San Juan Bautista: una fiesta, dos santuarios | Custodia Terrae Sanctae

San Juan Bautista: una fiesta, dos santuarios



«Vivía en lugares desiertos hasta los días de su manifestación a Israel» (Lc 1,80). El martes 23 de junio, las primeras vísperas de la fiesta de san Juan Bautista se han celebrado, según la tradición, en el santuario de San Juan del Desierto, cerca de Ain Karem. Este monasterio, en la ladera de una colina, inmerso en la vegetación y en cuyo seno se encuentra un manantial, ofrece un marco tranquilo y relajante. Con el caer del día, el perfumo del jazmín y en vísperas de las vacaciones, los franciscanos se han reunido aquí, como todos los años. Los exámenes de los estudiantes ya terminaron y se aprecia en los rostros una sonrisa feliz y relajada en espera de las próximas vacaciones estivales.

Las primeras vísperas se han celebrado en la capilla y han estado presididas por el vicario custodial, fray Dobromir Jasztal. A continuación ha seguido la procesión por el exterior, en torno a la fuente y el estanque, acompañada por la melodía de un canto que daba gloria a Dios. Luego, todos y cada uno se han podido recoger en la gruta de san Juan Bautista. Aquí, retirado del mundo, el santo maduró la misión que le confió Dios. Para los diez franciscanos que se preparan para la ordenación del próximo lunes 29 de junio, este tiempo de retiro tiene un eco del todo especial.

Para fray Guylain, franciscano de Quebec, que está en Tierra Santa solo desde hace algunos meses, esta fiesta tiene una resonancia particular: «El 24 de junio es la fiesta nacional de Quebec, de la que es patrón san Juan. Además, este año se celebra el 400 aniversario de la primera misa celebrada en esta región por los primeros franciscanos que llegaron allá. Vivir este día de una forma tan solemne, con todos mis hermanos, supone un gran enriquecimiento con respecto a años anteriores. Las razones por las que alegrarse hay que encontrarlas dentro de cada uno de nosotros». La celebración ha concluido con una cena fraterna en la terraza, frente al valle.

Al día siguiente, 24 de junio, la fiesta de la Natividad de San Juan Bautista se ha celebrado en el santuario franciscano de San Juan In montana, en Ain Karem. Tras la misa parroquial de la mañana, la misa solemne ha reunido a los fieles de Ain Karem y Jerusalén, peregrinos y amigos de los franciscanos en una iglesia a rebosar. El vicecónsul de España estaba también presente, por los tradicionales vínculos que ligan este santuario a España. En su homilía, el custodio, fray Pierbattista Pizzaballa, ha destacado la capacidad de Juan Bautista de permanecer humilde, él, que ocupó un segundo puesto para dejar actuar a Dios; un comportamiento ejemplar que debe inspirar a cada uno de nosotros. La procesión a la gruta del nacimiento de Juan el Bautista puso punto final a la celebración.

El almuerzo tradicional, después de la misa, se celebró este año en el nuevo salón del santuario. Bendecido por el custodio, el salón se ha pensado para acoger a los grupos de peregrinos en sus almuerzos y reuniones. Después, el custodio ha dado las gracias al Economato de la Custodia, que ha financiado el proyecto, a fray Severino Lubecki ofm, guardián del convento y promotor del proyecto, y a la Oficina Técnica de la Custodia. Ettore Soranzo, responsable de la Oficina, explicaba: «Los trabajos han durado cerca de un año y en el proyecto han trabajado cerca de veinte operarios, habitantes de Cisjordania y principalmente cristianos, que pueden así apoyar a sus familias». En espera de peregrinos, todos los invitados han podido disfrutar de una comida de gran calidad, digna de la tradición hospitalaria de los franciscanos.