Primer domingo de Adviento en Belén | Custodia Terrae Sanctae

Primer domingo de Adviento en Belén

Con ocasión del primer domingo de Adviento, el Custodio de Tierra Santa, fray Pierbattista Pizzaballa, ha realizado un ingreso solemne en Belén este sábado, 28 de noviembre. Este ingreso ha estado precedido por una pequeña parada en el monasterio de Mar Elías donde el representante de los franciscanos de Tierra Santa ha sido recibido por los alcaldes y algunos habitantes de los dos pueblos vecinos a Belén: Beit Sahur y Beit Jalla. Después, siguiendo el antiguo camino de los patriarcas, el cortejo no ha pasado por el check-point habitual sino que ha atravesado el enclave israelí surgido en torno a la tumba de Raquel, respetando de este modo el Status Quo.

En la plaza del pesebre esperaban al Custodio el párroco de Belén, fray Samuel Fahim, junto a las autoridades civiles locales.

Una vez efectuado el ingreso por la puerta de la humildad, tras saludar al superior griego ortodoxo, el Custodio se ha dirigido hacia el claustro franciscano. Dentro de la iglesia de Santa Catalina ha sido recibido por el guardián del santuario, fray Jerzy Kray, al canto del Te Deum. Tras la bendición solemne, la numerosa asamblea reunida para la celebración ha presentado sus felicitaciones al Custodio que estaba acompañado por el Vicario, fray Artemio Vítores, el ecónomo, fray Dobromir Jaztal, el guardián, el párroco y algunos frailes de la comunidad de Belén. Este ingreso es al mismo tiempo formal y cercano. Aunque responde a las exigencias, a veces pesadas, del Status Quo, el ingreso es vivido por los fieles como una manifestación de la atención hacia ellos por parte de la Custodia desde hace siglos. A través de su presencia, los fieles manifiestan oficialmente su agradecimiento a la Custodia, en la figura de su representante.

Los frailes franciscanos, venidos desde Jerusalén, se vuelven a reunir luego en un almuerzo festivo al final de cual regresan a la iglesia para cantar el oficio de vísperas. Aquí, durante el lucernario, encenderán la primera vela del Adviento. Este año, los franciscanos quieren dar un sentido especial a este gesto, conmemorando de esta forma los 800 años de la fundación de la orden. “Queremos que esta luz brille como el sol para que nos muestre el camino de nuestra santificación y así el don del Evangelio, que está en la base de nuestra fraternidad, pueda llegar a todos los hombres”.

Después, por la tarde, los franciscanos se reúnen de nuevo en la iglesia para el oficio de lecturas.

Al día siguiente, domingo 29 de noviembre, la misa dominical de las 9, que ha reunido a un gran número de parroquianos, ha celebrado al mismo tiempo el inicio de un nuevo año litúrgico junto a la fiesta patronal de la parroquia, dedicada a santa Catalina. Al final de la misa, que ha estado presidida por el Custodio, el párroco ha dado las gracias a los dos Caballeros del Santo Sepulcro polacos que han financiado los trabajos de reestructuración del edificio y que han afectado a la restauración de los frescos y la renovación del sistema de iluminación, que ahora se integra mejor en la arquitectura. Como agradecimiento a estos generosos benefactores, el Custodio les ha concedido la medalla “Grato animo” de los benefactores de la Custodia. Toda la comunidad parroquial ha aplaudido largamente, manifestando así la alegría de ver su iglesia brillar con una nueva luz.

MAB