La pandemia del Covid 19 ha alcanzado ya países de todos los continentes
Para prevenir la propagación del virus, los gobiernos han impuesto normas de comportamiento restrictivas que impiden la participación de los fieles cristianos en las celebraciones de la Semana Santa.
El papa Pablo VI, siguiendo el ejemplo de San Pablo apóstol, a través de la exhortación apostólica “Nobis in Animo” del 25 de marzo de 1974, instituyó una colecta especial el Viernes Santo para el sostenimiento de la Iglesia Madre de Jerusalén.
Desde entonces, con el apoyo de los católicos de todo el mundo, ha llegado a Tierra Santa la ayuda necesarias para sostener las diferentes obras a favor de los cristianos de Oriente Medio y continuar manteniendo vivos los Santos Lugares.
La Congregación para las Iglesias Orientales, con fecha 27 de marzo de 2020, ha comunicado a la Custodia de Tierra Santa que el Santo Padre ha autorizado, para este año, el traslado de la Colecta del Viernes Santo al 13 de septiembre de 2020. De este modo, la Iglesia universal podrá asegurar la ayuda necesaria a la tierra donde están las raíces de nuestra fe, haciendo un esfuerzo de solidaridad y comunión en el sufrimiento.
Los comisarios de Tierra Santa informarán a las Iglesias locales de sus respectivos territorios de que la colecta pontificia Pro Tierra Santa se llevará a cabo el 13 de septiembre de 2020, víspera de la fiesta de la Exaltación de la Cruz, que conmemora la dedicación de la basílica del Santo Sepulcro, que tuvo lugar en el siglo IV.
Para todos los creyentes, queda el consuelo de que en los santos lugares las comunidades franciscanas seguirán celebrando los ritos pascuales y rezando por el pronto final de la pandemia, por los enfermos y sus familias, por todos los que han muerto a causa del virus y por todos los países afectados por la enfermedad.
