Primer viaje del Custodio a Brasil y visita canónica a Argentina | Custodia Terrae Sanctae

Primer viaje del Custodio a Brasil y visita canónica a Argentina

«Ha sido una experiencia muy positiva, porque ha sido una experiencia de encuentro con la iglesia local». Así comenta fray Francesco Patton su visita a Brasil de hace unos días. Del 23 de enero al 2 de febrero el Custodio de Tierra Santa viajó a Brasil por primera vez y en los días siguientes (del 3 al 7) fue a Argentina en visita canónica. Fueron semanas intensas llenas de citas oficiales e informales. Rio de Janeiro, Belo Horizonte, Sao Paolo, Brasilia, Recife y Buenos Aires son las ciudades incluidas en el viaje del Custodio.
En Río se reunió con los obispos locales e impartió una conferencia en la catedral de Rio, mientras que en Belo Horizonte inauguró la nueva sede de una comisaría. Entre otras reuniones importantes, las que mantuvo con el presidente y el secretario de la Conferencia Episcopal, con el nuncio apostólico y con los comisarios. «Ha sido también una oportunidad para expresarles nuestro agradecimiento», declara fray Patton.

Brasil es la nación con mayor número de católicos y el Custodio lo recordaba en su relato sobre la visita.
«La importancia para la Custodia de Tierra Santa de una visita a la iglesia de Brasil está relacionada principalmente con el tema de las peregrinaciones – afirma -. En el último año hemos visto triplicarse el número de peregrinos procedentes de Brasil: en 2016 fueron unos 9.000 y en 2017 más de 30.000. Al reunirme con la gente en distintos lugares, he visto el deseo que existe de conocer más la Tierra Santa». La importancia del viaje también está vinculada con el tema de la colecta del Viernes Santo, para ampliar el conocimiento de la Tierra Santa de forma que pueda aumentar la ayuda. «En estos últimos años también han aumentado los frailes procedentes de Brasil – continúa fray Patton -. Tenemos relaciones con diócesis que envían a seminaristas a tener una experiencia aquí en la Custodia e incluso grupos de sacerdotes están viniendo a Tierra Santa desde Brasil en los últimos años».

El encuentro con todos los comisarios de Brasil emocionó mucho al Custodio, junto con el de las celadoras: «Algunas de estas celadoras trabajan para Tierra Santa desde hace 50 años y lo hacen, en la mayoría de casos, sin haber venido nunca, pero con un amor extraordinario por esta Tierra». Hablando con los comisarios y pasando tiempo con ellos, fray Patton se ha dado cuenta de las dificultades de su misión: «La actividad de organizar peregrinaciones, de sensibilizar para la colecta del Viernes Santo, no es fácil. Por eso, debo reconocer que se trata de un gran servicio». En Brasil, el Custodio se reunió con una de las comunidades que trabaja para la Custodia de Tierra Santa, la de Cancao Nova. También de allí procede la comunidad Shalom, que no pudo llegar. «Estas colaboraciones son importantes para la vida de la Custodia, que no piensa en sí misma como una realidad autosuficiente – afirma fray Patton -. Estamos aquí al servicio de la Iglesia, estamos aquí con un mandato de la Iglesia. Por consiguiente, todas las colaboraciones muestran que la Custodia es como una orquesta, donde hay muchos elementos que tocan y es importante que todos toquen la misma partitura».

Tras dejar Brasil, el Custodio se dirigió a Argentina. «Fui en visita canónica, la visita oficial que cada ministro provincial hace a todos los frailes de la provincia – explica fray Patton -. Quería empezar por la fraternidad más lejana, que es precisamente la de Buenos Aires, para comenzar lo que llamo una peregrinación por el interior de las fraternidades de la Custodia. Este viaje me llevará a visitar todas nuestras comunidades». En Argentina, fray Patton celebró con los frailes y se reunió con el cardenal de Buenos Aires y el ministro de la Provincia de los Frailes de la Asunción. En Buenos Aires actualmente hay tres frailes, una comisaría de Tierra Santa y una de las 15 escuelas de Tierra Santa de la Custodia. «Es una realidad importante y significativa aunque geográficamente es la más alejada de la Custodia – concluye Patton -. Esta fraternidad ha sido y continúa siendo para nosotros un lugar de acogida vocacional y, podemos decir también, de promoción de la vocación franciscana para la Custodia de Tierra Santa».



Beatrice Guarrera