.
Monseñor Paprocki, miembro de la Fundación franciscana para Tierra Santa, que tiene su sede en Nueva York, presidió la celebración eucarística organizada por los frailes del convento franciscano para ayudar con su oración a la trágica situación que se está viviendo en Tierra Santa.
El llamamiento de los frailes franciscanos de Washington D.C., que viven en este “rincón de Tierra Santa”, no pasó desapercibido. De hecho, en la celebración estuvieron presentes numerosos fieles que se reunieron para rezar por la paz. También respondieron a la llamada a la oración otras comunidades religiosas de la zona y los representantes de los Caballeros y Damas del Santo Sepulcro de Jerusalén, y de los Caballeros de Colón.
En su homilía, monseñor Paprocki subrayó la necesidad de detenerse, rezar y esperar una resolución pacífica del actual conflicto que está desgarrando la Tierra Santa, a sus habitantes y a todos los que se preocupan por la tierra de Jesús.
Un momento fuertemente simbólico de la celebración fue el encendido del cirio pascual después de la liturgia eucarística. Un símbolo de la vida que prevalece sobre la muerte, signo visible de la luz de Cristo que ilumina el mundo.
Al final de la misa, fray David Grenier, comisario de Tierra Santa en América, saludó a los participantes y les dio las gracias por unirse a la oración por la paz, citando las palabras del apóstol Pablo de la segunda lectura del día: “En todo caso, hicisteis bien en compartir mis tribulaciones” (Filipenses 4,14)
Filippo De Grazia
