En la Custodia de Tierra Santa, la fiesta de San Leopoldo se ha adelantado 4 días. El 15 de noviembre, uno de los días festivos más importantes para Bélgica, se celebra tradicionalmente en Jerusalén con una misa solemne el domingo anterior o el siguiente.
La celebración eucarística en honor del rey Felipe y de su consorte Matilde rindió homenaje a la diversidad lingüística de la nación con las lecturas en los tres idiomas más hablados dentro de sus fronteras: francés, flamenco y alemán. Fray StéphaneMilovitch, responsable de la Oficina de Bienes Culturales de la Custodia, que presidió la celebración, recordó a los presentes la doble relevancia de la fecha: además de ocasión de celebrar a San Leopoldo, el 11 de noviembre fue el centésimo aniversario del armisticio que puso fin a la Primera Guerra Mundial.
Pronunció la homilía el padre Christian Eeckhout, dominico de la Escuela Bíblica y Arqueológica Francesa de Jerusalén, que destaco la relación de las lecturas del día con la celebración: centradas en la generosidad, fueron una estupenda referencia a la familia real y a su altruismo, demostrado en la atención hacia los cristianos de Jerusalén. “La fiesta del 15 de noviembre es una gran tradición para la Custodia de Tierra Santa”, declaró el padre Eeckhout. “Esta tradición se remonta a la época en la que Bélgica decidió apoyar a los cristianos de Tierra Santa y a la población de estos territorios que Jesús conoció bien, en los que vivió y en los que entregó su vida”. El padre Christian contó que el 15 de noviembre se declaró día de oración por la dinastía real, por el rey y su familia, para que les guíen los valores cristianos.
“Hace más de 100 años que la relación entre nuestro estado y la Custodia es continua”, declaró la cónsul general del reino de Bélgica, Danielle Haven. “Siempre hemos estado presentes en los momentos más importantes de las celebraciones de la Custodia: Navidad y Pascua, por ejemplo. Momentos compartidos, estos, con los otros tres estados que siempre han acompañadocon nosotros esta realidad: Francia, Italia y España”. La fiesta de San Leopoldo, explicó la cónsul, no figura en el calendario romano, pero está presente en el alemán y es una de las dos fiestas más importantes para nuestro reino, junto al 21 de julio. “Este día también es muy importante – continuó Haven –porque han transcurrido 100 años desde la Primera Guerra Mundial, que tuvo implicaciones de alcance mundial. Hubo muchas batallas en Flandes: por esta razón, mantener vivo el recuerdo de todo lo que sucedió en esa época, significa mucho para nosotros”.
Giovanni Malaspina
