Su Beatitud Bishara Rai, pastor maronita en Tierra Santa | Custodia Terrae Sanctae

Su Beatitud Bishara Rai, pastor maronita en Tierra Santa

El martes 27 de marzo, tras la visita sorpresa del Santo Padre, también Su Beatitud Mons. Bishara Rai, primer dignatario religioso del Líbano en acercarse a Tierra Santa tras la creación del Estado de Israel, ha sido acogido en el convento de San Salvador.

Esta visita suya, histórica, a Israel ha suscitado mucha polémica porque distintas facciones políticas han acusado al patriarca de acercarse a territorio «enemigo». De hecho, las relaciones diplomáticas entre el Estado de Israel y el Líbano están bloqueadas, a pesar del «armisticio» firmado en 1949. Pero la Iglesia maronita cuenta con dos entidades administrativas en el territorio de Tierra Santa -la eparquía de Haifa y de Tierra Santa, y el exarcado patriarcal de Jerusalén, Jordania y de los Territorios Palestinos- que reúnen a cerca de diez mil fieles. Su Beatitud ha considerado por tanto deber suyo acoger al Santo Padre y ha aprovecha para dilatar su estancia realizando una importante visita pastoral en Tierra Santa.
Así, el patriarca maronita va a dedicar más de una semana de su tiempo a los fieles de Jerusalén, Jafa, Haifa y Nazaret. Y los maronitas no son los únicos que se alegran de su venida, un buen número de cristianos árabes se asocia a ellos, así como la Custodia de Tierra Santa. Testimonio de ello es la calurosa acogida que Su Beatitud ha recibido tanto en el Santo Sepulcro como en la sede del Patriarcado maronita.

El entusiasmo es real, como explica fray Firás, sacerdote de la parroquia de Jerusalén: «Los cristianos le conocen bien porque, durante varios años, Su Beatitud ha predicado en directo por el canal televisivo Noursat TV, que transmite en Oriente Medio». Fray Nayib, de origen libanés y superior del convento de la Flagelación, dice que el patriarca libanés encarna bien en Oriente «la figura nacional» y representa «una auténtica autoridad espiritual cristiana». Un papel que el custodio ha destacado bien en su discurso de bienvenida: «Las relaciones entre maronitas y franciscanos son antiguas y profundas y vuestra presencia la consolida. Pero, más allá de la continuidad, su visita enriquece el mensaje de toda Tierra Santa. Con su presencia hoy, nos acercamos a nuestra misión y a nuestro sueño de unidad de la cristiandad». Palabras muy apreciadas por Su Beatitud que, a su vez, ha tomado la palabra en italiano.

«Nuestra visita a la Custodia de Tierra Santa en este día es un Te Deum. Venimos a dar las gracias por vuestra presencia y por la estima de que gozáis entre los cristianos a los que ayudáis aquí». Después, ha añadido con convicción: «Resistamos, tenemos tantas iglesias, tantos cristianos… No debemos dejar de decir al mundo que esta tierra lleva el signo de los cristianos. ¡Bienaventurados vosotros! Estáis en esta tierra, adonde nosotros no podemos acercarnos tan fácilmente».

Pero Su Beatitud no se ha quedado solo en discursos oficiales, sino que ha querido acercarse hasta la enfermería para reunirse con los franciscanos más ancianos. En un acto de gran ternura, ha bendecido a todos los hermanos, ha recitado el padrenuestro con ellos, dedicando tiempo al intercambio y saludando también personalmente al personal de la enfermería, los fotógrafos…

Esta visita patriarcal, signo de ánimo de los maronitas de Tierra Santa, lo es también para un gran número de libaneses que aspiran a la paz en Oriente Medio. Como ha escrito el periodista libanés Bissan ash Shaij en el periódico panárabe Al Hayat el 23 de mayo: «Esta visita abre una falla en nuestros espíritus, así como también en el muro contra la normalización con Israel que hemos erigido hace decenas de años y reforzado con cemento armado. Este muro que nos aleja de Palestina y de su pueblo mucho más que la barrera de separación construida por Israel. ¡Que Su Beatitud reclame para nosotros que amamos Jerusalén el mismo privilegio de poder visitar la ciudad, a la que millones de personas entre nosotros quisieran acercarse!».

Después de Belén, Beit Sahur y Jerusalén, el patriarca visitará, hasta el 31 de mayo, los grandes centros maronitas en Israel: Acre, Yish, Nazaret, Isifiya y Haifa.

El 28 de mayo ha celebrado la liturgia en el santuario de Cafarnaún, acogido por los franciscanos, custodios del lugar. La celebración ha sido retransmitida en directo por Noursat TV, gracias a los medios técnicos del Franciscan Media Center.
El mismo día, el patriarca se ha acercado también al pueblo de Kfar Birim, cuya población fue expulsada en 1948 y no ha podido jamás volver a la tierra de sus propios antepasados.

Su visita pastoral concluirá en Haifa, donde la numerosa comunidad maronita se unirá a él durante una gran procesión el día 30 de mayo a última hora de la tarde.

Émilie R.