12-13 de mayo. El tiempo pascual llega a su término. ¡La alegría de la Pascua precisa de un largo período de tiempo para asentarse en el corazón y transformarse en experiencia de renacimiento! Y precisa también manifestarse como fiesta: primero, con la solemnidad de hoy y, tras diez días, con el gran domingo de Pentecostés.
Anoche en la vigilia, llegados a la capilla de la Ascensión en el Monte de los Olivos, hemos redescubierto juntos el clima de la Pascua. Los calendarios gregoriano y juliano señalan de hecho el mismo día para la Pascua y, por tanto, para la Ascensión. El espacio en torno al Edículo se ha ido ocupando por las tiendas de los franciscanos, de los griegos ortodoxos, los coptos, siríacos y de los armenios. Si las tiendas de los franciscanos no son especialmente vistosas porque son más bien “prácticas” ya que celebran en el Edículo, cada religioso y laico que ha participado en la peregrinación ha tenido la oportunidad de visitar las tiendas de las restantes confesiones cristianas que, en cuanto a decoración y disposición de los altares, manifiestan sus propias particularidades.
De esta forma, como ocurrió durante la Pascua, se han resaltado, en la convivencia, las diferencias que subrayan el aspecto positivo de la diversidad en el modo de celebrar la verdad que nos une: la fe en Cristo resucitado y ascendido al cielo.
En el cielo, acompañando la procesión en torno al Edículo al finalizar la oración de las vísperas celebradas por los franciscanos, volaba una cometa. Realizada con una gran creatividad, aunque con materiales más bien humildes y con una larga cola que parecía deshilachada, era diestramente manejada por tres rapazuelos que se turnaban para hacerla volar en círculo sobre el Edículo hasta que acabó entre sus manos, una vez finalizada la procesión. Ha sido una participación bastante simpática por parte de estos musulmanes en la inauguración de la solemnidad de la Ascensión.
La oración de Completas, el oficio solemne de la vigilia y, a medianoche, el inicio de los distintos turnos de misas que se han ido sucediendo hasta la gran celebración eucarística presidida por el vicario custodial , fray Artemio Vítores a las 5:30 de hoy, jueves 13 de mayo, han celebrado este día de fiesta sobre el Lugar donde se recuerda la Ascensión del Señor con la oración, la adoración y la acción de gracias, volviendo luego a Jerusalén con una gran alegría.
Irene Boschetti
Anoche en la vigilia, llegados a la capilla de la Ascensión en el Monte de los Olivos, hemos redescubierto juntos el clima de la Pascua. Los calendarios gregoriano y juliano señalan de hecho el mismo día para la Pascua y, por tanto, para la Ascensión. El espacio en torno al Edículo se ha ido ocupando por las tiendas de los franciscanos, de los griegos ortodoxos, los coptos, siríacos y de los armenios. Si las tiendas de los franciscanos no son especialmente vistosas porque son más bien “prácticas” ya que celebran en el Edículo, cada religioso y laico que ha participado en la peregrinación ha tenido la oportunidad de visitar las tiendas de las restantes confesiones cristianas que, en cuanto a decoración y disposición de los altares, manifiestan sus propias particularidades.
De esta forma, como ocurrió durante la Pascua, se han resaltado, en la convivencia, las diferencias que subrayan el aspecto positivo de la diversidad en el modo de celebrar la verdad que nos une: la fe en Cristo resucitado y ascendido al cielo.
En el cielo, acompañando la procesión en torno al Edículo al finalizar la oración de las vísperas celebradas por los franciscanos, volaba una cometa. Realizada con una gran creatividad, aunque con materiales más bien humildes y con una larga cola que parecía deshilachada, era diestramente manejada por tres rapazuelos que se turnaban para hacerla volar en círculo sobre el Edículo hasta que acabó entre sus manos, una vez finalizada la procesión. Ha sido una participación bastante simpática por parte de estos musulmanes en la inauguración de la solemnidad de la Ascensión.
La oración de Completas, el oficio solemne de la vigilia y, a medianoche, el inicio de los distintos turnos de misas que se han ido sucediendo hasta la gran celebración eucarística presidida por el vicario custodial , fray Artemio Vítores a las 5:30 de hoy, jueves 13 de mayo, han celebrado este día de fiesta sobre el Lugar donde se recuerda la Ascensión del Señor con la oración, la adoración y la acción de gracias, volviendo luego a Jerusalén con una gran alegría.
Irene Boschetti