Del 15 al 22 de julio, cuarenta y dos miembros de la Organización Nacional italiana de Sordos (ENS en sus siglas en italiano) han realizado una peregrinación a Tierra Santa. Un viaje histórico en su modo pues, de hecho, hacía veintiséis años que la ENS no organizaba un viaje a Tierra Santa. Para la organización de la peregrinación, la ENS ha decidido dirigirse a la Delegación de la Custodia de Tierra Santa que tiene su sede en Roma. El fraile franciscano que ha guiado al grupo ha estado en todo momento rodeado de dos valiosísimos intérpretes que han traducido cada una de sus palabras a la LIS (Lengua Italiana de Signos): Sor Verónica Donatello (franciscana alcantarina y vice responsable del sector espiritual del ENS) y Paola Bonifazi. Estaba presente además Piero Samueli (presidente del ENS en Umbría).
Los organizadores querían una peregrinación “clásica”, que abarcase la mayor parte de los principales santuarios cristianos de Galilea y Judea, enriquecido además con la visita a algunos lugares e instituciones significativas: El Instituto “Effetá” de Belén para sordos, el Museo del Holocausto “Yad Vashem” y el Museo del Libro, ambos en Jerusalén. En el grupo faltaba el sacerdote, pero gracias a la colaboración de los frailes de los distintos santuarios se ha podido celebrar la misa todos los días, traducida íntegramente al LIS por los dos intérpretes. Estas celebraciones han sido muy conmovedoras, sobre todo para aquellos que no sabían que se pudiera celebrar también en una lengua tan particular. La renovación de las promesas matrimoniales en Caná y de las bautismales junto al río Jordán han llegado realmente al corazón de los peregrinos.
Un momento especialmente significativo se ha tenido en Belén cuando, en la plaza que hay frente a la Basílica de la Natividad, los peregrinos se han encontrado casualmente con dos sordos palestinos: un cristiano y un musulmán. Los dos amigos fueron invitados a un refresco en el albergue franciscano “Palace-Casa Nova”. Se corrió la voz de que un grupo entero compuesto de sordos había llegado a Belén, y el encuentro se prolongó más de lo previsto. Es difícil expresar la belleza y la emoción de dicho encuentro. Cristianos y musulmanes, árabes e italianos, sordos italianos y palestinos, cada uno con una lengua de signos distinta, han conseguido entenderse perfectamente y han “charlado” durante toda la tarde sobre los más diversos temas.
Afectados todos de una dificultad en modo alguno pequeña, nuestros amigos han conseguido comunicarse mucho mejor que muchas personas que viven en Tierra Santa desde hace decenios por motivos de apostolado y diálogo. Los sordos de Belén han querido dar a conocer después la típica hospitalidad palestina llevando en coche a sus propias casas a algunos peregrinos italianos y prolongando así la jornada.
Una vez que los peregrinos del ENS se han reunido de nuevo en Jerusalén, han tenido un encuentro con el Padre Custodio de Tierra Santa que ha servido de ocasión propicia para satisfacer y aclarar sus numerosas preguntas y curiosidades.
El grupo de peregrinos ha querido hacer también el Vía Crucis, y también en este caso han dado un bello ejemplo a todos aquellos con los que se han cruzado por la Vía Dolorosa. La experiencia ha sido bellísima, tanto para los peregrinos como para los que han tenido la dicha de encontrarse con ellos.
El próximo proyecto es ahora el de traer el próximo año un grupo de jóvenes miembros del ENS. Esperemos que realmente el proyecto llegue a buen puerto.
O.M.
Los organizadores querían una peregrinación “clásica”, que abarcase la mayor parte de los principales santuarios cristianos de Galilea y Judea, enriquecido además con la visita a algunos lugares e instituciones significativas: El Instituto “Effetá” de Belén para sordos, el Museo del Holocausto “Yad Vashem” y el Museo del Libro, ambos en Jerusalén. En el grupo faltaba el sacerdote, pero gracias a la colaboración de los frailes de los distintos santuarios se ha podido celebrar la misa todos los días, traducida íntegramente al LIS por los dos intérpretes. Estas celebraciones han sido muy conmovedoras, sobre todo para aquellos que no sabían que se pudiera celebrar también en una lengua tan particular. La renovación de las promesas matrimoniales en Caná y de las bautismales junto al río Jordán han llegado realmente al corazón de los peregrinos.
Un momento especialmente significativo se ha tenido en Belén cuando, en la plaza que hay frente a la Basílica de la Natividad, los peregrinos se han encontrado casualmente con dos sordos palestinos: un cristiano y un musulmán. Los dos amigos fueron invitados a un refresco en el albergue franciscano “Palace-Casa Nova”. Se corrió la voz de que un grupo entero compuesto de sordos había llegado a Belén, y el encuentro se prolongó más de lo previsto. Es difícil expresar la belleza y la emoción de dicho encuentro. Cristianos y musulmanes, árabes e italianos, sordos italianos y palestinos, cada uno con una lengua de signos distinta, han conseguido entenderse perfectamente y han “charlado” durante toda la tarde sobre los más diversos temas.
Afectados todos de una dificultad en modo alguno pequeña, nuestros amigos han conseguido comunicarse mucho mejor que muchas personas que viven en Tierra Santa desde hace decenios por motivos de apostolado y diálogo. Los sordos de Belén han querido dar a conocer después la típica hospitalidad palestina llevando en coche a sus propias casas a algunos peregrinos italianos y prolongando así la jornada.
Una vez que los peregrinos del ENS se han reunido de nuevo en Jerusalén, han tenido un encuentro con el Padre Custodio de Tierra Santa que ha servido de ocasión propicia para satisfacer y aclarar sus numerosas preguntas y curiosidades.
El grupo de peregrinos ha querido hacer también el Vía Crucis, y también en este caso han dado un bello ejemplo a todos aquellos con los que se han cruzado por la Vía Dolorosa. La experiencia ha sido bellísima, tanto para los peregrinos como para los que han tenido la dicha de encontrarse con ellos.
El próximo proyecto es ahora el de traer el próximo año un grupo de jóvenes miembros del ENS. Esperemos que realmente el proyecto llegue a buen puerto.
O.M.