El 18 y 19 de agosto, fray Francesco Patton ofm, Custodio de Tierra Santa participó en las celebraciones en honor de la Asunción de la Santísima Virgen María en Kalwaria Zebrzydowska, llamada la Jerusalén polaca. Presidió la solemne eucaristía por las misiones franciscanas el jueves 18 de agosto y pronunció la homilía durante las vísperas de apertura de la procesión de la Dormición de la Madre de Dios el viernes 19.
En su homilía llamó la atención sobre el aniversario de la visita del Santo Padre Juan Pablo II, que caracterizó las celebraciones de este año. Hace exactamente 20 años, el 19 de agosto de 2002, San Juan Pablo II celebró su última misa en tierras polacas, en el santuario de Kalwaria Zebrzydowska, y encomendó Polonia, la Iglesia y toda la humanidada María. Este jubileo nos recuerda la necesidad de poner nuestra confianza en Dios, siguiendo el ejemplo de María, recordó el Custodio.
Luego, recordando los textos apócrifos sobre la Dormición de la Santísima Virgen María, destacó las analogías de este acontecimiento con la resurrección de Cristo.
“La fiesta que celebramos tiene un contenido pascual, es la plena participación de María en la resurrección de su Hijo Jesús. La Pascua prevé la resurrección de un cuerpo completamente transformado y divinizado por la acción y la presencia del Espíritu Santo” – recordó y afirmó el Custodio, insistiendo en el hecho de que “en María está preconfigurado lo que tambiénserá nuestro”.
“Un día, Jesús hará también este gesto de ternura hacia nosotros y pondrá nuestra alma en las manos del Arcángel Miguel. Y el día de nuestra resurrección, el Señor Jesús tomará también nuestro cuerpo, lo llevará al Cielo y lo colocará bajo el árbol de la vida para que podamos participar para siempre de la misma vida de Dios” – concluyó el padre Francesco.
Después de las Vísperas, tuvo lugar la procesión del funeral de la Santísima Virgen María a la iglesia del Sepulcro de la Virgen, donde se celebró la eucaristía.
El Custodio también participó en los demás eventos relacionados con el santuario de Kalwaria Zebrzydowska. Concelebró la santa misa dedicada a los jóvenes, que todos los años se reúnen en oración el sábado por la tarde de la semana dedicada a la Asunción de la Virgen María y participó en el concierto de los jóvenes artistas (unos 200) del famoso coro “Mała Armia Janosika”, que se celebró en la plaza frente a la basílica de Kalwaria.
En los días que pasó en Kalwaria con la asistencia del padre Narcyz Klimas, el Custodio tuvo también la oportunidad de visitar y celebrar la santa misa en Częstochowa frente a la imagen milagrosa de la “Virgen Negra”. Visitó también la ciudad de Cracovia, las famosas minas de sal de Wieliczka, el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, donde pudo constatar el horror del Holocausto y rezar en la celda del martirio de S. Maximiliano Kolbe, así como Wadowice, la ciudad natal de S. Juan Pablo II. Durante su estancia también tuvo un encuentro con el comisario de Tierra Santa en su sede de Cracovia, además de con los líderes de los Caballeros del Santo Sepulcro en Polonia, en su sede de Miechów. Así mismo, pudo reunirse con los ministros provinciales de las provincias de la Inmaculada Concepción y de Santa María de los Ángeles, y expresar su agradecimiento por los frailes polacos que están al servicio de la Custodia y por la contribución que los franciscanos de Polonia están prestando a la misión en Tierra Santa. También pudo reunirse con el Definidor general, fray Konrad Cholewa, y compartir con él algunas preocupaciones.
El último día de su estancia celebró la santa misa en la capilla de la imagen milagrosa de María en Kalwaria Zebrzydowska, encomendando a María la misión de la Custodia y, en particular, a los hermanos enfermos.
Antes de partir, quiso expresar su reconocimiento por la acogida fraterna vivida y por el testimonio de fe recibido.
Fr. Narcyz Klimas