El Vicario Custodial, P. Artemio Vítores, ha presidido la solemne celebración eucarística con motivo de la fiesta de San Juan Bautista en Ain Karem. Al inicio de la liturgia, ha puesto de manifiesto la tradición y el privilegio para los franciscanos de Tierra Santa para poder ir en peregrinación a los diversos lugares de nuestra Redención.
Se han unido a los franciscanos los fieles locales, algunos italianos y personas de varias naciones que están de misioneros en este país, juntamente con numerosos peregrinos provenientes de España, nación muy ligada a este lugar desde al menos cuatro siglos. Han participado también las Clarisas de Jerusalén que han venido en misión de oración, invitadas expresamente por el P. Fergus Clarke, guardián del convento.
El P. Artemio ha saludado a su Excelencia el Cónsul de España, el Señor José María Ferré de la Peña, que venía acompañado de su esposa, y que participa anualmente a esta celebración.
La parroquia de Jerusalén había celebrado “su” misa un poco antes, con el párroco franciscano P. Ibrahim Faltas, en la cripta que recuerda el nacimiento de San Juan Bautista. Hasta el año 2000 participaban en estas celebraciones los cristianos de Ramallah y de Belén y alrededores, pero la “barrera de seguridad” hace ya prácticamente imposibles estas peregrinaciones para las comunidades cristianas palestinas. Los fieles de Jerusalén se hacen así intérpretes de la oración de los que habrían querido poder estar presentes, y que la Custodia siempre recuerda en estas celebraciones privilegiadas.
En su homilía, el P. Artemio Vítores ha invitado a la asamblea a imitar a la figura extraordinaria del Precursor, “el más grande entre los nacidos de mujer”. Al final de la misa ha sido un aperitivo a la sombra de los árboles del jardín, antes de la comida que ha reunido a los frailes y a sus invitados en el refectorio del convento.
MAB
Se han unido a los franciscanos los fieles locales, algunos italianos y personas de varias naciones que están de misioneros en este país, juntamente con numerosos peregrinos provenientes de España, nación muy ligada a este lugar desde al menos cuatro siglos. Han participado también las Clarisas de Jerusalén que han venido en misión de oración, invitadas expresamente por el P. Fergus Clarke, guardián del convento.
El P. Artemio ha saludado a su Excelencia el Cónsul de España, el Señor José María Ferré de la Peña, que venía acompañado de su esposa, y que participa anualmente a esta celebración.
La parroquia de Jerusalén había celebrado “su” misa un poco antes, con el párroco franciscano P. Ibrahim Faltas, en la cripta que recuerda el nacimiento de San Juan Bautista. Hasta el año 2000 participaban en estas celebraciones los cristianos de Ramallah y de Belén y alrededores, pero la “barrera de seguridad” hace ya prácticamente imposibles estas peregrinaciones para las comunidades cristianas palestinas. Los fieles de Jerusalén se hacen así intérpretes de la oración de los que habrían querido poder estar presentes, y que la Custodia siempre recuerda en estas celebraciones privilegiadas.
En su homilía, el P. Artemio Vítores ha invitado a la asamblea a imitar a la figura extraordinaria del Precursor, “el más grande entre los nacidos de mujer”. Al final de la misa ha sido un aperitivo a la sombra de los árboles del jardín, antes de la comida que ha reunido a los frailes y a sus invitados en el refectorio del convento.
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